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China regula los transplantes de órganos

El tráfico de órganos estará prohibido formalmente desde el 1 de mayo

El tráfico de órganos humanos quedará prohibido formalmente en China a partir del 1 de mayo, según una regulación difundida hoy por la prensa estatal, que llega tras las críticas por la extirpación forzosa de órganos de ejecutados. Con esta nueva normativa, el régimen de Pekín intenta limpiar un negocio ampliamente criticado por sus altos beneficios al margen de la ética médica.

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La normativa, que fue emitida ayer por el Consejo de Estado (Ejecutivo), se compone de 32 artículos que servirán para ejecutar la ilegalización de la compraventa de órganos humanos que entró en vigor en julio pasado. Estipula la nueva regulación que "los trasplantes de órganos deberán respetar el principio de la donación libre y voluntaria" y convierte en delito la extracción de órganos sin el permiso del dueño o contra su voluntad.

No se aplicará sin embargo al trasplante de tejidos humanos, tales como células, córneas o médula ósea, según publica la agencia oficial, Xinhua. La norma incluye además la prohibición de vender órganos humanos para su beneficio, así como la donación en personas de menos de 18 años, según la información publicada por el periódico del Partido Comunista, People's Daily.

Obligados a donar

Además sigue sin reconocer la muerte cerebral -estado idóneo para este tipo de operaciones- y exige el cese de la respiración y la parada cardíaca para considerar un fallecimiento de forma oficial, un hándicap para la mejor conservación de los órganos.

Prohíbe extirpar órganos a menores de 18 años, y recoge que los doctores implicados en el comercio de órganos serán despojados de su licencia, mientras que sus clínicas serán suspendidas durante al menos tres años. Varias organizaciones de derechos humanos han acusado a China de extirpar órganos de prisioneros ejecutados sin su permiso, pese a que Pekín lo ha negado.

Sin embargo, un portavoz del grupo Human Rights Watch dijo recientemente que "las autoridades de la prisión obtienen directamente del condenado el consentimiento, y no de la familia" y "obligan a los presos a firmar", "por lo que no es un consentimiento libre y voluntario, como dice la ley". HRW dice tener evidencias de que las autoridades han falsificado la firma de condenados cuando estos no ha rubricado el formulario, y de que el 95% de los órganos trasplantados en el país provienen de ejecuciones de prisioneros. Unos 1,5 millones de chinos necesitan al año un trasplante, pero sólo 10.000 consiguen encontrar un órgano, según estadísticas del Ministerio de Salud.

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