Un responso para apenas 20 personas despide a Echevarría, según su deseo

Una ceremonia religiosa a la que han asistido apenas una veintena de personas ha sido la despedida ofrecida esta tarde en el tanatorio del cementerio de San José de Granada a la navarra Inmaculada Echevarría, quien entre sus últimas voluntades expresó su deseo de que fuese un acto íntimo, al que sólo han acudido sus mejores amigos. Tras el responso, del que no ha trascendido ni el oficiante ni el contenido, uno de los amigos más íntimos de Echevarría, Federico Oloriz, ha dado "gracias a Dios" porque Inmaculada ha visto cumplidos sus deseos "en todos los sentidos", al lograr la muerte digna que deseaba y contar en su despedida tan sólo con sus más allegados.

Entre ellos no se encontraba su hijo biológico, que dio en adopción a los ocho meses por encontrarse ya impedida y fallecer su marido en un accidente de tráfico, quien acudió a Granada para despedirse de ella días antes de su muerte pero no la acompañó cuando le desconectaron la unidad de ventilación mecánica, medida que no apoyaba.

Oloriz ha transmitido "en nombre de Inma" y de todos cuantos han estado con ella "un grandísimo agradecimiento a todos". "Para mí es una grandísima tristeza haber pedido a una gran amiga y persona, que hacía mucho más por los demás de lo que se puedan imaginar, y una grandísima alegría porque ha conseguido lo que quería", ha apuntado con la voz entrecortada por la emoción. Además, ha pedido "por favor, respeto" para Echevarría y "todos los que la han ayudado", así como "disculpas" a los medios de comunicación por no querer desvelar más datos.

Inmaculada Echevarría, de 51 años, que falleció a las 21.00 de ayer tras quedar desconectado el respirador que la mantenía artificialmente con vida después de haber sido trasladada por la mañana del Hospital de San Rafael al de San Juan de Dios, dependiente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), será incinerada mañana.