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Las mujeres españolas tienen la mayor esperanza de vida de la Unión Europea

Los españoles tienen mejor salud que los europeos pero sufren más muertes por accidentes de tráfico y diabetes

Las mujeres españolas tienen la esperanza de vida más alta de la UE, con una media de 83 años. En el caso de los españoles en general, ésta se sitúa en 79,7 años, superando la media europea de 78,3 años. Esto convierte a España en el tercer país con mayor esperanza de vida de Europa después de Italia y Suecia, según ha revelado el quinto informe del Ministerio de Sanidad sobre los indicadores de salud de la población española, que recoge la evolución en los últimos diez años y registra datos de 2002 y 2003.

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El Secretario General de Sanidad, José Martínez Olmos, ha señalado que la "salud de los españoles es buena y sigue siendo globalmente mejor" que la del resto de países de la UE. Sin embargo, ha alertado de que España tiene altas tasas de mortalidad por diabetes (10% superior a la media) y accidentes de tráfico (25,7% más), y sufre un aumento en el consumo de drogas como cannabis y cocaína, así como de obesidad y sedentarismo, según los resultados del informe.

Éste señala que la esperanza de vida se ha incrementado en 2,7 años durante la última década, pasando de 76,9 años en 1990 a 79,7 años en 2002. Además, revela que en 2002, la tasa de mortalidad por accidentes de tráfico en España era de 21,7 en hombres y 6,2 en mujeres (por 100.000 habitantes).

Los riesgos del estilo de vida

También existen desigualdades de género con respecto a la salud, como el problema del aumento del tabaquismo entre las mujeres y sus consecuencias, ya que la tasa de mortalidad por cáncer de pulmón entre la población femenina ha aumentado un 30% en la última década, según Olmos. El estudio también revela que España sigue siendo uno de los países con incidencia más alta de sida en la Unión Europea, con 4,40 casos por 100.000 habitantes, sólo detrás de Portugal.

Asimismo, es el cuarto país de la UE con mayor porcentaje de consumo de cannabis, anfetaminas y éxtasis, y el que registra el consumo más alto de cocaína. En concreto, en 2004, y con respecto a la población de entre 14 y 18 años, un 36,6% declaró haber consumido cannabis durante los últimos 12 meses; un 7,2% cocaína; un 3,3% anfetaminas; un 3,1% alucinógenos y un 2,6% éxtasis.

Además, el 47% de la población española es sedentaria, lo que le sitúa entre los países europeos con una frecuencia alta de inactividad física, junto con Portugal, Hungría, Italia y Grecia. Mientras, los ciudadanos más activos corresponden a Finlandia (4%), Suecia (7%) y Dinamarca (17%).

España también ocupa una posición intermedia en cuanto a la obesidad, aunque la tendencia es ascendente, al igual que en el consumo de alcohol, con un consumo de 11,2 litros de alcohol puro por persona y año en 2002, que tiende a descender. El porcentaje de población adulta abstemia ha aumentado en España en más de un 6% entre 1993 y 2003 entre las mujeres y los hombres.

Menores tasas de enfermedad

Según el estudio, Bélgica, Holanda, Alemania, España y Finlandia fueron, por ese orden, los países con una menor tasa de interrupciones voluntarias del embarazo. En España, los abortos crecieron entre 1990 y 2002 tanto en España, pasando de 92,8 a 184,1 por 1.000 nacidos vivos. En el conjunto de los países que formaban parte de la UE en 2004, la cifra pasó de 193,6 a 228,6.

El informe dice que España es de los países de la UE con menores tasas de mortalidad por enfermedad isquémica del corazón (83 por 100.000 habitantes en mujeres y 112 en hombres) y por patología cerebrovascular (102 por 100.000 habitantes en mujeres y 75 por 100.000 habitantes en hombres). En las últimas décadas se ha observado una tendencia descendente, al disminuir un 8% la mortalidad por enfermedad isquémica y un 40% la producida por enfermedad cerebrovascular.

Respecto al cáncer de mama, entre 1990 y 2002 la mortalidad disminuyó un 14% en España y un 8% en el conjunto de los 15 países que formaban parte de la UE antes de 2004. En la actualidad, España tiene una de las tasas más bajas de fallecimiento por este tipo de tumor (28 por 100.000 habitantes), un 25% por debajo de la media de la UE.

En cuanto a la cirrosis hepática y la enfermedad crónica del hígado, la mortalidad en España (12,5 por 100.000 habitantes) es un 25,1% inferior a la media de la UE, y fue el segundo país donde esta tasa experimentó un mayor descenso (un 45% entre 1990 y 2002). En el caso de las enfermedades infecciosas susceptibles de vacunación como el sarampión o la rubéola, se ha producido una significativa reducción, mientras que la sífilis ha sufrido un un leve repunte, tanto en España como en el resto de la UE.

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