Un estudio científico revela los riesgos de una cirugía habitual para facilitar el parto
La episiotomía provoca más dolor y más complicaciones posteriores, según investigadores de la Universidad de Carolina del Norte
Una de las prácticas quirúrgicas más frecuentes para facilitar el parto tiene muchos más riesgos que ventajas. Investigadores del Centro para la Salud femenina de la Universidad de Carolina del Norte han publicado un estudio, que recoge The Washington Post, en el que se afirma que la episiotomía produce más dolor, prolonga la convalecencia de las parturientas, aumenta el riesgo de posteriores dificultades sexuales y no reduce el de incontinencia.
La episiotomía es un procedimiento mediante el cual se hace una incisión en el perineo, el área que se ubica entre la vagina y el ano, para facilitar las labores de parto. Este tipo de operación se viene practicando desde 1920, cuando los ginecólogos obstetras de mayor reconocimiento en el mundo declararon que cortar el perineo era la mejor opción tanto para el bebé como la madre. Sin respaldo de las investigaciones necesaria, los médicos decían que la operación protegía a la gestante contra desgarros musculares, incontinencia y debilidad de la región perineal, al tiempo que facilitaba enormemente la labor de parto.
Práctica corriente
"Las pruebas son claras: el uso rutinario de la episiotomía no está sustentado por los investigadores y debe detenerse", ha afirmado Catherine E. Hartmann, directora del centro que ha elaborado el estudio. Sus conclusiones han sido publicadas en la prestigioso Journal of the American Medical Association. "Las mujeres deben conocer esta información para hablar con sus responsables médicos antes del parto", ha asegurado Hartmann.
Otros expertos consultados por The Washington Post coinciden con las conclusiones generales del estudio. Según Laura Riley, directora de ginecología del Hospital General de Boston, en Massachussets, ha afirmado que muchas prácticas se convierten en habituales y son incorporadas por la tradición médica sin que su utilidad haya sido contrastada.
El número de episiotomías comenzó a decrecer en EE UU en 1980 cuando los estudios empezaron a cuestionar su utilidad. Sin embargo, se calcula que todavía un millón de mujeres al año son sometidas a esta intervención, más frecuente que la histerectomía o la cesárea. En total, entre el 70 y el 80% de las madres primerizas, pasan por este trámite quirúrgico.
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