Los dueños de una granja japonesa que ocultaron un brote de 'gripe del pollo', se suicidan
Las autoridades encuentran, por primera vez, varios cuervos muertos por el virus que podrían haberse contagiado al alimentarse en dicha granja
El dueño de la granja japonesa en la que a finales de febrero se detectó el tercer brote de gripe aviar en Japón y su esposa han aparecido muertos esta mañana, ahorcados en un árbol, en lo que la policía ha confirmado como un suicidio.
El propietario de la granja Asada Funai, Hajimu Asada, de 67 años de edad, había sido duramente criticado por no informar a tiempo de que miles de pollos habían muerto en una de sus granjas de Kioto en extrañas condiciones. Las autoridades estudiaban presentar cargos formales contra Hajimu Asada, por haber facilitado la propagación de la plaga a otras zonas. La carne de sus pollos así como los huevos producidos en sus granjas fueron distribuidos a 23 provincias japonesas incluso después de haberse hecho público que el virus aviar había sido detectado en sus corrales.
Un empleado de la granja Asada Funai ha encontrado esta mañana a Asada y a su esposa Chisako, de 64 años, colgados por el cuello, juntos y de espaldas, de un árbol en la granja de Himeji, en la provincia de Hyogo. La policía ha encontrado en la cocina de la casa una nota manuscrita en la que Asada pedía perdón por las molestias que había causado.
Epidemia difícilmente controlable
Las autoridades de Kioto han confirmado además que dos cuervos encontrados muertos la semana pasada estaban infectados con la peligrosa cepa del virus H5 de la gripe del pollo. El Ministerio de Agricultura sopesa la posibilidad de que los cuervos hayan contraído la enfermedad tras alimentarse en la granja Asada Funai. Se trata del primer caso descubierto de aves silvestres portadoras de la enfermedad, por lo que se teme que la epidemia pueda volverse difícilmente controlable.
No se conoce en el mundo un precedente de contagio de cuervos. Las autoridades de Kioto tienen listo un programa para su extermino debido a su elevado número.
La semana pasada la Asociación Japonesa de Granjas destituyó a Asada como vicepresidente de la organización nacional por los problemas que su conducta creó a consumidores y productores. La granja Asada Funai, de Kioto, denunció el 27 de febrero las muertes de miles de pollos, pero sólo una semana después de haber detectado que los animales se apilaban muertos en los corrales, por causas que Asada atribuyó a infecciones intestinales y que luego los análisis revelaron que era la gripe aviar.
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