Un tercio de los infectados por sida son jóvenes que desconocen ser seropositivos

Unos 40 millones de personas se calcula que viven en este momento infectadas por el virus del sida, cuyas nuevas víctimas son sobre todo adultos jóvenes, siendo las mujeres las más vulnerables, según el último informe de la ONU.

Cerca de una tercera parte de esa personas seropositivas tienen entre 15 y 24 años, y en su mayoría no saben que son portadoras del virus de la hasta ahora fatal enfermedad, señala el informe del programa de las Naciones Unidas contra el sida, ONUSIDA, presentado hoy en Ginebra.

Desde que estalló la epidemia, más de sesenta millones de personas se han contagiado, y el sida ha pasado a ser la principal causa de mortalidad en el Africa subsahariana, mientras que en todo el mundo ocupa ya la cuarta posición.

Primera causa de mortalidad en África

Más de 2,3 millones de africanos han muerto de sida este año, y con los 3.4 millones de nuevas infecciones que se calculan en el 2000, hay en la actualidad 28,1 millones infectados en el continente negro.

Algunas partes del Africa austral han alcanzado el nivel de

Botsuana, según la ONU, con índices de prevalencia entre las mujeres embarazadas que superan el 30%, y en Africa occidental, al menos cinco países sufren epidemias graves con una prevalencia entre los adultos de más del 5%.

El Caribe es, después del Africa subsahariana, la región más afectada con un índice de contagio medio del 2%, mientras que las tasas nacionales de prevalencia son relativamente bajas en buena parte de los países de América del Sur y Central.

Esas cifras ocultan, sin embargo, el hecho de que la epidemia se ha instalado firmemente entre grupos de población específicos, pero los países afectados pueden evitar epidemias de mayor envergadura intensificando sus respuestas inmediatamente, aconseja la ONU.

Incremento de casos en Rusia

Europa oriental, y especialmente Rusia sigue teniendo la epidemia de crecimiento más rápido del mundo: sólo en el 2001 se calcula que en esa región se produjeron 250.000 nuevas infecciones, lo que elevó a un millón el número de seropositivos.

Habida cuenta de las elevadas proporciones de otras infecciones de transmisión sexual y de los altos índices de consumo de drogas intravenosas entre los jóvenes, los expertos de ONUSIDA creen que la epidemia aumentará considerablemente en el Este de Europa.

En Asia y el Pacífico se calcula que hay actualmente 7,1 millones de seropositivos, y sólo este año la epidemia se ha cobrado 435.000 vidas en toda esa región, señala el informe de la ONU, según el cual las tasas nacionales de prevalencia aparentemente bajas que presentan muchos países de la región son "peligrosamente engañosas".

Esas cifra ocultan epidemias localizadas en diferentes zonas, incluidos algunos de los países más poblados del mundo, y existe un agrave amenaza de epidemias importantes, aunque programas de prevención como los aplicados en Camboya y Tailandia están sirviendo para mantener a raya la epidemia.

En Oriente Medio y Africa del Norte, se calculan en 440.000 las personas que viven con el virus del sida, aunque la epidemia progresa sobre todo en Yibuti, Somalia y Sudán, y pese a que las cifras absolutas siguen siendo bajas, se detecta un número creciente de casos en Irán, Libia y Pakistán.

En los países ricos, más de 75.000 personas se contagiaron con el virus sólo este año, aunque el total de los seropositivos llega a 1,5 millones. Han aparecido nuevos indicios del aumento de las tasas de infección en Norteamérica, algunos países de Europa y Australia.

Falta de información

Las relaciones sexuales peligrosas, que se manifiestan en brotes epidémicos de infecciones de transmisión sexual, y el consumo generalizado de drogas por vía intravenosa propulsan esas epidemias, que se están desplazando al mismo tiempo hacia los grupos de población más desfavorecidos.

La ONU advierte del peligro de un exceso de confianza en los países donde las tasas de prevalencia son todavía bajas y señala que los jóvenes deben ser una prioridad en el frente preventivo.

Tras veinte años de epidemia, millones de jóvenes saben muy poco, si acaso saben algo, del sida, y así en una docena de países que incluyen a Bolivia, la República Dominicana o Botsuana, no han oído hablar nunca de la enfermedad o tienen graves ideas erróneas sobre su modo de transmisión.