¿Por qué hay personas que nunca muestran a su pareja en redes?
Un tiempos de hiperconexión y visibilidad máxima el móvil se convierte en una fuente de conflicto en las parejas y la presencia en redes de un interés romántico conlleva muchas implicaciones
”El año más rápido de mi vida. Ojalá te hubiera conocido antes. Te amo por siempre”. Con este mensaje, la cantante, actriz e ídolo centenial Dove Cameron celebraba hace unos días su primer año junto al italiano Damiano David, cantante del exitoso grupo de rock Maneskin. Una declaración de amor al servicio de los tiempos, un mensaje romántico acompañado de fotos y vídeos de la pareja que no resulta llamativo en la era de la sobreexposición. Brooklyn Beckham y Nicola Peltz dan muestra de su amor a la menor ocasión, ) siguiendo el ejemplo de los Beckham senior (David y Victoria), siempre acaramelados en la pantalla. Selena Gomez, una de las reinas del universo digital, con una cuenta de Instagram que supera los 420 millones de seguidores, no duda en proclamar cuánto quiere al productor Benny Blanco, quien también alude a la polifacética artista en sus redes sociales con frecuencia. De hecho, la relación se confirmó precisamente ahí cuando los fans de Gomez ataron cabos al observar las últimas interacciones de la cantante.
La esfera virtual es, sin duda, el escaparate soñado para los románticos con ganas de gritar su amor a los cuatro vientos. Esta clase de prácticas, que pueden parecer inofensivas e incluso generar algo de gringe a quien no comulga con ello, impactan en un público potencial de decenas de millones de personas, por lo que tienen más consecuencias de lo que se puede imaginar. Mara Mariño es periodista, escritora y terapeuta de pareja en Bienquererse y señala que a día de hoy, sobre todo entre las generaciones más jóvenes, puede experimentarse cierta presión a la hora de “presentar” a la pareja enredes sociales. “Desde que las celebridades utilizan esta vía para confirmar sus relaciones, como consecuencia, se ha popularizado un discurso que vemos en memes o vídeos (en clave de humor), que pueden dar a entender que, si no se hace, es porque tu pareja te esconde de manera deliberada. Para no dejarnos llevar por ideas así, que pueden ser más perjudiciales que otra cosa y sabotearnos la relación, es necesario hacer el trabajo de introspección para saber si es algo que realmente se quiere hacer o es la inercia de que lo hace todo el mundo”. En el otro lado de la balanza están celebridades como Lana del Rey, recientemente casada con Jeremy Dufrene, de quien apenas hay rastro en el perfil de Instagram de la artista, donde sí comparte con sus fans otros aspectos de su vida personal.
El caso Lana del Rey y las parejas que no existen en redes sociales
Se llama Jeremy Dufrene y tiene la extravagante profesión de guía turístico especializado en rutas de caimanes por los pantanos de Luisiana. Hasta hace no mucho, era un completo desconocido. Hoy, su nombre copa titulares de medios de todo el mundo gracias a su boda con la cantante Lana del Rey, a quien dio el sí, quiero el pasado 26 de septiembre. En agosto, cuando la pareja fue vista dela mano en el backstage del Reading and Leeds Festival, donde la neoyorquina fue cabeza de cartel, saltaron los primeros rumores sobre la relación. Hasta entonces, nada se sabía a ciencia cierta porque la artista había optado por mantener el noviazgo en la más estricta intimidad y no había rastro de ellos juntos en sus redes, aunque sí circularon vídeos en TikTok, donde cualquiera con un móvil en la mano y pocos escrúpulos puede desvelar secretos. Igual que Lana del Rey, hay muchas otras parejas famosas ajenas al juego de las redes, celebridades presentes en Instagram o TikTok, pero reacias a mostrar a sus parejas ahí. Es el caso de la modelo Kaia Gerber y el actor Austin Butler, juntos desde 2021; de Suki Waterhouse y Robert Pattinson, pareja desde hace seis años, o Gigi Hadid y Bradley Cooper, a punto de celebrar su primer aniversario. Dado que las aplicaciones de interacción social forman parte del día a día de millones de personas, su uso trasciende el entretenimiento e interfiere en cualquier otro aspecto de la vida (recordemos que las redes sociales se están convirtiendo en tema de conversación incluso en los casos de divorcio cuando hay hijos menores de por medio.
En el caso de la pareja, el hecho de elegir si mostrar o no esa parte de nuestra vida a nuestros seguidores, por pocos que sean, puede dar pie a situaciones de todo tipo. “Teniendo en cuenta la importancia que damos a las redes sociales a día de hoy, lo esperable es que cuando tu pareja forma parte de tu vida también forme parte de tu vida ‘virtual’. No obstante, hay personas que, por motivos como miedo al fracaso de la relación y al qué dirán, por preservar la intimidad o por no ‘cerrar puertas’, prefieren no hacerlo”, comenta María Magdalena Orosan, psicóloga y sexóloga en Madrid y miembro de Top Doctors. La relación no debería depender de si se aparece o no en una foto” y añade cómo todos “conocemos parejas que derrochan romanticismo en redes sociales y en la vida real nada”.
Bajo el punto de vista de Mariño, existen multitud de motivos por los que una persona activa en redes sociales decida no compartir publicaciones relacionadas con su pareja: “Puede ser por varias razones: que la persona no quiera compartir su esfera más íntima para trazar una línea en torno a su vida personal, preferir que se mantenga ajena a aquellas personas que no son del círculo cercano, porque la relación es algo que acaba de empezar y aún no se está en el punto de anunciarlo’, que la otra persona haya puesto un límite y no quiera salir ahí…”.
Por supuesto, insiste la experta, decidir obviar esa parte de la vida “no es algo malo en sí mismo porque el debate acerca de la privacidad es algo clave a día de hoy que todo está tan expuesto”. Ante la duda, recomienda “tener una conversación para saber en qué punto se está al respecto y cuáles son los motivos”. En este punto coincide Orosan: ”Quizás sea el momento de dejar de pensar en el qué dirán y ser honestos con uno mismo y con nuestro entorno, dejándonos fluir y sentir. No pasa nada si sientes que todavía no es el momento. Tampoco pasa nada si compartes momentos juntos y la relación no dura para siempre. Intenta encontrar un equilibrio para que ambos os sintáis cómodos y procurad cuidar la comunicación, permitiéndoos hablar sobre cómo os sentís con la situación y así llegar a un acuerdo al respecto”.
Tener opiniones enfrentadas acerca de si compartir o no fotografías de la pareja es la punta del iceberg de la larga lista de problemas que pueden acarrear las redes sociales en el campo de las relaciones románticas. Según un estudio publicado en mayo de 2020 por el centro de investigaciones Pew Research Center, el 51% de las personas encuestadas afirmaban que su pareja se distraía con frecuencia mirando el móvil al tratar de mantener una conversación. Y el 40% aseguraba estar molesta por la cantidad de tiempo que su compañero o compañera dedicaba al teléfono móvil, ya fuera en redes sociales u otras aplicaciones. Y eso sin adentrarnos en otros terrenos peligrosos, como es el control de la pareja a través del móvil, censurar lo que pública en sus redes y otros casos de violencia de género digital. La decisión de mostrar o no a un compañero de vida en redes puede tener muchos significados. Cada pareja es quien decide cuál.
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