Elio Berhanyer vuelve a la moda de la mano de sus hijos y bajo la dirección creativa de Otrura

Cuando la crisis económica le obligó a cerrar su taller, en 2011, muchas figuras relevantes de la moda nacional pidieron que se apoyara a Elio Berhanyer, el último gran referente del diseño español. Dejaba atrás más de un centenar de colecciones y más de veinte mil prendas de alta costura. Después llegaron los premios y los homenajes, y el creador cordobés se planteó resucitar su firma. Murió en enero de 2019, antes de poder hacerlo. “Sus hijos nos contactaron hace casi dos años, pero en aquel momento no nos sentimos preparados”, explica Sergio de Lázaro, director creativo de Otrura, una de las firmas de autor más relevantes del panorama nacional actual. “En abril nos decidimos a ir a por ello”.

Elio Berhanyer vuelve a la pasarela, con una colección debut firmada por Lázaro que verá la luz el próximo febrero durante la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid. “Es el gran nombre español que faltaba por recuperar”, comenta el diseñador, refiriéndose a Rabanne, Pertegaz o Jesús del Pozo. “Sus hijos han puesto mucho empeño en ello. Lo primero que hicieron fue recuperar las licencias que la marca tenía repartidas por distintas empresas; una vez que se hicieron con el control, empezaron a poner en marcha la vuelta de la firma”, relata Verónica Abián, cofundadora de Otrura, que ejercerá como directora de comunicación en la firma.

Lo primero que hicieron de Lázaro y Abián tras firmar el contrato fue iniciar una colaboración con el Museo del Traje para restaurar, recatalogar el archivo, “y enmarcarlo temporalmente. Elio diseñó sin descanso durante más de medio siglo y es importante saber a qué época aproximada pertenece cada pieza”, cuentan. También están digitalizando los patrones porque pretenden que ese legado “quede ahí, accesible a todo el mundo, al margen de que nosotros sigamos o no con la firma en el futuro”.

Berhanyer fue, con permiso de Balenciaga (con quien rechazó trabajar en París), el diseñador español más moderno del siglo XX. No solo por sus piezas de corte arquitectónico o su osadía (fue de los primeros en ‘importar’ la minifalda); cuando otros grandes nombres de la alta costura española tuvieron que cerrar sus talleres en los años setenta, él ya se había pasado al prêt à porter: “Me ha sorprendido la cantidad de líneas comerciales que tenía, no era muy habitual en aquella época, en España, tener tan claro el negocio de la moda. También he descubierto cómo todo lo que hacía estaba confeccionado de tal forma que se podía arreglar fácilmente, meter la sisa, la cintura.... tenía una visión de su ropa a largo plazo”, explica Sergio de Lázaro.

Sin embargo, Otrura no se plantea este reto como una continuación literal del legado del cordobés. Para eso está la recuperación que están llevando a cabo del archivo. “Tenemos la intención de incluir en cada desfile una reproducción de una pieza concreta de Elio, para probar su continuidad en el presente. Pero creo que no nos han elegido para ser literales, sino para recuperar el espíritu de la firma”, opina. “Quizá en este momento, Elio estaría interesado en hacer zapatillas, por ejemplo. No tiene sentido jugar con los mismos códigos que hace décadas”, añade Abián.

Otrura, que ganó el premio a la mejor colección de la pasarela madrileña en 2021, se define como una “casa de costura”, para enfatizar el hecho de la importancia de la artesanía y la construcción real de la prenda por encima de cualquier otro intangible de marca. Sus piezas, repletas de matices, militan dentro de la sastrería contemporánea y reivindican, a través del retor y las toiles, el proceso por encima del resultado final. De ahí que sus colecciones se denominen ‘movimientos’, dando a entender que son cambios dentro de un continuo y no meras novedades estacionales. “No podemos prescindir de lo que somos, es imposible. Así que afrontamos este reto como una recontextualización del legado de Elio Berhanyer desde nuestra visión. Siempre nos basamos en temas sociales a la hora de presentar las colecciones y no vamos a dejar de hacerlo. Como tampoco vamos a dejar de hacer prendas sin género”, afirma Sergio. Ni, por supuesto, van a dejar de lado Otrura, aunque esta temporada no desfilen dentro del calendario. “Presentamos la colección en Nueva York el pasado septiembre y ahora estamos centrados en internacionalizarnos poco a poco, sin prisa, con puntos de venta fuera de España. Era lo que nos tocaba después de estos años”, cuentan.

Verónica y Sergio encaran el desafío de resucitar Elio Berhanyer “con respeto, y dándonos tiempo, que es algo poco frecuente pero muy necesario en la moda. Tiempo para descubrir y pensar”, dicen. Berhanyer pasó mucho tiempo convencido del potencial del diseño español. Por eso declinó ofertas para establecerse en París o en Nueva York. En 1998 fue uno de los impulsores de la Asociación de creadores de moda de España (ACME), que hoy sigue apoyando a buena parte del talento nacional. De algún modo, el sector tiene una enorme deuda con su legado, “y somos conscientes de que no tenemos la infraestructura de Rabanne o de Balenciaga (hoy parte de los grupos empresariales Puig y Kering, respectivamente) pero recuperar su firma es un ejercicio de respeto. España brilló con grandes nombres que fueron muy importantes, dentro y fuera, y deberíamos saber reivindicarlos”.