“Se trata de que el diseño llegue a quien no se lo pueda permitir”: por qué Rabanne y H&M colaboran justo ahora
Es la última marca en aliarse con el gigante textil. Su diseñador, Julien Dossena, explica por qué es tan importante que su visión llegue a un público más amplio. La colección sale el 9 de noviembre
Vestidos de flores con detalles dorados, chaquetas circenses, botas plateadas, conjuntos de punto, estampados art déco y, por supuesto, vestidos de malla metálica. El showroom de Rabanne, al lado de los Campos Elíseos, no exhibe esta vez la colección de invierno de la marca, sino una especie de retrospectiva de Julien Dossena, su director artístico desde hace una década. Pero no es un homenaje a sus grandes hitos, o no completamente. “Creo que una de las mejores cosas que le pueden pasar a un diseñador es saber que, al menos una vez en la vida, sus diseños los puede llevar todo el mundo que quiera llevarlos”, comenta Dossena. A su lado, en una de las salas de las oficinas, Ann-Sophie Johansson, consejera creativa de H&M, se muestra orgullosa. “Nosotros tenemos una lista de deseos desde hace años, y Rabanne estaba en ella. No solo por su legado, que todo el mundo conoce, sino también por el increíble trabajo que está haciendo Julien en la casa, que cada vez es más relevante, y su idea única de expresar el poder femenino”, comenta la diseñadora sueca aludiendo a ese peculiar imaginario de Dossena en el que coinciden las heroínas de la ciencia ficción, Juana de Arco o las flappers de entreguerras.
H&M lleva casi 20 años lanzando colecciones limitadas con diseñadores famosos. Fueron, de hecho, los que inventaron la estrategia en 2004, cuando Karl Lagerfeld, acostumbrado a diseñar para casi todo el mundo, decidió también hacerlo para ellos. Pero nunca se han replegado únicamente a nombres comerciales: han colaborado con Comme des Garçons, Viktor&Rolf o Martin Margiela, entre otros. Es la primera vez, sin embargo, que una enseña propiedad del grupo Puig se presta a hacerlo. Y de una forma tan literal, además. Porque en estas dos décadas, las colaboraciones de la enseña sueca eran una especie de ‘destilado’ de la identidad del creador de turno, trasladada a prendas más populares. Esta vez, sin embargo, un experto en moda podría identificar en qué colección de Rabanne se inspira cada prenda. Hasta hay una versión de los tocados inspirados en Juan de Arco de su colección de otoño de 2020. “Desde el principio estuvimos en sintonía”, relata Dossena, “por supuesto empezamos trabajando con el metal, pero en ningún momento se habló de rebajar ningún aspecto o ninguna idea, queríamos que tuviera la misma fuerza y partiera de las mismas ideas con las que yo trabajo”, algo que en esta conversación Johansson resume como “el diseñador está presente”, aludiendo la famosa performance de Marina Abramovic: “De lo que se trata es de que el creador se sienta cómodo y pueda hacer llegar su trabajo a la gente que no se lo puede permitir”, añade.
Lo cierto es que en estos últimos años las redes han borrado las fronteras entre lo nicho y lo popular, viralizando productos de diseñadores que antes eran considerados solo aptos para minorías, no solo por el precio (eso por supuesto no ha cambiado), sino también por su estética, antes solo restringida a ciertos círculos. El Rabanne de Dossena es uno de esos casos. Sus prendas, que transitan entre lo decimonónico y lo tecnológico, se han convertido en un reclamo ubicuo en TikTok, pero en el mundo analógico es difícil acceder a ellas porque, a diferencia de los accesorios, suelen producirse muy pocas unidades. “Y es cierto que quizá no inviertes tanto en un bolso por ejemplo como en una prenda. O no es tan fácil llegar a ellas, por eso me enorgullece que con esta colaboración se pueda llegar más fácilmente a mi visión del diseño. Incluso pienso en la gente que admira el trabajo de Paco Rabanne, las piezas metálicas. Es verdad que no es una prenda de archivo, pero pueden llevar puesto algo muy similar”, explica Dossena.
La colaboración llega unos meses después de que Rabanne anunciara, el pasado junio, que cambiaba su logotipo y prescindía del Paco, el nombre de su fundador, fallecido en febrero, para “tener un espíritu más internacional en un momento crucial para la casa, en el que la moda y la belleza se unen en una firma y un estilo de vida únicos”, contaban en el comunicado. En las últimas décadas, y pese a que Dossena es uno de esos nombres respetados por la crítica y venerados por las celebridades, las fragancias han eclipsado la línea de moda, que se ha mantenido anclada en el imaginario popular a esos diseños metálicos de los años sesenta y setenta. No es casual, entonces, que esta colaboración sea un resumen de sus diseños más celebrados en estos 10 años en la enseña o que durante esta conversación Dossena hable del “estilo de vida global”, que define su aproximación al diseño. Como tampoco lo es que esta colección incluya por primera vez, tanto en la historia de H&M como en la de Rabanne, productos de decoración, de bandejas a lámparas o mesas. Algo que el diseñador, arquitecto de formación, ha disfrutado especialmente y le gustaría seguir desarrollando: “Trabajar con los equipos de decoración me ha enseñado muchísimo, y me he dado cuenta de que es relativamente sencillo trasladar el universo de Rabanne a los objetos. Cada vez prestamos más atención a la decoración. Puede que haya gente que no se vea a sí misma con una prenda de Rabanne, pero sí con algo de la marca en su casa”, opina. En la colección, a la venta el 9 de noviembre y “que se ha confeccionado a la manera de Dossena, lo que ha sido todo un reto, porque hemos trabajado con materiales que no solemos utilizar”, remarca Johansson, hay productos y precios para todos los gustos, de los 30 euros de una vela a los 400 de un vestido largo moldeado con grandes (y muy ligeras) lentejuelas metálicas. “Tengo especial predilección por el abrigo de corte militar y pelo sintético. Es una pieza de sastrería que te puedes poner todos los días, pero con el sello de Rabanne”, explica Dossena. H&M refuerza su apuesta por ofrecer diseño de vanguardia y Rabanne se abre a públicos más amplios que no estaban familiarizados con su línea de moda. Las colaboraciones entre lujo y gran distribución han dado otra vuelta de tuerca.
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