Amigos ‘yo, yo, yo’: cómo reaccionar ante quienes solo hablan de sí mismos
Este tipo de amistades tienen varios nombres, pero un comportamiento muy claro: han encontrado en la amistad un lugar en el que exponer sus problemas, vivencias y anécdotas sin apenas escuchar las del otro. ¿Tienen sentido estas relaciones tan desequilibradas?
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“En cuanto me manda un WhatsApp preguntándome cómo estoy, sé que es una excusa para hablarme “de su libro”. En cuanto empiezo a contarle algo, me corta para llevarlo todo a su terreno”, explica a S Moda Mónica P., comercial. La periodista Alison Wood Brooks ha llamado a este comportamiento boomerasking. “Lo que parecía una expresión genuina de interés en el otro de repente cambia y se convierte en una oportunidad para que su colega se jacte, se queje o simplemente, comparta cosas sobre sí mismo. A esta táctica la llamo boomerasking y ocurre constantemente”, explica en Wall Street Journal. “Los ‘amigos yo, yo, yo’ hacen una pregunta, dejan que su contraparte responda e inmediatamente ponen el foco de la conversación en ellos mismos. Intentan lograr dos objetivos contradictorios a la vez: mostrar interés en el otro y revelar algo sobre ellos mismos. Sin embargo, no logran alcanzar ninguno de los dos objetivos”, advierte.
“A mi amiga últimamente le han pasado cosas terribles, pero eso no quiere decir que a los demás no nos ocurran cosas malas. Aunque es atenta, necesita vivir con el drama. Da igual lo que me pase: siempre será peor lo suyo. Cuando le intento contar algo, me corta para contarme su historia. Ya no me siento con libertad para contarle nada, porque parece que tengo que pedir perdón porque algunas facetas de mi vida estén en una mejor situación que las suyas. La amistad consiste en que cada una pueda compartir sus problemas y en este caso, es imposible”, continúa explicando Mónica P.
Alba Cardalda, autora de Cómo dejar de ser tu peor enemigo (Vergara, 2024), comenta que es normal que cuando un amigo pasa por un mal momento, la conversación se centre en él, pues en esos momentos, las personas necesitan apoyo, consuelo y a menudo, hablar de lo que les ocurre para procesar lo que están viviendo. “Como amigas, debemos ser conscientes de este contexto. Sin embargo, si esto se convirtiera en un patrón donde nosotras nos quedamos sin ningún tipo de espacio para hablar o compartir nuestras emociones, podemos hacer algunas cosas combinando empatía con expresar nuestras necesidades. Cuando nuestro amigo está pasando por un mal momento, lo primero es darle espacio para que hable. Le escucharemos con empatía y activamente. Si ves que la conversación siempre se centra en él, es sano para ambos hacer un giro en la conversación. Por un lado, para que una vez se haya expresado y “descargado” emocionalmente, salga de pensamientos obsesivos y centrar así su atención en algo que le alivie fuera de su sufrimiento. Y será bueno para ti, pues también necesitas expresarte”, explica. “Es importante mantener el equilibrio emocional, pero no siempre es necesario que ocurra en ese preciso momento. Más bien debemos tener una perspectiva amplia que contemple todos los años de relación. La amistad debe ser un espacio donde ambas parten puedan compartir sus vivencias, sin perder de vista el cuidado mutuo”, señala.
Tipología de amigos ‘yo, yo, yo’
En realidad, hay dos tipos de amigos que se comportan de esta manera. Los que se dan cuenta y los que no son conscientes de ello. Alicia González, autora del libro Parejas mejores (Montena, 2025), señala que los últimos están atrapados en su propio ruido mental. “No significa que no les importe lo que dices, es que simplemente no tienen la capacidad en ese momento de salir de su burbuja. Los que sí lo saben, pero lo hacen igual, suelen verlo como algo normal, priorizan su necesidad de desahogarse sobre el equilibrio en la conversación. La diferencia está en la intención: unos lo hacen sin querer, otros sin importarles demasiado”, asegura.
Alba Cardalda añade que quienes se dan cuenta lo hacen porque priorizan sus necesidades por encima de las de los demás por diferentes motivos. “Puede ser por egoísmo o egocentrismo, por inseguridad o por una necesidad constante de sentirse validados por el resto. Saben que no te están dejando hablar, pero su urgencia por ser el centro de atención pesa más”, explica. Comenta que una manera de diferenciar a unos y otros es observar cómo reaccionan cuando se les intenta contar algo importante. “Si interrumpen sin mala intención y luego se disculpan o intentan volver a tu tema, es posible que simplemente no sean conscientes. Además, cuando se les dice con cariño que no dejan hablar, intentan cambiarlo. En cambio, cuando ante esa misma situación cambian el foco de la conversación hacia ellos una y otra vez sin prestar atención a lo que dices, hay un patrón más egoísta”, dice.
Cómo actuar
Aunque compartir cosas de uno mismo es una clara señal de cercanía que indica que confianza en el otro, amén de ser la forma mediante la que los demás moldeen la impresión de quien comparte sus andanzas, problemas o impresiones, para que una conversación lo sea ha de haber un viaje informativo de ida y vuelta, y cuando una de las partes imposibilita que así sea, es importante hacérselo saber. “Hay que hacerlo con honestidad y sin atacar. En lugar de “siempre hablas de ti”, podemos probar a decir algo como “A veces siento que cuando te cuento algo no llegamos a profundizar, ¿te has dado cuenta?”. Esto abre espacio para que reflexione sin ponerse a la defensiva. Si es una amistad sana, lo entenderá. Si no, quizá toque replantearse qué espacio ocupa en tu vida”, dice González. “Las amistades también pueden desgastarse, descompensarse y doler si no se cuidan bien. La reciprocidad, la comunicación y los límites son tan necesarios como en cualquier otra relación. Si no expresamos lo que nos molesta o lo que necesitamos, nos vamos desconectando hasta que un día, sin previo aviso, dejamos de estar”, añade.
Podemos llamar a estos amigos de muchas maneras: boomerasking, amigos reply only o personas ‘yo, yo, yo’, pero al final, lo fundamental es hacerles saber que este desequilibrio conversacional afecta a la amistad para así, mejorar la relación. “Al final la amistad se trata de encontrar el equilibrio entre que ambas personas se sientan cómodas, apoyadas y cuidadas. La clave en este tipo de conversaciones está en la empatía, la comunicación asertiva y en elegir el momento adecuado”, dice Cardalda. Y si nada funciona, es importante recordar que, como ocurre con las relaciones amorosas, no todas las amistades son para siempre, por lo que quizás haya llegado el momento de poner fin a esa amistad tan desequilibrada. Porque, como dice Alicia González, “no por ser amigos hay que tragarlo todo”.
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