Cómo enfrentarse al ‘ennui’, el ‘nuevo’ sentimiento que Pixar incluye en ‘Del Revés 2′
La inclusión de esta singular emoción que aparece en ‘Del Revés 2′, secuela de la exitosa película de Disney, ha despertado la curiosidad por su significado y origen. Dos expertas nos explican sus síntomas, alcance y consejos para sobrellevarla si aparece en nuestra vida.
Se ha convertido en uno de los términos de moda en los últimos días. “¿Qué es ennui?”, se preguntan decenas de usuarios desconocedores de esta palabra de origen francés cuya presencia en las redes sociales no hace sino multiplicarse. Aunque su viralización creciente viene de largo, el lanzamiento del tráiler de la nueva película de Disney y Pixar, la secuela de la exitosa Del Revés, ha terminado por desbordar la curiosidad. En él, se presentan las cuatro nuevas emociones que formarán parte de la vida adolescente de la protagonista, Riley, en el filme. A emociones tan ‘populares’ como Vergüenza, Ansiedad o Envidia se le sumará también Ennui, una adolescente de color violeta, carácter apático y mirada lánguida dirigida hacia su móvil. Con acento francés –su dobladora en la versión original es la actriz Adele Exarchopoulos (La vida de Adele)–, contesta al desconcierto de los demás personajes: “Es lo que vosotros llamaríais aburrimiento”.
El desconocimiento de la palabra ha provocado el desconcierto en muchos usuarios, que se preguntan por qué no se ha buscado una alternativa en castellano y ofrecen opciones como ‘tedio’, ‘hastío’ o ‘apatía’. Preguntados por este medio, desde Disney España aseguran que la decisión de no traducir el término al castellano busca “ser fiel a la intención original ya que en la versión en inglés de la película tampoco se traduce”. Su apuesta por resaltar la apatía adolescente no es nueva. Ya en 2015, cuando se estrenó Del Revés, sus responsables confesaron que habían caracterizado hasta 26 emociones y que una de las que estuvo a punto de entrar en el quinteto finalista –junto a Alegría, Tristeza, Ira, Asco y Miedo– fue Ennui. ¿Traducirla como ‘aburrimiento’ simplificaría en exceso un vocablo polimorfo con raíces extensas y pretéritas en la cultura francesa? ¿Qué tiene de especial el ennui para que Disney haya decidido exportar esta emoción a un público global?
“L’ennui es una emoción que se manifiesta fisiológicamente como un bajón de energía y una somnolencia generalizada y, psicológicamente, como una sensación de vacío y hastío provocada por la ociosidad y un cambio en la forma de percibir el tiempo que parece estirarse”, explica a S Moda la psicóloga Laurence Parnier, que la considera una emoción universal y esencial. “Aparece cuando el individuo es incapaz de realizar una actividad satisfactoria, en un contexto poco estimulante y en la que surge una falta de compromiso, interés, implicación y sentido”. Christine Lebriez, psicóloga y coach, ha trabajado directamente con pacientes que mostraban síntomas claros de esta condición. “Suelen describir una sensación persistente de aburrimiento, falta de interés en actividades cotidianas y una pérdida de motivación en su vida”, apunta. A la experta, no le sorprende la inclusión de la emoción en la próxima película de Disney: “El aburrimiento es más común de lo que podamos imaginar en la sociedad moderna. La continúa exposición a la tecnología y la sobreestimulación constante pueden contribuir a este fenómeno, así como que en la sociedad actual está sobrevalorada la productividad, la conexión digital y el entretenimiento. Es un estado muy típico del momento en el que vivimos”.
El ennui toma popularidad y significación en la cultura francesa durante el siglo XIX, con una especial fuerza en la literatura y la política. Alphonse De Lamartine, exministro de Asuntos Exteriores del país galo, advirtió al Parlamento en 1839 que “Francia es un país que se aburre”. Baudelaire también escribió sobre la emoción y el poeta Théophile Gautier pronunció aquello de “antes la barbarie que el ennui”. George Steiner sugirió que ese tedio insoportable que se había apoderado de Francia y de Europa, carente de épica y conflicto hasta principios del siglo XX, fue uno de los motivos que acabó impulsando la I Guerra Mundial. A medio camino entre la patología y una expresión poética y romántica, el ennui también se manifiesta en las protagonistas de novelas como La Regenta o Madame Bovary y evoluciona hacia el vacío existencial de los antihéroes de Kafka, Sartre o Camus.
Pero lejos de ser exclusivo del espíritu francés, este fenómeno puede manifestarse en personas de diferentes culturas y contextos sociales. Así lo asegura Lebriez: “Los sentimientos de aburrimiento y desmotivación son experiencias comunes que pueden surgir en cualquier momento de nuestra vida. La generación millennial no se libra y también puede experimentar el ennui debido a la presión por el éxito, la incertidumbre laboral y la exposición incesante a la tecnología y las redes sociales. Pero es importante destacar que el aburrimiento no afecta por igual a todos los individuos de esta generación –ni de las demás–, pues las experiencias y percepciones varían según los factores personales y el contexto”.
Los datos corroboran sus palabras. En 2016, un estudio desveló que dos de cada tres millennials británicos (nacidos entre mediados de los 80 y el año 2000) se sentían “aburridos de la vida”. El mismo año, el Papa Francisco alertó sobre los crecientes jóvenes “aburridos y aburridores” que parecían “haberse jubilado antes de tiempo”. ‘Procrastinar’, que vive una popularización creciente en el léxico actual, fue una de las candidatas a palabra del año 2018 por la Fundeu. Si una estrategia de marketing bien afilada ha logrado que términos como saudade o hygge traspasen fronteras hasta convertirse en filosofías de estilo de vida dignas de vender millones de libros en todo el mundo, ¿se convertirá el ennui en el nuevo concepto de moda una vez Disney lo haya presentado a millones de espectadores?
Las expertas corroboran que sentir ennui no tiene por qué ser algo malo y que, como cualquier otra emoción, tiene función y propósito si aplicamos un pensamiento positivo. “Es una señal que podemos aprovechar para mejorar”, concluye Parnier. “A la mente no entrenada no le gusta estar sola consigo misma. Por lo tanto, verbaliza lo que te gustaría en el fondo de tu corazón en este momento, pero que no puedes conseguir: ‘¿qué me falta?’, ‘¿con qué me gustaría sentirme bien?’, ‘¿qué me haría vibrar?’, ‘¿qué podría hacer para levantar mi estado de ánimo?’. Haciéndote estas preguntas, podrás hacer un uso positivo de esta emoción desagradable y saber qué hacer para alimentar tu necesidad de sentirte vivo”.
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