El rojo de labios de Taylor Swift que lo aguanta todo: lluvia, besos y tres horas de concierto
Creado por la prestigiosa maquilladora Pat McGrath, el labial permanente de la artista da un nuevo significado al icónico pintalabios carmesí
La historia del pintalabios rojo es un relato cargado de simbolismo en el que se entremezclan el poder, la valentía y la seducción: Cleopatra ya mandaba extraer un pigmento carmín de la cochinilla para reforzar su imagen. Pero si miramos los últimos 100 años, el labial rojo tiene un protagonismo especial cuando hablamos de la vida de las mujeres. En 1912, por ejemplo, las precursoras del movimiento sufragista marcharon por Nueva York con los labios rojos en señal de desafío al patriarcado. Mujeres como Elizabeth Cady Stanton, Charlotte Perkins Gilman y Emmeline Pankhurst, inspiradas por la empresaria de la cosmética Elizabeth Arden, quien les regaló tubos de pintalabios para que utilizaran este color como símbolo de valentía.
Ya en aquella época otra mujer pionera, Coco Chanel, dejó una frase para la historia: “Si estás triste, ponte más pintalabios y ataca”. El rojo de labios había pasado a ser un arma femenina. Y así ha sido en todo este tiempo, tanto que el “lipstick index” (un término acuñado por Leonard Lauder, presidente de Estée Lauder) es capaz de prever una crisis económica por las ventas de pintalabios rojos, y que el labial rojo se ha convertido en un símbolo político gracias a la congresista demócrata estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez.
Ahora al pintalabios rojo se le asocia una nueva propiedad: la de la resistencia. Una resistencia épica, porque armada con su icónico pintalabios rojo Taylor Swift no solo ha conseguido doblar su fortuna hasta los 1.000 millones de dólares con su gira mundial The Eras Tour cuando muchos ninguneaban su poder, sino que además ha desafiado a la industria musical al regrabar sus primeros seis discos y volver a hacerse así dueña de su música. Su pintalabios rojo tiene también una resistencia literal, porque ni los besos entre bambalinas de Travis Kelce, ni la lluvia en unos cuantos conciertos, ni las horas de concierto en su Eras Tour han logrado desvanecer el rojo intenso de los labios de la megaestrella.
El labial rojo es una de las señas de identidad de la artista desde que comenzó su carrera, así que su maquilladora, Lorrie Turk, lo ha querido enfatizar en esta gira. Aunque ninguna de las dos ha confirmado cuál es, todo apunta a que el pintalabios de Taylor Swift es el llamado LiquiLUST Divine Rose II Collection en el tono ELSON de Pat McGrath, según lo identifica Verónica Posé, National Makeup Artist de Sephora. Se trata de “un rojo de subtono azulado mate ultraligero que deja un velo de color aterciopelado. Tiene una textura líquida ultra suave de larga duración que permite tener que reaplicar únicamente las zonas donde surge mayor fricción”, explica esta maquilladora. El de Taylor Swift es un pintalabios hecho para durar: pertenece, de hecho, a la categoría de labiales long-lasting (larga duración)”.
La diferencia entre un pintalabios convencional y uno de este tipo “está en los ingredientes y concentraciones de los mismos”, explica Varónica Posé: “Por ejemplo, los labiales convencionales pueden variar en la concentración de pigmentos y en la función de hidratación; entretanto los labiales long-lasting son labiales que tienen mayor concentración de pigmentos, mayor concentración de ceras y menor concentración de aceites hidratantes”.
De hecho, la manera de diferenciar un labial permanente de buena calidad de otro inferior no está tanto en su precio como en la letra pequeña: la lista de los ingredientes que contiene. “Hay una gran diferencia entre un labial bueno y uno de baja calidad: normalmente una buena marca invierte en aceites ricos y en ingredientes de tratamiento para el labio. Los low cost a menudo centran su inversión en la pigmentación, para que parezca que tienen un buen color, pero más allá de eso, no están aportando nada al cuidado de la piel del labio”, comenta Ana Pajares, maquilladora profesional de revistas, series y televisión.
Lo primero que llama la atención de un labial permanente es su durabilidad: “¡Lo resisten todo! ¡Eso es así! Agua, besos, arena, un tocarte el labio sin querer… y eso sigue ahí plantado” comenta Ana Pajares. Por eso, cuenta, es perfecto para eventos largos y para situaciones en las que el maquillaje debe estar perfecto y no sabes cuándo lo vas a poder retocar: “Yo por ejemplo lo he utilizado cuando Lara Álvarez saltaba desde el helicóptero en Supervivientes y para grabaciones en piscinas o playas”. Una de las ventajas que tiene es que no exige apenas retoques: “Solo se desvanece un poco la parte interior del labio, la que está más en contacto con la saliva, así que en el caso de querer retocar solo hay que hacerlo en esa parte porque si no se puede quedar un efecto de sequedad en el labio”, recomienda.
Otra de las grandes diferencias de estos labiales es su textura: “Los pintalabios clásicos los puedes encontrar en textura líquida, cremosa, gel, con esponja, en barra… los labiales fijos suelen ser texturas más líquidas que se secan cuando los fijas en el labio”, explica Ana Pajares. La sensación al utilizar uno de estos es diferente y a veces puede resultar un poco incómoda, por eso muchas marcas incluyen un segundo producto, un brillo hidratante, que se aplica por encima una vez el color esté seco.
El labial que lleva Taylor Swift en su gira es un tótem en este universo porque está firmado por Pat McGrath, conocida como la gran dama del maquillaje y probablemente la maquilladora más prestigiosa y respetada del mundo, entre cuyos logros ya estaban hazañas como la creación del maquillaje para miles de desfiles, cientos de campañas y otras tantas portadas o la definición de la belleza de una época y el desarrollo de divisiones de color para firmas como Giorgio Armani, Gucci o Dolce & Gabbana. Ahora, además, firma el rojo de labios más comentado en redes sociales del momento.
Casi todas las marcas de maquillaje han lanzado labiales fijos en los últimos años: “Para mí, los top desde siempre son los de M·A·C, hay una variedad increíble de tonos y son tan fijos que, como truco, los puedes usar de eyeliner”, cuenta Ana Pajares. Entre sus favoritos están también los de Fenty y Huda Beauty, “con unos tintes de labios que duran la misma vida, quizá con menos cobertura pero duran muchísimo. Es lo último en labiales y a veces lo que hacemos los maquilladores es usarlos solo para perfilar el labio y que dure más el perfilado. ¡Los 90 pegan fuerte!”, comenta esta experta.
La obsesión de Taylor Swift por el lápiz labial rojo comenzó con su primera portada en una revista, allá por 2009, en la cabecera estadounidense de Allure. Al parecer le gustó tanto el rojo que la maquilladora Gucci Westman usó para ella en esa ocasión que salió de la sesión de fotos con su propia barra. A partir de entonces el labio rojo se convirtió en un elemento básico de su imagen, uno que no ha cambiado en ninguna de sus eras.
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