¿Cómo saber qué sujetador deportivo me va bien? Claves de esta prenda esencial en la bolsa de ejercicio
Muchas mujeres usan una talla incorrecta por la falta de información para ajustarlo, la variabilidad de las tallas entre fabricantes y a diseños poco inclusivos
El sujetador deportivo es una prenda imprescindible para millones de mujeres activas, pero poca gente sabe que su historia comenzó en 1977. Fue entonces cuando una diseñadora de ropa frustrada por no encontrar opciones cómodas para correr, decidió coser dos suspensorios y crear el primer prototipo del “Jogbra”. En ese momento, las mujeres empezaban a reclamar su espacio en el deporte, apoyadas por una ley estadounidense de 1972 que prohibía la discriminación de género en las actividades educativas, incluido el deporte. Con más mujeres participando en actividades deportivas, la ciencia empezó a estudiar cómo el ejercicio afectaba a sus cuerpos, y pronto se descubrió algo importante: un buen soporte del pecho no solo mejoraba la comodidad, sino que también ayudaba a reducir el dolor mamario.
Cuando una mujer corre sin un sujetador deportivo adecuado, sus pechos pueden moverse entre 4 y 10 centímetros de arriba a abajo, y en ejercicios como saltos este desplazamiento puede llegar hasta 17 centímetros. Este movimiento está provocado por el impacto al pisar el suelo y puede causar dolor debido a la tensión en el tejido mamario. Pero no solo es un tema vertical, los pechos también se desplazan lateralmente con el movimiento de los brazos y la rotación del cuerpo. Comprender estos desplazamientos es clave para elegir un sujetador que proporcione el soporte necesario, especialmente en deportes intensos o si los pechos son de mayor tamaño.
Las investigaciones biomecánicas muestran que cuanto mayor es el soporte del sujetador, menor es el movimiento de los pechos y, por lo tanto, menor el dolor durante la actividad física. Tradicionalmente, los sujetadores deportivos se dividen en dos tipos principales: los de compresión y los de encapsulación. Los de compresión, como los crop tops, aplastan los pechos contra el tórax, mientras que los de encapsulación sostienen cada pecho en una copa separada. En general, los sujetadores de encapsulación son más efectivos para reducir el movimiento vertical, lo que los hace ideales para mujeres con pechos más grandes. En cambio, los de compresión suelen recomendarse para quienes tienen pechos más pequeños. Aunque algunas marcas de sujetadores prometen eliminar por completo el movimiento, los estudios sugieren que limitarlo en un 60% es suficiente para brindar el soporte adecuado sin comprometer la comodidad. De hecho, demasiado soporte incluso puede resultar incómodo.
Un dato preocupante es que se estima que el 85% de las mujeres usa la talla incorrecta de sujetador, especialmente cuando hacen deporte. Esto se debe a la falta de información sobre cómo debe ajustarse un sujetador deportivo, a la variabilidad de las tallas entre fabricantes y a diseños que no siempre ofrecen el soporte necesario. Como resultado, muchas mujeres experimentan incomodidad y falta de soporte durante el ejercicio, lo que puede afectar su motivación para mantenerse activas.
Para encontrar el sujetador deportivo adecuado, es necesario tener en cuenta varios factores: el tamaño del pecho, la intensidad del ejercicio y la forma del cuerpo. Las mujeres con pechos más grandes o que practican deportes de alto impacto, como correr, suelen necesitar sujetadores con más soporte. En cambio, quienes tienen pechos más pequeños o hacen actividades de bajo impacto, como yoga, pueden optar por sujetadores menos firmes. Además, las diferencias en la forma del torso y los pechos pueden hacer que encontrar el ajuste perfecto sea un desafío. Por eso, es esencial que los fabricantes desarrollen diseños más inclusivos que respondan a las distintas formas corporales.
Afortunadamente, la tecnología avanza. Se están desarrollando materiales inteligentes, como los electromateriales, que detectan el movimiento del pecho en tiempo real y se ajustan automáticamente para brindar el soporte adecuado. Aunque estas innovaciones suenan prometedoras, todavía hay retos para integrarlas en prendas cómodas, duraderas y fáciles de lavar. Para que estos avances sean una realidad, es fundamental que las mujeres, como usuarias, participen en el proceso de diseño y aseguren que los productos no solo controlen el movimiento, sino que también sean cómodos y estéticamente atractivos.
Mientras tanto, hay formas sencillas de mejorar la experiencia con los sujetadores deportivos. Es crucial elegir uno que se ajuste bien: la banda inferior debe proporcionar la mayor parte del soporte, las copas deben cubrir completamente los pechos, y los tirantes deben ser lo suficientemente anchos para evitar clavarse en los hombros. Probar diferentes marcas y estilos es una buena idea para encontrar el sujetador que mejor se ajuste a tus necesidades.
En resumen, el sujetador deportivo es una pieza esencial para las mujeres que practican deporte. Sin embargo, muchas no son conscientes de su importancia ni de cómo debe ajustarse correctamente. A medida que la investigación avance y la tecnología continúe desarrollándose, podremos esperar diseños más cómodos y efectivos, que permitan a las mujeres practicar deporte con total comodidad y seguridad, mejorando tanto su rendimiento como su experiencia deportiva.
ENFÓRMATE es el espacio de EL PAÍS SALUD donde hablaremos de aquellos aspectos relacionados con la actividad física, el deporte y la salud física y mental. La actividad física y el deporte forman parte de la cultura de todas las civilizaciones y juegan un papel fundamental en la salud de la sociedad a todos los niveles, tanto física como mental, en todas las edades, desde la infancia a la vejez, tanto en hombres como en mujeres. Desde las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte se ha tratado de avanzar en el conocimiento científico sobre la importancia del movimiento y el ejercicio físico sobre el cuerpo, así como los procesos que explican por qué se producen ciertas adaptaciones, modificaciones o cambios a diferentes niveles (fisiológicos, anatómicos, motrices, emocionales o cognitivos). Por todo ello, este espacio persigue buscar las explicaciones científicas que fundamenten y justifiquen los motivos tan beneficiosos de la actividad física y del deporte. Asimismo, se tratará de discutir y rebatir ciertos mitos o falsas creencias existentes en la sociedad sobre temas específicos del ejercicio físico y la salud.
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