Instrucciones para elegir bien la talla de un sujetador (en un mundo con mil opciones)
Según algunos estudios, 7 de cada 10 mujeres españolas no llevan la talla que les corresponde y más del 70% dice no saber cómo se calcula.
A lo largo de los últimos años se han realizado diferentes estudios sobre la relación de la mujer con su sujetador y los resultados han sido sorprendentes. Tratándose de una prenda que usamos a diario, resultaba que, según citaban algunos informes, el 73% de las mujeres llevaba una talla de sujetador equivocada, que la mayoría de encuestadas nunca se había medido para conocer su talla o que más del 90% no sabía cómo se calcula.
Estos datos se dieron por primera vez en 1998 y fue el cirujano plástico Edward Pechter el que publicó esta estadística que se ha ido repitiendo década tras década. En 2019 Anna Perling y Christina Colizza llegaron al fin al fondo del asunto y descubrieron que esto no eran datos tan rigurosos ni tan científicamente probados como creíamos. En su artículo del New York Times las dos periodistas hablaban con Jenny Burbage, una experta en la biomecánica del deporte de la Universidad de Portsmouth, en Hamphsire, que hizo del estudio del pecho y cómo sujetarlo adecuadamente su trabajo más importante. Esta experta, intrigada por ese informe que señalaba que tantas mujeres no sabía cuál era su talla de sujetador, decidió ampliar el estudio y descubrió que no había suficiente documentación científica que se hubiera dedicado en profundidad al tema.
Las periodistas hablaron también con una de las fundadoras de la marca de lencería ThirdLove, Heidi Zak, quien reconoció que el gancho “¿Estás llevando la talla de sujetador correcta?” también podría interpretarse como marketing porque “se invita a los consumidores a encontrar el sujetador que les va bien”.
Si dejamos de lado que las marcas aprovechan cualquier excusa para vender, dar con la talla de sujetador correcta no es una ciencia exacta porque se trata de una decisión en la que influyen muchos factores, además de las múltiples diferencias entre mujeres. Pero si buscamos un claro culpable, la falta de estandarización de las tallas por parte de la industria se lleva la palma. Una mujer puede ser una 85 b en una firma y una 90 c en otra, una situación que siempre genera confusión a la consumidora.
Una vez que hemos decidido salir de dudas y saber si la talla de sujetador es la correcta, lo primero es comprobar si el sujetador deja marcas cuando se quita, si aprieta o si no respeta la forma del pecho. Cualquiera de esos indicios está indicando que estamos ante una talla de sujetador incorrecta.
¿Y qué hay que hacer para descubrir cuál es la talla correcta? Además de probarte los sujetadores antes de comprarlos –la verdadera práctica que nunca falla– lo primero que es saber es que esta viene determinada por dos elementos: un número y una letra. El número corresponde a tu contorno y a números como la 75, 80, 85, 90… La letra corresponde a lo que se conoce como copa o, lo que es lo mismo, el volumen del pecho. “Cuanta más alta es la letra, más capacidad tiene la copa y, por tanto, los pechos son de mayor tamaño”, nos explican desde el departamento de diseño de lencería de Oysho.
¿Cómo mido el pecho para saber qué letra y número me corresponden?
Para llegar a conocer, sin lugar a dudas, cuál es la talla de sujetador, la cinta métrica será la mejor aliada. Para saber cuál es tu contorno, es decir, el número de talla que mejor se ajusta al cuerpo, debemos medir el contorno del cuerpo por debajo del pecho, asegurándote de que la cinta está recta. A la medida resultante debemos sumar 15. Por ejemplo, pongamos que ha salido que tu contorno mide 80 centímetros, si le sumas 15, el resultado es 95 y esa sería tu talla.
Vamos con la letra. La cinta métrica debemos colocarla rodeando tu cuerpo a la altura del pecho, por encima del pezón y a la cifra que resulte hay que restarle la medida de contorno. Así, si el resultado anterior era 95 y le restas la de esta nueva medida, que supongamos que ha sido de 115, tendremos un resultado de 20, lo que correspondería a una copa D. La letra de la copa determina el volumen y esta tabla de medidas de referencia podría servirte:
-De 12 a 14 centímetros: copa A
-De 14 a 16 centímetros: copa B
-De 16 a 18 centímetros: copa C
-De 18 a 20 centímetros copa D
Pero, ¿qué pasa si estoy entre dos tallas? Si una vez que tienes claras las medidas, pero el resultado que obtienes se queda entre dos tallas, debemos tener en cuenta otros factores y los detalles de morfología del cuerpo, como la distancia entre pechos y hombros o el estilo del look de la pieza, tal y como nos explica Béatrice Missistrano, del equipo de diseño de ETAM. “Si estás entre una talla 90D y una 95D y quieres comprar un sujetador de estilo clásico, prefieres una espalda cómoda y la distancia entre el pecho y el hombro es bastante alta, entonces es mejor probar un 95D. Si te gusta que el sujetador quede más ajustado, que esté menos cubierto, o si la distancia hombro a seno es corta, entonces sería preferible la talla inferior”.
En los últimos años, se han multiplicado además los diseños de sujetador: los de efecto push-up con doble relleno, los delicados bralettes, los bandeau o sin tirantes, los de escote recto llamados balconet o los triangulares que con su pronunciado escote en pico QUE están especialmente indiciados para recoger y sostener ligeramente el pecho. Que la variedad no confunda porque los expertos coinciden en que esto no influye para nada en la talla de tu sujetador.
Después de todos estos cálculos, y para terminar de acertar con la talla de sujetador, unas últimas comprobaciones: la copa debería de abarcar completamente el contorno del pecho, recogiendo bien la parte externa (la más próxima a las axilas). También hay que ser capaz de meter los dedos por debajo de la banda del sujetador mientras lo tienes puesto, de esta manera evitarás que te apriete y te deje marca. Y, por último, si tienes el pecho grande deberías evitar los tirantes muy finos.
Como guía visual con una nota de humor, nada como la que hizo Moderna de Pueblo para la marca de lencería DIM. La mejor manera de descubrir, de una vez por todas, cuál es nuestra talla de sujetador porque, tal y como dice la ilustradora, “más de diez años con tetas y aún no sabes qué talla usas”.
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