Nathalie Picquot: “Esta crisis hará replantearnos la conciliación entre la vida laboral y familiar”

El Observatorio Retina de EL PAÍS es un foro que reúne a 50 grandes expertos en tecnología en España: directivos, emprendedores, académicos, responsables públicos e investigadores que nos ayudan a identificar las grandes tendencias y entender su impacto en nuestras vidas. Hemos preguntado a 18 de ellos qué puede aportar la innovación en la lucha contra el coronavirus. Estas son las respuestas de Nathalie Picquot, directora general de Twitter para España y Portugal.

P.  ¿Qué pueden hacer la tecnología y el ecosistema digital en este momento para combatir la crisis?

Estamos ante una crisis sin precedentes, sobre la que todavía hay muchos interrogantes tales como su evolución, duración e impacto. En estas circunstancias, la tecnología está demostrando que las soluciones y servicios que se han venido construyendo en los últimos años nos están permitiendo afrontar este momento de confinamiento con mayor solidez. Desde las infraestructuras de red a los dispositivos, pasando por las redes sociales y el ecosistema digital, la tecnología ha demostrado que es importante y necesaria para nuestra sociedad.

Cuando Twitter nació hace ahora 14 años, lo hizo con la ambición de servir a la libertad de expresión y como servicio para que cualquiera pudiera hacer oír su voz, independientemente de su dispositivo, red o lugar de origen. Más de una década después, la posibilidad de conectar y conversar con cualquier persona en cualquier parte del mundo en tiempo real es una experiencia necesaria y muy apreciada por la gente en momentos críticos como el que estamos viviendo, donde una gran parte de la población mundial está confinada en casa.

Nuestra empresa se convierte, en estos momentos, en una ventana al mundo, en una conversación pública global que refleja el pensamiento general, un lugar de conexión y solidaridad, un lugar donde mantenerse informado en tiempo real directamente de las fuentes oficiales y expertos en la materia, además de un lugar para encontrar voces similares con las que combatir la soledad. Y también en un lugar que brinda un espacio para aprender a sobrellevar esta nueva realidad con humor, tan necesario en estas circunstancias para animar y aportar un punto de vista diferente que nos ayude a seguir adelante. Hoy más que nunca se ha demostrado el valor de conexión emocional que aportan las redes y plataformas digitales.

P. ¿Qué iniciativas podrían adoptarse a medio plazo para mitigar esta o nuevas epidemias?

R. Somos seres sociales, necesitamos mantenernos en contacto, y la tecnología lo permite. En nuestro caso, podemos contribuir a los esfuerzos globales de contención del coronavirus, que incluye proteger la conversación pública con ayuda de nuestros partners en todo el mundo, de manera que las personas puedan encontrar información de salud autorizada y fiable en Twitter; además de recaudar fondos de ayuda y contribuir con apoyo publicitario pro bono para garantizar que las personas reciben el mensaje correcto de fuentes creíbles.

En paralelo, el estudio y análisis de los datos puede ser revelador para contribuir a entender las claves de esta crisis y mitigar situaciones similares en el futuro. Como plataforma abierta y pública, los datos de Twitter pueden ser utilizados en la investigación académica para identificar el inicio de la pandemia, trazar su evolución en todo el mundo, reaccionar en tiempo real o atender emergencias. Con estos datos se puede dotar de información relevante al mundo académico, de la investigación y de las ONGs para una mejor comprensión de las crisis de salud pública ahora y en el futuro. Por eso hemos hecho público nuestro centro de desarrollo de datos para investigadores y estamos explorando nuevas colaboraciones de #DataForGood.

P. ¿Cómo cree que será nuestro mundo después de esta crisis?

R. Estoy impresionada por la humanidad, empatía y solidaridad que a diario muestra la gente en Twitter, cada uno aportando individualmente lo que puede, desde reconocimiento y apoyo al mundo sanitario por todo lo que están haciendo, hasta redes de colaboración para imprimir materiales en 3D, cocinar para otros... en definitiva, conectar necesidades con gente dispuesta a ayudar. Estoy absolutamente segura de que esta ola de conexión social, empatía, respeto y solidaridad va a permanecer en nuestro mundo después de esta crisis.

Más allá del plano social, en el plano laboral, creo que sin duda va a haber dos cambios. Por un lado, la implantación del teletrabajo y un replanteamiento importante de la conciliación entre la vida laboral y la vida personal, así como una redefinición de la educación y la preparación laboral gracias al e-learning. Y, por otro lado, el fortalecimiento de aquellas empresas y líderes empresariales verdaderamente comprometidos socialmente.