La economía de plataformas abre su propio espacio en el sector ferroviario

Los teléfonos móviles se han convertido en un repositorio de aplicaciones. Lo mismo creamos carpetas con siete redes sociales diferentes que otras con una decena solo para la movilidad. Este no deja de ser uno de los resultados de la economía de plataformas, aunque Renfe pretende aligerar tanto peso. Aunque todavía está en fase de desarrollo, desde noviembre trabaja en lo que denomina Renfe as a Service. Busca integrar en una misma plataforma diferentes modos de transporte que permitan al cliente una solución de primera y última milla. Organizar su viaje de principio a fin a través de en un pago único y todo ello sin salir de la aplicación.

La prueba de concepto, según precisan desde la empresa, durará alrededor de tres meses. Estará abierta a medio millar de usuarios frecuentes para comprobar módulos como la planificación, ticketing y atención al cliente antes de de llegar al mercado. Manel Villalante, director general de estrategia y desarrollo de Renfe, asegura que los elegidos para este proceso serán pasajeros frecuentes de la ruta que une Madrid y Barcelona. Toda esta estrategia se enmarca en los objetivos del Plan Estratégico con el fin de reforzar la posición de la compañía frente a la liberalización del mercado de viajeros en el sector ferroviario.

La plataforma será abierta, pública e integradora. La intención es que incorpore la mayor oferta posible tanto de transporte público como privado. Para este comienzo, los operadores principales serán Renfe (AVE, Cercanías y Rodalies), Cabify, Karhoo (agrupa a unos 30.000 taxis de toda España), Empresa Municipal de Transportes (autobuses y Bicimad), Transporte Metropolitano de Barcelona, Consorcio de Transportes de Madrid (autobuses interurbanos y metro), SABA (aparcamientos) y CIRC (patinetes). Detrás de toda la iniciativa se encuentra IoMob, una de las ganadoras de la primera convocatoria de TrenLab, la aceleradora de startups que Renfe desarrolla junto con Wayra –el hub de innovación abierta de Telefónica–.

Precisamente, el recorrido de TrenLab no se detiene. Este año han cerrado la tercera convocatoria para encontrar emprendedores que centren sus proyectos en la experiencia de cliente, comunicación con el cliente y digitalización. De las más de 170 startups que optaban a un puesto, solo cuatro han sido finalmente seleccionadas: Imotion Analytics, Obuu, Ossicles y Showleap. Trenes sin ruido, estaciones inteligentes que miden en tiempo real la afluencia de pasajeros, operaciones optimizadas en tiempo real y traducción inmediata de lengua de signos fueron algunas de las soluciones que presentaron para acelerar la transformación del sector ferroviario durante los seis meses de duración del programa y con 50.000 euros de premio. 

Propuestas disruptivas

La idea de Imotion Analytics permite, mediante su tecnología de reconocimiento de personas y objetos, medir la afluencia de pasajeros y sus perfiles, detectar en tiempo real los distintos tipos de fraude y medir el aforo en parkings en tiempo real. Obuu, por su parte, convenció al jurado con un software que define en curvas maestras la eficiencia actual de una flota y muestra cuáles serían las eficiencias máximas para cada rango de inversión. En el caso de Ossicles, su intención es que los pasajeros escuchen su pantalla individual sin auriculares ni perturbar al resto de compañeros de viaje. Y Showleap busca facilitar la comunicación entre personas sordas y oyentes con un traductor de lengua de signos a voz en tiempo real, basado en reconocimiento con cámara, inteligencia artificial, deep learning y redes neuronales.

El compromiso de Renfe con la digitalización parte del Plan Estratégico, pero no quiere perder ninguna oportunidad de abrirse al ecosistema, en este caso en forma de startups con las que colaborar y acelerar durante medio año. El programa de TrenLab también contribuye a incorporar metodología, conocimiento y cultura emprendedora al Grupo Renfe, así como a identificar y potenciar la innovación y el talento interno. Un buen número de claves que desarrollar para mantener la competitividad en esta era tecnológica, aún más importantes si cabe con una liberalización de su mercado en el horizonte. El sector no tiene visos de frenar en seco.