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Este estudio creativo vuelve a lo analógico para crear arte digital

En una época en la que lo digital se impone a lo analógico, los fundadores de Hamill Industries decidieron ir contracorriente. “Hamill nació de la necesidad de trabajar un poco con nuestras manos, de trascender la pantalla”

En una época en la que lo digital se impone a lo analógico, los fundadores de Hamill Industries decidieron ir contracorriente. “Hamill nació de la necesidad de trabajar un poco con nuestras manos, de trascender la pantalla”, explica Anna Diaz, que puso en marcha este estudio barcelonés en 2015 junto a Pablo Barquín. Realizadores y directores de arte con predilección por lo analógico, ellos buscan nuevas vías de expresión para sus trabajos. “Cuando empezamos, conocimos al productor y músico Floating Points y le interesó el invento que estaba desarrollando Pablo”, recuerda Diaz. Mediante una técnica que mezclaba impresoras 3D, la técnica del stop motion y LED de luz, crearon una identidad visual del sonido del músico británico que está completamente libre de retoque digital. “Lo que buscamos es inventar cosas, aunque no sean técnicas absolutamente profesionales. Nos gusta que se puedan ver los errores”, asegura.

Cada uno de sus proyectos comienza con una premisa completamente distinta. “En Vortex, por ejemplo, trabajamos con humo y sonido”, explica sobre la instalación que crearon para el Festival de Música y Arte Mira de Barcelona, y en la que las nubes de humo y la luz interactuaban con la música. Ahora preparan otra forma de representar el sonido, de la que sólo pueden avanzar que utilizará “materia orgánica”.

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