Innovadores sociales: los héroes y heroínas del siglo XXI

En un cambio de época como el que vivimos, ¿quiénes son los referentes y líderes de nuestra sociedad? ¿Quiénes serán los héroes y heroínas que ayuden a solucionar desafíos tan importantes como el cambio climático, la invasión de nuestros océanos por el plástico o las crecientes desigualdades? Si miramos a nuestro alrededor, encontramos una sociedad que no confía en los políticos, recela de las grandes empresas y, en algunos casos, solo adora a futbolistas evasores de impuestos y a famosos que participan en ridículos reality shows para ganarse la vida y entretener a las masas. Además, al ser preguntados por la economía, el 82% por ciento de los españoles cree que vendrá una nueva crisis económica antes de 2023 y la práctica totalidad piensa que desde la crisis iniciada en 2008 no se han activado los mecanismos necesarios para evitar un nuevo colapso.

Ante esta situación de desencanto generalizado, aparece una nueva figura: los innovadores sociales. Son personas que identifican problemas a su alrededor y se ponen manos a la obra para solucionarlos. No son famosos ni pretenden serlo, los medios de comunicación no suelen hablar de ellos y no generan grupos de fans y seguidores. Pero nada de esto les importa. Entre las características que les definen destacan la creatividad, el espíritu colaborativo —es habitual que colaboren entre ellos y con otras personas— y la determinación de cara a alcanzar sus objetivos.

Podemos encontrar innovadores sociales en todo tipo de ámbitos. Algunos de ellos pueden también denominarse emprendedores sociales, al emprender proyectos empresariales con el propósito de mejorar la vida de las personas o la salud del planeta. Otros desarrollan su actividad en ONGs, en asociaciones de barrio o en administraciones públicas.

• Ejemplos inspiradores

Javier Goyeneche creó la empresa de moda Ecoalf con el propósito de limpiar los océanos de plásticos y redes de pesca usadas. Con el lema From trash to fashion la empresa española ha iniciado su expansión internacional abriendo en Berlín. Brisa Fenoy triunfó en las pasarelas internacionales como modelo, pero su pasión estaba en la música y su compromiso personal con el feminismo y el apoyo a los colectivos más desfavorecidos. Hoy, la compositora, que saltó a la fama por la adaptación de Lo malo para el programa televisivo OT, sigue cantando por la igualdad de género y apoya proyectos como Top Manta, cooperativa creada por cinco innovadores sociales senegaleses que llegaron como inmigrantes a España y han puesto en marcha su propia cooperativa textil.

Javier Goikoetxea e Iván del Caz triunfaban en sus carreras profesionales como comercial y consultor, pero ambos sentían que sus valores no estaban alineados con los de las empresas para las que dedicaban su tiempo y su vida. Ambos decidieron cambiar unos cómodos ingresos económicos por la felicidad de hacer lo que realmente les gustaba, promover las nuevas economías entre las empresas y otras entidades. Crearon la cooperativa Bikonsulting y hoy promueven modelos como la economía del bien común o la economía circular.

En Málaga, dos funcionarias públicas lideran la innovación social de las administraciones locales. Resurrección Hernández, desde el Área de Ciudadanía de la Diputación de Málaga, lidera el centro de Innovación Social La Noria, espacio colaborativo que promueve la innovación social entre ONGs y empresas de la provincia. Ruth Sarabia, directora general de Derechos Sociales y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Málaga, trabaja por convertir a la ciudad de Málaga en un referente internacional en la materia y acaba de presentar el Plan de Innovación Social de Málaga elaborado con el apoyo de la Asociación Arrabal, pionera en integración de colectivos desfavorecidos. Estos son los verdaderos héroes y heroínas que la sociedad del siglo XXI necesita si de verdad queremos frenar el cambio climático y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

Diego Isabel La Moneda es director y fundador del Foro Global NESI.