¿Tiene sentido que las compañías telefónicas exploren el sector del entretenimiento?
La pugna por el liderazgo en ‘streaming’ no es exclusiva de los gigantes del sector: los operadores móviles quieren participar en esta batalla. ¿Les merece la pena?
Desde hace algún tiempo, referirse a Orange, Vodafone o Movistar como compañías telefónicas es quedarse corto. Esta clasificación se queda pequeña para un sector que ha intuido que el negocio de las llamadas y servicios de internet no es suficiente y quiere combatir el liderazgo del entretenimiento digital con canales de televisión y plataformas de streaming consolidadas.
En 2015, Telefónica lanzó Movistar+, una fusión entre Canal+ y Movistar TV que puede presumir de ser la plataforma de televisión por suscripción con más abonados en España —al margen de plataformas de contenido a la carta como Netflix—. Le sigue Vodafone TV, que engloba una quinta parte del mercado. El podio lo completa otra telefónica, Orange, que decidió apostar por ofrecer estos servicios hace más de diez años. Las tres se disputan los derechos del fútbol —aunque Vodafone ha declinado hacerlo la presente temporada— y compiten por ofrecer las mejores series, películas y programas a su audiencia.
La inversión que realizan estas operadoras en servicios digitales complementarios a su oferta de líneas de telefonía—un ámbito en el que disponen de una trayectoria más dilatada— choca frontalmente con los números con los que cerraron 2018. MásMóvil, el único operador nacional que no cuenta con su propia oferta televisiva, arrebató casi 900.000 líneas de internet y móvil a sus rivales el pasado año. Las tres grandes perdieron un buen número de clientes frente al auge de la operadora amarilla. ¿Están descuidando el corazón de su negocio o aciertan en su estrategia de diversificación?
“La televisión nos permite ser aún más relevantes para nuestros clientes, además de ofrecernos la oportunidad de abordar un mercado donde la penetración de la televisión de pago es aún baja”, explica Óscar Candiles, director de estrategia de Telefónica en España. “Los resultados de los últimos tres años así lo demuestran, tanto que la televisión y los contenidos se han convertido en parte fundamental de nuestra oferta”.
Para Manuel Balsera, director general de AMC Networks en el sur de Europa, conseguir un crecimiento en el número de abonados es importante, pero también lo es incrementar la facturación de los servicios prestados. “El audiovisual es una manera perfecta para incrementar ese nivel de ingresos. En consecuencia, el desarrollo de una oferta o un producto propio de este tipo que complemente la oferta de móvil, fijo y banda ancha tiene todo el sentido”, defiende. “No hay muchos servicios complementarios dentro del entorno de las telecomunicaciones que puedan generar un mayor incremento en el volumen de facturación que los servicios audiovisuales”.
La creación de canales de contenido propio brinda a las telefónicas la oportunidad de conocer mejor a sus clientes mediante sus datos de consumo. Pero el principal beneficio que encuentran los operadores de comunicaciones al apostar por modelos de plataforma es su escalabilidad. Su potencial de crecimiento contrasta con el de su principal área de negocio, en la que la mayoría de nuevas líneas que integran proceden de la portabilidad desde otra compañía.
“El streaming es un facilitador para generar escala y capitalizar de forma mucho más efectiva la imagen de marca de los productores de contenido de valor”, explica Adolfo Rodero, director general de comunicaciones, medios y tecnología en Accenture. “Cuando el esfuerzo para acceder a un contenido es similar, con independencia de dónde se produzca, lo normal es que se genere una concentración del consumo en los productores que tienen más prestigio”.
El streaming es un facilitador para generar escala y capitalizar de forma mucho más efectiva la imagen de marca.
Adolfo Rodero, director general de comunicaciones, medios y tecnología en Accenture
El sector es especialmente jugoso para estas compañías por otros motivos. “Las empresas de telecomunicaciones tienen una posición privilegiada porque son el primer punto de acceso al cliente, con una mayor cercanía y capilaridad geográfica que las plataformas”, argumenta Rodero. “Esto les concede una magnífica ventaja para la personalización y la creación de productos innovadores”.
El analista está convencido de que, si quieren triunfar en su apuesta por el streaming, no deben poner toda la carne en el asador demasiado pronto. “Para mejorar su rentabilidad, deben apoyarse en modelos escalables, con inversiones progresivas y variables, dada la necesidad de maniobrabilidad en estos negocios”.
La consolidación de su actual liderazgo en el sector del entretenimiento de pago se puede entender por tanto como parte de un proceso de transformación de su modelo de negocio en el que la estrategia está más que definida. No hay por qué hacer sonar todas las alarmas ante la pérdida de clientes de telefonía. Nokia nació en el siglo XIX como una empresa maderera y derivó hacia la electrónica para poder seguir creciendo. La evolución de las telefónicas hacia la retransmisión de vídeo en streaming parece bastante más orgánica.
¿Cuál será, entonces, su siguiente paso? “El gaming todavía tiene mucho que decir en este entorno”, promete Balsera. “El streaming de videojuegos y su integración dentro de plataformas de contenido audiovisual interactivas que permitan una experiencia de juego”. Y las principales operadoras móviles ya han movido ficha en esta dirección: los eSports no son un terreno desconocido para ellas. Orange es el principal patrocinador de la Liga de Videojuegos Profesional, en la que compiten equipos como Movistar Riders o Vodafone Giants.
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