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Así va a cambiar la forma en la que las empresas gestionan tus datos

Las expertos sostienen que la nueva normativa comunitaria de protección de datos, que entrará en vigor en mayo del año que viene, da más poder a los usuarios y los sitúa en pie de igualdad con las empresas

Getty Images

Hubo un tiempo en el que las empresas manejaban los datos personales en función de dónde tuvieran su sede social. Hubo un tiempo en el que la protección de datos carecía de trascendencia para los consumidores. Hubo un tiempo en el que las compañías empleaban el análisis del big data sin que los clientes supieran toda la información sensible que tenían de ellos. Hubo un tiempo… porque ya falta menos de un año para que todas estas afirmaciones se mantengan en pasado. El 25 de mayo de 2018 entrará en vigor el Reglamento europeo sobre protección de datos. Una norma comunitaria, aprobada hace más de 12 meses, que empoderará a los usuarios y los pondrá al mismo nivel que las firmas que poseen sus datos personales. 

Cualquier persona podrá ir a una empresa y solicitarle un fichero estructurado que contenga todos los datos que tiene de ella.

O eso, al menos, aseguran los expertos consultados. Natalia Martos, counsel de Pérez-Llorca en el área de privacidad y negocios digitales, se muestra tajante ante lo que supondrá para todos los ciudadanos comunitarios la puesta en marcha de esta normativa. “No habrá ninguna laxitud en la protección de datos. El objetivo final del Reglamento es que el usuario los controle por completo. La información pertenece a la persona y no a la empresa. Al final, se trata de que manejemos nuestra privacidad como queramos”, argumenta. 

La mayoría de corporaciones, sobre todo las tecnológicas, tienen en la gestión del big data una gran fuente de negocio. Se ha convertido en un elemento comercial más, como puede ser una prenda de vestir o un sofá para el salón de una casa. Ricard Martínez, director de la cátedra de Privacidad y Transformación Digital de Microsoft en la Universidad de Valencia, compara el entorno digital con el salvaje oeste. Explica que habrá una etapa de crecimiento exponencial carente de regulación; y no será hasta que surjan conflictos cuando llegará la legislación ad hoc. “La ciudadanía no es consciente de que una gran parte del negocio en internet consiste en pagar por la privacidad. La moneda de cambio es nuestra información personal”, añade. 

La introducción del Reglamento en todos los Estados miembros de la Unión Europea generará una nueva serie de derechos para la ciudadanía. Uno de los más interesantes es el de la portabilidad de los datos. Opera igual que un cambio de compañía telefónica y empodera al usuario en comparación con la situación actual. “Cualquier persona podrá ir a una empresa y solicitarle un fichero estructurado que contenga todos los datos que tiene de ella. También tiene la posibilidad de pedirle a esta compañía que coja esos datos y los transfiera a otra”, explica Martos.

Microsoft adopta la norma comunitaria como estándar de protección de datos

El nuevo Reglamento de la Unión Europea para la protección de datos y privacidad afecta a todas las empresas que tengan actividad en suelo comunitario. El próximo 25 de mayo de 2018 tendrán que adaptarse a esta nueva norma compañías que tienen su sede social en otros países. Este es el caso de Microsoft, cuyos cuarteles generales están situados en Redmon, Estados Unidos. Ante el escenario que se avecina, la firma fundada por Bill Gates ha dado un paso hacia adelante. Ha decidido que su estándar de protección de datos sea el del nuevo Reglamento. "Es un ejemplo claro de que las empresas tendrán que realinearse y aplicar la legislación comunitaria", asegura Ricard Martínez, director de la Cátedra de Privacidad y Transformación Digital de Microsoft en la Universidad de Valencia.

En aquel pasado que todavía se escribe en presente, las corporaciones no informaban del tiempo que dispondrían de la información personal, con quiénes la compartían o de dónde estaba almacenada. Este pretérito toca a su fin y será el consumidor quien decida qué permitir con sus datos. “Ya no valdrán los consentimientos tácitos o las casillas premarcadas. Las empresas tendrán que educarse en un diseño de un modelo de negocio basado en el dato desde la privacidad”, zanja la counsel de Pérez-Llorca.

Precisamente, las empresas afrontan un cambio normativo que golpeará, en muchos casos, su línea de flotación. Compañías como Facebook, Apple y Google ya no podrán aducir que tienen sus sedes en Estados Unidos para ampararse en la legislación norteamericana. A partir del año que viene, jugarán con las mismas reglas que las europeas. “Pensamos que los gigantes estadounidenses nos iban a ganar en el tema de la protección de datos, pero justo se ha dado la situación contraria. Veremos cómo estas empresas se adaptan a la normativa y se esfuerzan por competir con estos cambios”, concluye Martos.

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Existe una percepción de que en Estados Unidos las políticas de privacidad son más laxas que en el continente europeo. Pero nada más lejos de la realidad. En palabras de Martínez, el marco jurídico es muy flexible hasta que se tratan asuntos muy sensibles, como los menores o la salud pública. “Cuando se juega con las cosas de comer, todo cambia. Estados Unidos tiene leyes específicas de protección de datos para áreas como la del crédito y la financiación. Incluso hay instituciones, como la Federal Trade Commission, que ha elaborado guías específicas de recomendaciones para apps destinadas a niños y data brokers”, expone.

La Unión Europea ha apostado por la armonización de leyes en todo lo que se refiere a la protección de datos y privacidad. El principal beneficiado de este cambio normativo será el ciudadano, que tendrá ante sí la opción de controlar toda la información que tengan las empresas en su poder. Aún falta casi un año para ver cómo se comportan las compañías, pero Martos tiene muy claro cuáles saldrán fortalecidas ante este signo de interrogación. “Aquellas que diseñen su modelo de negocio desde la privacidad, ganarán mucho peso en su sector”, vaticina.

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