Marruecos y España rebajan la tensión tras aprobar Rabat la ampliación de sus fronteras marítimas
La ministra de Exteriores, González Laya, aclara que su socio tiene derecho a legislar sobre sus aguas, pero el deber de negociar en casos de solapamiento
La titular de Exteriores, Arancha González Laya, viajó este viernes a Rabat en su primer viaje oficial y emitió un mensaje conciliador tras reunirse más de una hora con su homólogo marroquí, Nasser Bourita. Ambos se expresaron en una conferencia de prensa conjunta respecto a la aprobación el pasado miércoles por parte del Parlamento marroquí de dos leyes que delimitan las aguas de explotación exclusiva del país magrebí. Mediante estas normas, Marruecos fija como suyas las aguas territoriales del Sáhara Occidental y además delimita sus 200 millas náuticas de Zona Económica Exclusiva (ZEE). Esa demarcación se adentra en la ZEE que España tiene ya fijadas en las costas de las islas Canarias.
Tanto González Laya como Bourita coincidieron en señalar que Marruecos tiene derecho a legislar sobre sus aguas, aunque cualquier cuestión donde exista solapamiento o confluencia de intereses respecto a España se resolverá mediante el diálogo. González Laya indicó con voz enérgica: “Marruecos ha iniciado un proceso legislativo para delimitar sus espacios marítimos. Esto es algo a lo que Marruecos tiene derecho dentro de la legislación internacional. Tiene derecho a fijar una zona marítima territorial y una zona económica exclusiva”.
“Ahora bien”, añadió con el mismo tono, "de la misma forma que Marruecos tiene el derecho de fijarlas [sus zonas marítimas] también tiene el deber de hacerlo, en aquellos casos en los que hay solapamiento (…) de común acuerdo con el otro país y respetando las reglas de la convención de Naciones Unidas sobre derecho de mar, de la cual Marruecos y España forman parte".
Por su parte, Naser Bourita subrayó: “Marruecos acaba de ejercer su derecho soberano igual que ya lo hizo España en su día. En caso de solapamiento de aguas se encontrará una solución que no será unilateral. El derecho internacional ya prevé el diálogo como única medida de resolución. Y Marruecos lleva el diálogo en su ADN diplomático. Marruecos no quiere imponer hechos consumados”
La ministra interrumpió a su homólogo para expresar su agradecimiento hacia la postura marroquí: “Los ciudadanos y ciudadanas de Canarias se quedarán enormemente tranquilos escuchándole decir que no habrá política de hechos consumados, que no habrá unilateralismo, sino diálogo para llegar a soluciones de común acuerdo”.
Ambos ministros insistieron en subrayar la confluencia de intereses que une a los dos países. Recordaron que España es el primer socio comercial de Marruecos y Marruecos es el segundo socio de España fuera de la Unión Europea, solo por detrás de Estados Unidos. Indicaron que el comercio bilateral se ha duplicado en los últimos seis años. E insistieron en que hay que afianzar y profundizar la colaboración. "No es una casualidad que mi primera visita sea a Rabat", señaló González Laya.
La ministra no aludió a la cuestión de las aguas territoriales del Sáhara Occidental, que Marruecos presenta como propias en las normas aprobadas. Esta cuestión es de vital importancia para Marruecos, ya que son en esas aguas donde suelen faenar 128 barcos de la Unión Europea, en su mayoría españoles, con los que existe un acuerdo de pesca renovado en 2019. El Parlamento Europeo aprobó el año pasado la ratificación del acuerdo por otros cuatro años, a pesar de que el Tribunal de Luxemburgo emitió una sentencia en 2018 en la que excluía del acuerdo las aguas del Sáhara Occidental. Para el máximo órgano judicial de la UE ese territorio “no forma parte del Reino de Marruecos”.
Como suele ser habitual cada vez que comparece en Rabat un ministro español de Exteriores ante la prensa, una periodista local le preguntó qué opinaba sobre la cuestión del Sáhara. En Marruecos la inmensa mayoría de los ciudadanos, tanto de izquierdas como de derechas, opina que el Sáhara es marroquí.
Ante la misma pregunta de siempre, González Laya respondió lo mismo que vienen respondiendo todos los titulares de Exteriores españoles: esa es una cuestión de Estado que no cambia con ningún Gobierno. “España defiende la centralidad de Naciones Unidas”, indicó la ministra sin dejar de leer de vez en cuando una nota que ya tenía preparada en la que ensalzaba la labor del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.