Podemos, ante el reto de no acabar devorado por el Gobierno
Iglesias convoca el Consejo Ciudadano para reorganizar el partido
Dice Pedro Sánchez, y parafrasea Pablo Iglesias, que el Gobierno de España "hablará con varias voces, pero siempre con una misma palabra". Que los ministros no son ministros del PSOE o Unidas Podemos, sino que son "ministros del Gobierno de España". Esa declaración de intenciones, que persigue diluir las siglas de la coalición en favor de la unidad, afecta directamente a Unidas Podemos, como socio minoritario del Ejecutivo. La entrada de la mayor parte de los líderes de Podemos en puestos de poder obliga al partido a una reorganización interna que tendrá un papel fundamental. Crear la voz de Podemos en este nuevo escenario, en el que sus cabezas visibles hablarán con la palabra de un Gobierno liderado por socialistas.
Iglesias reúne este viernes al Consejo Ciudadano Estatal de Podemos para abordar esta cuestión. Su entrada como vicepresidente, la de Irene Montero como ministra de Igualdad, la de la actual portavoz del partido, Noelia Vera, como secretaria de Estado, cargo que también asumirán Nacho Álvarez e Ione Belarra, ambos miembros de la dirección del partido, dará paso a la renovación en el organigrama de la formación. No será una transformación profunda, más allá de nuevas caras, ya que no se esperan incorporaciones inesperadas y todos los nombres que suenan para la Ejecutiva son afines a Iglesias que hasta ahora estaban más en la retaguardia.
Los primeros puestos vacantes son las portavocías, tanto del partido como del grupo parlamentario. Se trata de puestos esenciales como cara pública del partido y que marcan la línea de la formación. Ahora transitarán el delicado equilibrio entre la lealtad a las acciones del Gobierno y la defensa de su propio programa. Pablo Echenique será el portavoz en el Congreso en lugar de Irene Montero, mientras que este viernes está previsto que se decida quién será portavoz del partido, un cargo que ahora ocupa Noelia Vera.
Echenique debutó el miércoles en el Congreso con su comparecencia tras la Junta de Portavoces, donde ya tuvo que hacer frente a ese doble papel. Preguntado por la pertinencia de nombrar a Dolores Delgado como fiscal general del Estado, el nuevo portavoz cerró filas con el Ejecutivo: "El tiempo de los reproches pasó". En 2018, desde Podemos se había pedido la dimisión de la entonces ministra de Justicia por haberse reunido con el comisario Villarejo. “Delgado pidió disculpas por esa cena con Villarejo y tiene un currículum extenso”, justifica ahora Echenique su apoyo a la elección de Pedro Sánchez.
La posibilidad de que el partido grande devore al pequeño está ahí. España está estrenando modelo de Gobierno, pero en Europa ya habido coaliciones similares. "Parece una dinámica generalizada que a la izquierda radical no le siente bien electoralmente ser el socio menor de un Gobierno de coalición", asegura un artículo publicado por Agenda Pública. En el texto se analizan ejemplos de Francia, Italia, Finlandia, Noruega, Dinamarca e Islandia, que han tenido ejecutivos liderados por partidos socialdemócratas con ministros de partidos asimilables a Unidas Podemos.
La necesidad del entendimiento mutuo y la renuncia a algunas de las medidas más ambiciosas del programa son claves en este fenómeno. "La pérdida de cierto cariz contestatario y antisistema puede generar desencanto entre los sectores más activistas de su electorado", explican los politólogos Jorge García Santos y Alberto López Ortega, autores del artículo.
El debate ya ha formado parte del entorno de Podemos. Tras el anuncio del preacuerdo de Gobierno de coalición alcanzado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias apenas dos días después de las elecciones generales del 10-N se dispararon las quinielas de los ministros que propondría Unidas Podemos. Iglesias tuvo claro desde el principio que Irene Montero asumiría la cartera de Igualdad frente a quienes hubieran optado por mantener a la entonces portavoz parlamentaria en su puesto para no dejar al partido huérfano de líderes.
2019 fue un año convulso para Podemos. Arrancó con la marcha de Íñigo Errejón, que amenazó con romper el partido, y terminó con su entrada en el Gobierno contra todo pronóstico. El papel de Iglesias fue decisivo en ambos casos. Con la voz propia del líder diluida en el Consejo de Ministros, Podemos empieza este viernes a decidir su próximo destino.
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