El PSOE acelera para intentar una investidura el 19 de diciembre si hay pacto con ERC
El Rey llama a consultas a los partidos para los próximos martes y miércoles
Las fechas cuadran. La voluntad política del PSOE es inequívoca. Los demás socios están listos, a falta del remate de las negociaciones. Todo está preparado, incluidas las consultas del Rey, que se harán la semana que viene, para que el 16 de este mes pudiera empezar una sesión de investidura que concluyera el 19 con Pedro Sánchez elegido presidente del Gobierno en segunda votación, con 169 síes, 163 noes y 18 abstenciones. Pero falta lo más importante: la decisión de ERC, cuya abstención es imprescindible si el PP y Ciudadanos siguen en el no. El PSOE acelera para dejarlo todo preparado para la cita clave del martes.
AGENDA DE LAS CONSULTAS
Martes, 10 de diciembre
9.30 Isidro Martínez Oblanca (Foro Asturias)
10.15 Tomás Guitarte (Teruel Existe)
11.00 José María Mazón (Partido Regionalista de Cantabria)
12.30 Joan Baldoví (Compromís)
16.00 Javier Esparza (UPN)
16.45 Pedro Quevedo (Nueva Canarias)
17.30 Ana Oramas (Coalición Canaria)
18.15 Yolanda Díaz (En Común)
19.00 Íñigo Errejón (Mas País)
Miércoles, 11 de diciembre
9.30 Alberto Garzón (Izquierda Unida)
10.15 Aitor Esteban (PNV)
11.00 Jaume Asens (En Comú)
11.45 Laura Borràs (Junts per Catalunya)
12.30 Inés Arrimadas (Ciudadanos)
16.00 Pablo Iglesias (Podemos)
16.45 Santiago Abascal (Vox)
17.30 Pablo Casado (PP)
18.15 Pedro Sánchez (PSOE)
Esta vez nadie ha esperado a largas negociaciones, fintas y juegos de relato para presionar a los demás. La maquinaria constitucional se ha puesto en marcha de inmediato y al máximo de su burocrática velocidad institucional para intentar de nuevo formar un Gobierno. Esta vez, los principales protagonistas descartan la posibilidad de un fracaso como el de julio. El PSOE, impulsado por la decisión del presidente, Pedro Sánchez, de acelerar los trámites al máximo posible para tener un nuevo Gobierno en Navidad, ha diseñado toda la estrategia para poder cerrar un pacto con todos sus socios la próxima semana, pero son ellos, y en especial ERC, quienes tomarán la decisión final.
Por tercera vez en el mismo año, como en 2016, el Rey inicia la próxima semana, la ronda de consultas con todos los partidos para ver si hay una mayoría. Será el martes y el miércoles, después del puente de la Constitución. En dos días acudirán 18 partidos, algo inédito desde la recuperación de la democracia y que muestra el fraccionamiento del electorado y la gran complejidad política de fraguar una mayoría.
La ronda arrancará el martes a las 9.30 con Isidro Martínez Oblanca, de Foro Asturias, y concluirá el miércoles a las 18.15 con Pedro Sánchez. Después, el Rey citará a Meritxell Batet, presidenta del Congreso, para informarle, con toda probabilidad, de que ha encargado la formación de Gobierno al presidente en funciones, vencedor de las elecciones y el único en condiciones de formar una mayoría.
A partir de ahí la Constitución no señala ninguna fecha límite para convocar un pleno de investidura. De hecho, en junio, Sánchez dejó pasar más de mes y medio desde que recibió el encargo. Formalmente, la decisión la toma Batet, pero la realidad política es que es Sánchez quien dirige la operación. En julio decidió convocarlo sin tener los apoyos cerrados, pero esta vez no será así. Quiere hacerlo cuanto antes, si es posible la semana del 16, pero si no tiene los votos garantizados no se convocará el pleno. Ese limbo no tiene límite legal, pero sí político: más allá de enero sería insostenible.
El jueves, Sánchez viaja a Bruselas a la cumbre de la Unión Europea, pero sus equipos, dirigidos por Adriana Lastra, la persona clave de la negociación, pueden seguir las conversaciones y el intercambio de papeles con los partidos que ya vienen haciendo en las últimas semanas de forma muy discreta. ERC, el voto clave, no asistirá a las consultas, como es habitual —tampoco irá el BNG, por su “profunda convicción republicana y soberanista”, ni la CUP, ni EH Bildu— pero sí dará pistas de su posición el mismo martes, cuando se reúna con los negociadores socialistas. Allí se sabrá si puede haber investidura en la semana del 16 de diciembre o ya se deja para enero.
El Rey ha acelerado los tiempos respecto a la fallida XIII Legislatura, cuando Felipe VI tardó dos semanas en convocar la ronda de consultas tras la constitución de las Cortes después de las elecciones del 28 de abril. En aquella ocasión, el Congreso y el Senado se conformaron el 21 de mayo y los contactos del jefe del Estado con los partidos se llevaron a cabo el 5 y el 6 de junio. En esta XIV Legislatura, este plazo se reduce: las Cámaras se constituyeron el 3 y las consultas empiezan el 10.
Toda la negociación en este momento gira en torno a la posibilidad de empezar la investidura el 16. ERC quiere aprovechar las prisas del PSOE para mejorar su posición y lograr sus objetivos, sobre todo en la concreción de la mesa de partidos para buscar una salida al “conflicto político” en Cataluña. Y los socialistas, que se muestran convencidos de que aún es posible llegar al 16, recuerdan cada día a ERC que es importante cerrar el acuerdo cuanto antes para evitar que la presión interna y externa aumente para todos. Otros grupos como Unidas Podemos, el PNV e incluso los propios sindicatos CC OO y UGT también empujan desde sus espacios para que la investidura sea ya, aunque la negociación la llevan en exclusiva el PSOE y ERC sin interferencias, algo que quedó muy claro desde el principio.
La cita negociadora se ha colocado el martes precisamente para hacer posible la investidura el 16. Aún habría tiempo para otra reunión más antes de ese lunes en la que podría cerrarse el acuerdo. Pero todo depende de que se avance con ERC no solo en las reuniones, sino también en las conversaciones que mantienen a diario Adriana Lastra y Gabriel Rufián, mientras Carmen Calvo y Pere Aragonés también continúan con un contacto más informal.
Calendario endiablado
El gran problema ya no parece ni siquiera el contenido de ese “instrumento” para el diálogo, como señalaba el último comunicado conjunto, sino las propias fechas y la dificultad para ERC de hacer el giro en tan poco tiempo. El calendario es endiablado. El 16 hay una decisión sobre la euroorden contra Carles Puigdemont. El 19, el Tribunal de Estrasburgo decide sobre la inmunidad como eurodiputado electo de Oriol Junqueras. Y el 21 hay un congreso de ERC, aunque no se deciden cuestiones orgánicas, esto es, no se puede cambiar la dirección. Los socialistas insisten en que precisamente por este calendario, es mejor hacer la investidura cuanto antes para evitar que los acontecimientos compliquen la posibilidad de un pacto.
El mensaje de la urgencia se repite por todas partes. La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, ha dicho este jueves que “lo más fundamental para España” sigue siendo formar un Ejecutivo “cuanto antes”. Sánchez prometió durante la campaña electoral que esta vez la investidura sería a toda velocidad. Después del 28 de abril pasaron casi tres meses hasta la primera votación, el 23 de julio, y eso provocó muchas críticas hacia el PSOE, al que acusaban de dejar pasar el tiempo para presionar tanto a Podemos como al PP y a Ciudadanos, aunque finalmente no logró que ninguno de los tres diera su brazo a torcer y se produjo la repetición electoral. Sánchez ahora quiere acelerar al máximo los trámites, no solo por el desgaste político que supone estar casi ocho meses en funciones y sobre todo la sensación de que no es capaz de formar rápidamente una mayoría, sino sobre todo por recuperar la iniciativa política y poder tener cuanto antes unos Presupuestos que impulsen la economía.
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