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Sánchez propone a dos mujeres, Batet y Llop, para dirigir Congreso y Senado

Su designación es un gesto claro del presidente en funciones hacia el movimiento feminista

Pilar Llop y Meritxel Batet.
Pilar Llop y Meritxel Batet.CARLOS ROSILLO / ALBERT GARCIA
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Pilar Llop, juez especialista en violencia de género, será la nueva presidenta del Senado
Sánchez redobla la apuesta con dos catalanes para presidir el Congreso y el Senado

Empieza la legislatura y llegan los primeros cambios en el núcleo de poder alrededor de Pedro Sánchez. Meritxell Batet será confirmada este martes, si todo sale según lo previsto, como presidenta del Congreso. Pero Manuel Cruz, un catalán como Batet, dejará la presidencia del Senado que ocupa desde mayo. Pilar Llop, una juez especializada en violencia de género que dio el salto a la política en 2015 y es senadora por Madrid, será su relevo, según fuentes del PSOE. Cruz tendrá “otras responsabilidades”, pero el PSC pierde un puesto clave.

Las dos principales instituciones legislativas del país pasarán a estar dirigidas por mujeres. La presidencia del Congreso y del Senado, además de su importancia política en una legislatura con las Cortes muy fragmentadas —el PSOE ha perdido su mayoría absoluta en la Cámara alta, otra de las consecuencias negativas de la repetición electoral—, tienen un papel institucional muy destacado, al tratarse de la tercera y cuarta autoridades del país, después del Rey y del presidente del Gobierno. Sánchez siempre insiste en que él es un presidente “feminista” y ya formó en 2018 un Ejecutivo con más mujeres que hombres.

Llop (46 años) constituye la gran novedad de esta semana. Su elección se votará el martes. Accedió a la carrera judicial en 1999, y allí ejerció en distintos puestos. Antes de incorporarse a la política estaba destinada en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 5 de Madrid. Fue diputada en la Asamblea de Madrid desde 2015. En 2018, cuando Sánchez llegó al poder, fue nombrada delegada del Gobierno para la Violencia de Género.

Su elección —que está pendiente del respaldo de los demás grupos, aunque es casi imposible que se forme una mayoría alternativa a la del PSOE— es así un gesto claro hacia el movimiento feminista, justo cuando Sánchez está a punto de dejar el Ministerio de Igualdad en manos de Unidas Podemos, un asunto que está prácticamente cerrado y que genera suspicacias en el mundo socialista.

Cruz, que estaba en las listas del PSC como independiente, fue un nombramiento inesperado en junio, después de que el independentismo frustrara el plan de Sánchez de que Miquel Iceta, líder de este partido y hombre muy cercano al secretario general del PSOE, se hiciera con la presidencia del Senado. Junts per Catalunya y ERC impidieron con sus votos que Iceta pudiera ser designado senador por el Parlament, y vetaron así su nombramiento, algo inédito.

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Cruz es un filósofo muy respetado en el mundo político por su peso intelectual y, según fuentes del PSOE, asumirá otras “importantes responsabilidades” a partir de ahora, aunque de momento no quieren detallar cuáles porque aún hay muchas decisiones importantes por tomar. Sánchez tiene que armar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos y se esperan algunos cambios en su estructura de poder.

El nuevo Ejecutivo, si finalmente logra la abstención de ERC y sale adelante la investidura, se enfrentará al reto de una mayoría muy fraccionada y al experimento de una coalición de izquierdas inédita en Europa y nunca vista tampoco en España, donde siempre se ha gobernado en solitario desde 1978. Estos nuevos desafíos implicarán probablemente cambios importantes en la organización de Gobierno, pero ahora Sánchez y su equipo más cercano están concentrados en lograr la investidura. El presidente comparte con muy pocas personas los posibles cambios que pueda tener en la cabeza. La negociación con Unidas Podemos, que está muy avanzada, también se lleva con gran discreción. El reparto de poder final condicionará los cambios en el resto del Ejecutivo, que controlará el PSOE.

Sánchez no ha modificado su núcleo de confianza, los únicos que realmente tienen conocimiento de sus pasos. Allí están Iván Redondo, su principal estratega, que sigue al frente de su Gabinete y ayuda en el diseño de los cambios que pueda querer el presidente, y los cuadros clave del Gobierno y del PSOE: Carmen Calvo, Adriana Lastra, José Luis Ábalos y Santos Cerdán.

La elección de Llop, además del gesto hacia el feminismo y contra Vox, en un momento en el que este partido cuestiona las políticas contra la violencia de género, tiene también una lectura interna en el PSOE. El PSC daba por hecho que Batet y Cruz seguirían presidiendo, respectivamente, el Congreso y el Senado, algo especialmente simbólico para este partido. Fuentes del PSC admitían este domingo su frustración aunque aseguraban que apoyarían cualquier decisión de Sánchez. Es posible ahora que haya compensaciones en el Gobierno. El PSC tenía a Batet en el anterior Ejecutivo, y ahora sale también otro catalán, Josep Borrell, aunque él no era de la órbita de la dirección de los socialistas catalanes. Sánchez tendrá que compensar de alguna manera ese vacío. Unidas Podemos sí estaba buscando a un catalán para el ministerio de Universidades.

El PSC pierde peso y lo gana el socialismo madrileño. Los presidentes autonómicos y líderes territoriales consultados celebraron la elección de Llop. “No todo es PSC”, resumía un barón socialista que mantiene una relación cordial con el partido hermano en Cataluña. Otro dirigente autonómico apuntaba que “una cosa es un gesto y otra acaparar” mientras recordaba que la apuesta por Batet ya tenía la “fuerza suficiente” tras convertirse en la primera catalana en presidir la Cámara Baja. Llop está muy ligada a Ángel Gabilondo, líder de la oposición madrileña e independiente como ella. También a José Manuel Franco, secretario general del PSOE de Madrid que en las primarias de 2017 desempeñó un papel muy activo en la búsqueda de apoyos para Sánchez frente a Susana Díaz.

Presidenta de la Cámara Alta y diputada autonómica

Pilar Llop deberá repartirse entre el Senado y la Asamblea de Madrid. En esta comunidad, a diferencia de otras, es obligatorio que los senadores por designación autonómica mantengan su acta en el Parlamento regional. Los compañeros de bancada de la candidata del PSOE a presidir el Senado dan por hecho que acudirá a la sesión de control y a las votaciones importantes. El jueves está prevista la asistencia de Llop al pleno de la Asamblea, ya con su doble condición de presidenta del Senado. La magistrada se estrenó como diputada autonómica en 2015.

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