El PSOE evita el choque con Esquerra pero avisa de que recurrirá cualquier ilegalidad
Adriana Lastra dice que su partido va “con esperanza” a la negociación con ERC pero Carmen Calvo advierte: "La autodeterminación no existe"
El PSOE quiere preservar la negociación real para la investidura de Pedro Sánchez —que todavía no ha comenzado—, y para ello evita enfrentarse con ERC después de que los republicanos hayan calentado el ambiente con declaraciones altisonantes de sus líderes y con resoluciones parlamentarias al borde de la desobediencia al Constitucional. Adriana Lastra, principal negociadora de los socialistas, ha asegurado este miércoles a las puertas del Congreso que el PSOE acudirá “con esperanza” a la primera cita de la comisión negociadora de tres socialistas y tres republicanos, prevista para mañana. “Si no fuéramos con ánimo y esperanza no acudiríamos”, ha rematado la portavoz parlamentaria socialista. Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ha advertido de que el PSOE no va a hablar de autodeterminación.
Lastra llevaba dos semanas sin decir nada sobre las reuniones con ERC —ya ha mantenido al menos dos encuentros con su portavoz parlamentario, Gabriel Rufián, y los contactos por teléfono entre ambos son casi diarios—. La aprobación, este martes en el Parlament, de una resolución que critica con dureza al Tribunal Constitucional y a la Monarquía y que insiste en el derecho a la autodeterminación, y las declaraciones de Rufián en las que dijo que Pedro Sánchez negociará ahora porque “ha sido derrotado” han generado ruido. Sin embargo, los socialistas prefieren centrarse en lo que va a pasar en la mesa de negociación.
El Gobierno en funciones recurrirá con toda probabilidad la resolución aprobada en la Cámara catalana por los partidos independentistas, como ya hizo con las anteriores, y Lastra lo ha apuntado con claridad: “El Gobierno ha acreditado que cada vez que tiene que presentar un recurso ante el Constitucional por una decisión del Parlament lo hace”. Sin embargo, los socialistas creen que se puede seguir adelante con las negociaciones y confían en que después de la sobreactuación de este martes, en la mesa sea más sencillo llegar a un acuerdo. “No vamos a debatir con ERC a través de los medios. Entenderán que no hayan tenido información hasta ahora pero mañana después de la reunión compareceré para explicar nuestra posición”, ha avanzado Lastra.
Poco después, la vicepresidenta, Carmen Calvo, ha apuntado en el mismo sentido, y ha recordado que se está estudiando recurrir esa resolución pero también otra de la Asamblea de Madrid, promovida por Vox y apoyada por el PP y Ciudadanos, en la que se instaba a ilegalizar los partidos independentistas. Calvo, en un tono más duro que el de Lastra, ha insistido en que "el derecho de autodeterminación no existe, no tiene ningún fundamento", y por tanto el PSOE "no va a hablar de autodeterminación".
La vicepresidenta ha dejado claro así los límites de los socialistas en la negociación: "No vamos a volver al punto de partida del gran acuerdo de la Constitución, sobre lo que es España. Podemos hablar del Título VIII de la Constitución, de un país que tiene diversidad territorial, eso que tanto trabajo le cuesta a las derechas, que tenemos esa diversidad por la historia". Lo que no dice Calvo, y es el punto central de la negociación, es que ERC sí puede hablar en esa mesa de autodeterminación, aunque el PSOE nunca la vaya a aceptar. Ese es el delicado equilibrio en el que se mueven los socialistas.
Calvo no rechaza la idea de ERC del diálogo entre Gobiernos, pero lo ve de una manera muy diferente a los republicanos. Para ella, la negociación clave es la de PSOE y ERC de este jueves y entre Gobiernos se habla dentro de la comisión bilateral Estado-Generalitat, que el Ejecutivo ya reactivó el año pasado. Pero los republicanos plantean un diálogo "entre iguales" para hablar de autodeterminación. El vicepresidente catalán y número dos de ERC, Pere Aragonès, insistió este lunes en una mesa de negociación "entre Gobiernos".
La cita es este jueves a las 17.00, pero nada indica que la negociación vaya a ser rápida. El Gobierno sí tiene prisa, pero ERC no. “Nosotros vamos con el ánimo de conseguir un acuerdo cuanto antes para poner en marcha un Gobierno progresista. No podemos seguir en funciones”, ha insistido Lastra.
Mientras Calvo, que no estará en la mesa pero sí habla con frecuencia con Aragonès y trata en esas conversaciones de preparar el clima para la negociación, marcó claramente los límites del PSOE, Lastra se limitó a contestar a las preguntas con la idea de que el PSOE y Unidas Podemos, socios de la coalición que se está terminando de fraguar, “siempre han defendido el diálogo” y, por tanto, los independentistas catalanes deberían estar interesados en apoyar un Gobierno así. El PSOE está especialmente molesto por la frase de Rufián sobre el “Sánchez derrotado” con el que van a pactar ahora. “Sánchez ha derrotado a la derecha, espero que en esto esté de acuerdo también ERC”, ha manifestado la negociadora del PSOE.
Los socialistas quieren cambiar el eje independentistas/no independentistas constitucionalistas/no constitucionalistas para volver al tradicional eje izquierda/derecha que giraría la política en el Congreso y en el Parlament para un nuevo tiempo en el que se puedan entender el PSOE, Unidas Podemos y ERC en los dos escenarios. Pero para llegar a ese punto hay que hacer antes un largo recorrido político en el que todo lo que se han dicho los tres grupos en los últimos meses debe quedar atrás. Y en ese camino, que acaba de comenzar, los socialistas parecen dispuestos a aguantar el pulso, pero no dejan de sentir la presión de una parte de su propio electorado que tiene una resistencia clara a cualquier acuerdo con los independentistas.
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