Los barones del PSOE apoyan que Sánchez negocie con ERC la investidura
La gran mayoría de los líderes territoriales entiende que no hay más opciones ante la negativa de PP y Ciudadanos y ven asumible pactar una mesa de diálogo para Cataluña
Esta vez el PSOE no será un problema. Pedro Sánchez ha conversado con la mayoría de los barones socialistas para explicarles que no ve más opción que negociar la abstención de ERC para lograr la investidura y ha recibido un apoyo claro, aunque con matices. La gran mayoría de los barones entiende que no hay más opciones ante la negativa de PP y Ciudadanos a facilitar la investidura. Casi todos ven asumible pactar una mesa de diálogo para Cataluña, aunque Emiliano García Page (Castilla-La Mancha) y Javier Lambán (Aragón) están más inquietos.
El resultado electoral, mucho peor del que La Moncloa esperaba —bajó tres escaños (de 123 a 120) cuando confiaba en subir— ha supuesto un baño de realismo para el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, pero también para todo el partido. Dirigentes que hace un tiempo insistían en que había que evitar como fuera que la investidura dependiera de los independentistas han asumido ahora que no queda otra salida. Varios señalan en privado y en público que preferirían que el PP y Ciudadanos facilitaran la votación de Sánchez en el Congreso, pero han asumido que esa opción es inviable. La presión de Vox, con 52 diputados, aleja al PP de la abstención. Y Ciudadanos, en plena hecatombe interna, tendría que votar a favor de una coalición PSOE-Podemos —no basta con su abstención— algo que también parece muy difícil.
Esa inyección de realismo ha hecho que la mesa de diálogo sobre Cataluña entre el PSOE y ERC, que hace no tanto habría supuesto una convulsión en el socialismo, no haya originado en esta ocasión ninguna fractura interna. “¿Alguien puede oponerse a que se hable en cualquier foro, sometido ese diálogo a la Constitución y a las leyes? Estamos muy mal como país si hasta eso se quiere criticar”, sentencia el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. “El PSOE siempre ha apostado por la vía del diálogo dentro de la ley. Hay que abrir una esperanza. No detecto inquietud en el PSOE, porque no habrá transgresión de límites. Como dice [Zygmunt] Bauman, el diálogo real no es hablar con gente que piensa lo mismo que tú”, añade Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana.
“No me he encontrado a nadie que diga que esto se va a arreglar sin diálogo. Hay un apoyo unánime a Sánchez en el PSOE. En los resultados electorales hay un mandato para hacer un Gobierno progresista y de diálogo. Solo Sánchez puede dar espacio a ese diálogo”, remata Miquel Iceta, líder del PSC y hombre clave en la estrategia del presidente sobre Cataluña. Esta es la tónica general entre los consultados. Ese mandato también se ha visto refrendado por las bases del partido, que han respaldado mayoritariamente en la consulta celebrada este sábado el preacuerdo para un Ejecutivo con el partido de Pablo Iglesias.
García-Page y Lambán, los dos barones del PSOE más escépticos, no rechazan de plano el diálogo, pero piden que se presione más a PP y Ciudadanos para buscar una vía alternativa. Ninguno de los dos plantea una crítica abierta a la estrategia. En la reunión de Ferraz con los secretarios de Organización de todas las federaciones, el lunes, se admitía de facto que ERC tendrá que ser un interlocutor permanente. No solo para que salga adelante la investidura sino para aprobar políticas sociales a lo largo de la legislatura. Los presidentes autonómicos y secretarios generales de las principales federaciones no ocultan su escepticismo y presagian que la legislatura será corta. Pero creen que parten con la ventaja de que ERC tendrá que elegir entre permitir la investidura a riesgo de que le penalice en las próximas elecciones catalanas entre el electorado independentista o bloquear que haya Gobierno y Vox pueda ser determinante en otras elecciones.
El gran interrogante es si ERC pondrá unas condiciones insalvables. Si serán imposibles o asumibles. Las líneas rojas son la celebración de un referéndum de autodeterminación y la amnistía de los condenados por el procés. “Una mesa de negociación con cierto contenido es necesaria. Pero es un proceso, no es para hoy ni para mañana. Hay que sentarse a hablar, establecer el modus operandi de qué negociar y cómo hacerlo”, apunta un presidente autonómico partidario de la mesa de diálogo. La dirección del PSOE remite a la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión, dependiente de la Generalitat, según la cual el 46,8% de los españoles aboga por unas negociaciones dentro de la Constitución para solucionar la crisis catalana. Otro 21,2% va más allá y es partidario de unas negociaciones “sin límites”. Un 23,4% reclama “mano dura” con los independentistas.
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