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El PP se atasca con Mazón ante el riesgo de nuevas revelaciones

El partido, que teme que una nueva revelación liquide al ‘president’, pide perfil bajo a su barón valenciano e intentará repartir culpas en la comisión de investigación del Senado

Alberto Núñez Feijóo y Carlos Mazón, en Valencia, el 9 de enero.
Alberto Núñez Feijóo y Carlos Mazón, en Valencia, el 9 de enero.Mònica Torres
Elsa García de Blas

El tiempo que le queda a Carlos Mazón al frente de la Generalitat valenciana depende, según afirman fuentes populares, de lo que aún se ignora que hizo entre las 17.30 y las 20.28 del día de la dana. Es decir, desde que terminó la comida con la periodista Maribel Vilaplana en el restaurante El Ventorro de Valencia hasta que llegó al órgano de coordinación de emergencias, el Cecopi, después de que se enviara la alerta a la población ―a las 20.11 del 29 de octubre― por la gota fría que provocó la muerte de 224 personas. Para muchos en el PP, la caída del president valenciano podrá retrasarse o no en función de lo que pasara en esas tres horas cubiertas todavía por un manto de silencio.

La versión hasta ahora de Mazón es que en ese periodo se dirigió a su despacho en el Palau de la Generalitat, pero no ha hecho pública la relación de desplazamientos de su coche oficial, que podría verificar esta secuencia. Y en el PP “cabe la duda” de lo que hizo, admiten muchos dirigentes en privado, manejando diferentes teorías. Si no se trata de algo grave, en el partido creen que el president podrá aguantar a medio plazo, aunque Alberto Núñez Feijóo prefiera a otro candidato para las próximas autonómicas. Pero si estallara otra bomba que minara todavía más su credibilidad, la caída podría ser inmediata, se escucha en el PP. Incluso cuestión de días, dicen algunos, aunque no sería tan sencillo.

Hasta que encuentre la fórmula para arreglar el entuerto, Feijóo sostiene de momento a Mazón y se prepara para ir a una batalla a cara de perro con el Gobierno para tratar de corresponsabilizarlo de la tragedia en las dos comisiones de investigación que se van a activar en las próximas semanas en las Cortes. En paralelo, la investigación judicial sigue su curso en un juzgado de Catarroja y condiciona cualquier estrategia política.

Un quebradero de cabeza

El PP necesita ganar tiempo. Superada la semana de mayor presión sobre el president, los populares han tenido que reelaborar el plan para sostenerle, porque la crisis valenciana ha sido el principal quebradero de cabeza de Feijóo y de su equipo en las últimas semanas. La prueba es que el PP ha decidido que ya no se celebre en Valencia el congreso del Partido Popular Europeo, un cónclave previsto para finales de abril y que se prepara, por su envergadura, durante meses. El motivo es el elefante en la habitación en el que se ha convertido Mazón.

La nueva estrategia tiene dos vertientes, según revelan fuentes populares. Por un lado, dar a Mazón cobertura en el Senado, tratando de corresponsabilizar al Gobierno en la comisión de investigación sobre la tragedia que arranca este mes bajo el control del PP. Por otro, exigirle ―ya se ha hecho― que reduzca la exposición pública y se centre en exclusiva en el trabajo de reconstrucción.

Aunque muchas voces en el PP reclamaban una salida más rápida de Mazón para cortar la hemorragia, Feijóo ha decidido aguantar ante las dificultades para sustituir a un presidente en ejercicio cuyo reemplazo depende de Vox. El líder popular habló claro este pasado lunes hacia fuera y hacia dentro: dio su aval a Mazón para continuar de momento, pero al mismo tiempo le propinó una estocada cuando remarcó que su Administración —al igual que el Gobierno central, dijo— “no estuvo a la altura”. Todo el mundo entendió el mensaje en el PP. “Mazón está finiquitado. Solo es ver la fórmula”, afirma un presidente autonómico de peso del PP.

Pero ni la fórmula ni los tiempos están claros. Y hay un problema añadido. El president no tiene intención de dar un paso atrás, como remarcan fuentes de su entorno. “Ni en el corto ni en el largo plazo”, subrayan en el círculo más próximo a Mazón. “El presidente está a lo que está, tiene el reto enorme de la reconstrucción”, remachan en la Generalitat. Algunos dirigentes del PP se lamentan de que el barón valenciano esté “encastillado” y piense que puede repetir como candidato dando la vuelta a la situación actual, que le impide caminar por Valencia con normalidad sin recibir algún abucheo o insulto, y tras cinco manifestaciones reclamando su dimisión.

El equipo de Mazón es consciente del ruido y de la presión mediática, que siente casi como un acoso, pero afirma que “su determinación es hacer lo que hay que hacer”, que es centrarse en arreglar los destrozos por el temporal. Y no contempla el escenario de que Feijóo le indique a su barón que debe dar un paso atrás.

Reparto de culpas

El PP se prepara entre tanto para ir a una batalla de embarre y reparto de culpas con el Gobierno, tratando de corresponsabilizarlo. Los populares han acelerado en el Senado, controlado por su mayoría absoluta, la comisión de investigación sobre la dana. El próximo 24 de marzo arrancan las comparecencias. Las primeras serán de dos catedráticos de hidráulica, José Bautista y Félix Francés. En las siguientes sesiones, según el calendario al que ha tenido acceso EL PAÍS, desfilarán el arquitecto Julio Gómez-Perreta, el decano del Colegio de Ingenieros de Valencia, Javier Machi Felici, y los ingenieros de caminos Teodoro Velázquez Rodríguez y Francisco Javier Sánchez.

La presencia de estos técnicos tiene un sentido: el PP va a poner el foco en las obras que se podrían haber hecho de antemano para evitar un desbordamiento como el que se produjo en el barranco del Poyo. Además, los populares incidirán en la tesis de que la Generalitat contó con una información deficiente de la evolución del temporal por los organismos estatales, aunque esta semana se ha conocido que hubo cientos de llamadas que alertaron al 112 del desbordamiento del barranco de vecinos que ya veían lo que se les venía encima. “El agua sale por los enchufes”, alertaban espantados. Es decir, que la cronología de las comunicaciones revela que la Generalitat tuvo a partir de las 16.40 mucha información sobre la crecida de la rambla. El mensaje a móviles no llegó hasta las 20.11.

La comisión en la Cámara alta estará presidida por el veterano senador Gerardo Camps ―consejero de Economía de la Generalitat valenciana entre 2001 y 2012―, que al constituirse destacó que el objetivo principal es “honrar a las víctimas” y “buscar la verdad con rigor, dejando de lado intereses personales o partidistas”. Otra cosa es la estrategia que vayan a ejecutar los senadores populares en los interrogatorios.

El movimiento de la comisión es arriesgado para Feijóo. Por un lado, porque mantendrá el foco puesto en la dana durante semanas, un marco que sobre todo beneficia a Vox y a Compromís. Pero, además, por la dificultad para los senadores del PP de defender también la gestión de Mazón, de la que se ha desmarcado hasta su jefe. El cortafuegos entre uno y otro se diluye.

El calendario de la comisión también indica que prácticamente se descarta una salida rápida de Mazón ―salvo que se detone alguna bomba imprevista―, porque ya hay fijadas comparecencias hasta el 1 de abril. Y el PP no va a destituir a su president en plenos trabajos. Además, el programa es extenso e incluye citaciones a varios ministros, además de al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al propio Mazón.

La comisión en el Senado se solapará con otra de la misma naturaleza en el Congreso, donde la izquierda tiene la mayoría. La de la Cámara baja todavía no se ha constituido, pero fuentes socialistas calculan que antes de la Semana Santa se habrá celebrado la primera sesión, informa José Marcos. El PSOE todavía tiene que acordar con sus socios el plan de trabajo, pero no espera problemas porque en esta cuestión están alineados en responsabilizar a la Generalitat. Los socialistas contemplan llamar a miembros del Gobierno de Mazón, expertos de nivel técnico y secretarios de Estado que hayan trabajado en la respuesta a la dana y la reconstrucción.

Perfil bajo

En esos trabajos de reconstruir Valencia es en lo que Génova ha instado a Mazón a que se centre. Feijóo sigue muy molesto con su barón y su relación está más que enfriada. El president está acatando órdenes y ha rebajado la exposición esta semana, con un perfil más discreto. El problema es que su defensa judicial atraviesa toda su acción política. “En el pecado lleva la penitencia”, reflexiona un dirigente del PP. “Al defender que no estuvo en el Cecopi la tarde en la que se tomaron las decisiones sobre la emergencia, conseguirá salvarse judicialmente. Pero, a cambio, se mata políticamente”, añade.

La situación es endiablada para el propio Mazón y para Feijóo, atrapados ambos en el laberinto valenciano. Entre tanto, el expresidente Francisco Camps, que tuvo que dimitir en 2011 por verse salpicado por el caso Gürtel, se mueve ahora para forzar un congreso en el PP valenciano. El cónclave tocaba en junio, pero ni Génova ni Mazón quieren que se celebre en esos plazos. En el entorno del barón valenciano ven mucho más peligrosos los movimientos que creen que hace el vicesecretario Esteban González Pons para moverle la silla y situar a su delfín, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.

El nuevo plan está en marcha, pero el futuro es imprevisible porque hay muchos elementos incontrolables. La presión mediática sobre el presidente valenciano también aprieta al PP. “La prensa coincidente con el PP ha dejado caer a Mazón”, analiza un veterano popular, que se pregunta: “¿Se puede aguantar así?”.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.
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