El PP gana 22 escaños y Casado no cierra ninguna puerta: “A ver qué hace Sánchez”
Los populares vencen en Cantabria, Castilla y León, Navarra y Galicia. El partido de Abascal les supera en Murcia y en cuatro provincias andaluzas
La sensación este domingo en la sede del PP era agridulce, en parte por las expectativas que ellos mismos habían generado y por el auge de Vox, que se dispara. Los populares pasan de 66 a 88 escaños, pero sigue siendo el segundo peor resultado de su historia, muy lejos de los 137 que dejó Mariano Rajoy en el hemiciclo cuando fue desalojado de La Moncloa por la moción de censura. Vox se impone en uno de sus viejos feudos, Murcia, y les supera en cuatro provincias andaluzas. Pablo Casado obvió en su comparecencia el auge de la extrema derecha y lanzó un mensaje ambiguo al PSOE. “Veremos qué plantea Pedro Sánchez. Nuestros programas son incompatibles”.
“Gracias, Pedro, por el regalo de las elecciones”, repitió la portavoz del PP en el Congreso en la pasada legislatura, Cayetana Álvarez de Toledo, en cada mitin de campaña. Los populares afrontaron los comicios como un examen de recuperación tras el batacazo de abril, cuando perdieron 71 asientos en el Congreso y la mayoría absoluta en el Senado. Ahora mejoran notablemente sus resultados: de 66 a 88 diputados; de 4,3 millones de votos a 5 millones; de 57 escaños de diferencia con el PSOE a 32. Pero en su cierre de campaña habían llegado a hablar de "empate técnico" con los socialistas e incluso de la posibilidad de "vuelco electoral", por lo que la sensación final era agridulce en la sede de Génova.
El PP es primera fuerza en Galicia, Cantabria, Castilla y León y Navarra (con Ciudadanos y UPN). Su “socio preferente”, con el que gobierna en Andalucía, Madrid, Murcia y Castilla y León, sufre una espectacular caída —de 57 a 10 escaños— y Vox gana peso a su derecha: de 24 asientos en el Congreso en abril, a 52 en noviembre.
Pablo Casado hizo leña del árbol caído: “Quisieron sustituirnos, pero siempre resurgimos”, dijo en alusión a Ciudadanos, que en abril se quedó a solo 200.000 votos de distancia de sus siglas. Y prefirió obviar el auge de la extrema derecha para centrarse en el PSOE. En una tarima colocada frente a la sede a última hora y ante un reducido número de simpatizantes, el presidente popular lanzó un mensaje ambiguo. “Sánchez ha perdido su referéndum. Los españoles le han hecho una moción de censura. Vamos a ser muy exigentes con el PSOE. Vamos a ver qué plantea ahora Pedro Sánchez y después ejerceremos nuestra responsabilidad porque España no puede seguir más tiempo bloqueada y seguir siendo rehén de sus intereses”, declaró. “Nuestros intereses y nuestros programas son incompatibles con los de Pedro Sánchez. Ejerceremos nuestra responsabilidad y nuestra alternativa”, añadió a continuación.
Durante toda la campaña, Casado repitió que con el líder socialista “ni a la vuelta de la esquina” y que nunca se abstendrá para facilitar su Gobierno. El líder del PP también descartó entonces una gran coalición con el PSOE y Ciudadanos, como le llegó a pedir Albert Rivera en un mitin, porque eso, asegura, dejaría la alternativa en manos de Podemos y de Vox. También dijo que si tenía "un escaño más", se presentaría a la investidura. El PSOE, Unidas Podemos y Más País suman más diputados que el PP, Ciudadanos y Vox.
Envalentonado por los datos de los primeros sondeos que daban al PSOE una caída mayor de la que finalmente tuvo, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, puso sobre la mesa la dimisión de Sánchez. “Debería empezar a pensar en marcharse”, declaró media hora después del cierre de los colegios, a las 20.30.
El número dos de los populares también prefirió fijarse en la bajada del PSOE antes que en la subida de Vox, que se impone en viejos feudos populares, como Murcia —donde el secretario general es cabeza de lista— y le pisa los talones en Andalucía. En esta comunidad, presidida por el popular Juan Manuel Moreno, el PP sube cuatro escaños pero el partido de Abascal les supera en la mitad de las provincias: Cádiz, Huelva, Sevilla y Almería.
Evolución del PP
Escrutado 100%
50% de los votos
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28-A
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10N
Fuente: Ministerio del Interior
EL PAÍS
Evolución del PP
Escrutado 100%
50% de los votos
40
30
20
20,81%
10
0
1977
79
82
86
89
93
96
00
04
08
11
15
16
19
28-A
19
10-N
Fuente: Ministerio del Interior
EL PAÍS
Evolución del PP
Escrutado 100%
50% de los votos
44,63
44,52
40
37,71
38,79
39,94
33,03
30
34,76
26,36
25,79
28,71
20,81%
20
25,97
8,21
10
16,69
5,89
0
1977
79
82
86
89
93
96
00
04
08
11
15
16
19
28-A
19
10-N
Escaños
16
9
107
105
107
141
156
183
148
154
186
123
137
66
88
AP
CD
AP-
PDP
AP-
PDP-UL
PP
Fuente: Ministerio del Interior
EL PAÍS
El PP sigue a cero en el País Vasco y Marimar Blanco, con quien pretendían recuperar el escaño por Álava, se queda fuera del Congreso. Los populares se recuperan ligeramente en Cataluña al sumar un escaño más al de Cayetana Álvarez de Toledo por Barcelona y entra en la Cámara la exdelegada del Gobierno en Cataluña María de los Llanos de Luna. El PP en todo caso, se queda, con dos, lejos de los seis escaños que obtuvo en 2016 en la segunda comunidad más poblada, Cataluña, que aporta 48 diputados al hemiciclo. Y empata con Vox. La crisis soberanista y las supuestas alianzas de Sánchez con los independentistas —“el Gobierno Frankenstein”— fueron, junto al miedo a la crisis económica, el eje de la campaña de Casado.
En Galicia, el PP vuelve a ser primera fuerza política después de que el pasado abril el PSOE les superara por primera vez. Alberto Núñez Feijóo resiste, además, el embate de Vox, que no obtiene escaño en la comunidad, como tampoco lo logró en abril.
En Madrid, donde Casado introdujo importantes cambios en la lista para primar la gestión sobre la ideología, con exministros como Ana Pastor y Elvira Rodríguez, el PP sube tres escaños que suponen la entrada en el hemiciclo de Pilar Marcos, Elvira Rodríguez y Carlos Aragonés.
En el Senado, el PP gana 29 escaños. Juan José Cortés, que fue desplazado de las listas del Congreso —en abril sustituyó a la exministra de empleo Fátima Báñez— a las de la Cámara alta, se queda fuera. Ese era precisamente su temor y el motivo por el que se revolvió contra la decisión de la dirección del partido de cambiarle de Cámara. Es previsible que este lunes señale a los culpables en el PP andaluz.
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