Vox estalla contra la exhumación de Franco y acusa a Sánchez de “carroñero”
Abascal acusa al PP y Ciudadanos de "silencio cómplice" ante el traslado de los restos del dictador
En los últimos días, Vox había contenido el tono de sus críticas a la exhumación del dictador, evitando que se le identificara con el franquismo más recalcitrante. Pero a mediodía de hoy su líder, Santiago Abascal, ha estallado en su cuenta de Twitter. “Sánchez va más allá de la telebasura con este show electoral y necrófago. El carroñero de La Moncloa ha iniciado una campaña de odio. El Gobierno debería hacerse la misma foto que se hicieron sus admiradas milicias. A los muertos se les respeta, se llamen Franco o Pasionaria”, ha escrito, acompañando el texto de dos fotografías de milicianos durante la guerra civil con momias sacadas de sus féretros.
No se sabe qué imágenes provocaron la indignación de Abascal, ya que por la mañana había explicado con displicencia en RNE que tenía que hacer un viaje en coche y no pensaba seguir la exhumación por televisión. En otro tuit casi simultáneo al anterior, dejó claro que sus críticas no se limitan al PSOE y a Sánchez .“Es una vergüenza el silencio cómplice del PP y de Cs y la vía libre del Tribunal Supremo y de la Junta Electoral para cometer esta tropelía. Ahora irán a por la Cruz, esparciendo el odio desde las instituciones, y todos seréis responsables”.
Sánchez va más allá de la telebasura con este show electoral y necrófago. El carroñero de la Moncloa ha iniciado una campaña de odio. El gobierno debería hacerse la misma foto que se hicieron sus admiradas milicias.
— Santiago Abascal (@Santi_ABASCAL) October 24, 2019
A los muertos se les respeta, se llamen Franco o Pasionaria. pic.twitter.com/EajhsAejfl
Vox parece atrapado entre el deseo de desmarcarse de las voces más ultraderechistas para ampliar su base electoral, con unas encuestas que le sitúan como tercera fuerza política en el nuevo Congreso, y la presión de los franquistas irredentos que han apoyado al partido desde su inicio, como el presidente de la fundación Francisco Franco, el general retirado Juan Chicharro.
Salvo la familia de Franco, nadie ha hecho más que Vox por evitar el traslado de los restos del dictador. Su portavoz en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, pidió al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso que negase los permisos para realizar la obra de exhumación (innecesarios, según el Tribunal Supremo); y Abascal recurrió sin éxito a la Junta Electoral Central para que la suspendiera alegando que se trataba de un acto propagandístico prohibido por ley en precampaña electoral.
Una vez que la exhumación se demostró imparable, Vox puso el foco en la crítica al Gobierno, pero evitando cualquier defensa del dictador. “No soy franquista, me da igual lo que me llamen”, declaró Abascal el miércoles por la noche en una entrevista con Antena 3. “El objetivo [del Gobierno] no es desenterrar a Franco. El objetivo es deslegitimar la transición, derrocar a Felipe VI y derribar la cruz del Valle de los Caídos”, arremetió el jueves en RNE.
El secretario general del partido, Javier Ortega Smith, estaba visiblemente incómodo este jueves a las nueve de la mañana ante el interés de los periodistas porque se pronunciara sobre la exhumación de Franco a su llegada a un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum en el hotel Palace de Madrid. Y optó por echar balones fuera, asegurando que lo que importa es “exhumar políticamente a Pedro Sánchez de La Moncloa el próximo 10 de noviembre”. Además, acusó al Gobierno de querer “volver a los años treinta [del siglo pasado], a la quema de iglesias, la profanación de tumbas de monjas, las checas, matar a los líderes de la oposición o los golpes de Estado”. La frase de su número 2 la ilustró Abascal después con su tuit sobre la profanación de tumbas en la Guerra Civil.
Ya por la tarde, el eurodiputado Jorge Buxadé y la diputada Macarena Olona anunciaron la presentación de proposiciones de ley coordinadas en las comunidades que cuentan con layes autonómicas de Memoria Histórica y en las que Vox tiene presencia (Andalucía, Aragón y Baleares) para pedir su derogación. En el caso de Murcia, no hay ley, pero la memoria histórica está incorporada al propio estatuto.
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