El PSOE se activa para el 10-N sin “ningún miedo” a la abstención

La dirección del PSOE realizó este jueves un ejercicio de introspección en el que Pedro Sánchez defendió cada uno de los pasos en las negociaciones fallidas con Unidas Podemos. La falta de acuerdo de la izquierda y el bloqueo del PP y Cs propiciaron la reválida electoral del 10 de noviembre. El presidente en funciones trasladó su confianza en una victoria más abultada en las tres horas de reunión. No hubo intervenciones críticas. Tampoco alarma la desmovilización de sus votantes más ideologizados. “No hay ningún miedo a la abstención”, afirmó José Luis Ábalos.

Las elecciones del 28-A removieron el tablero político de una manera que no se veía en décadas. La primera victoria del PSOE en unas generales desde 2008 acabó con la hegemonía del PP en provincias como Guadalajara y Zamora, donde los socialistas no eran la primera fuerza desde 1982. Otro ejemplo extremo es el de Galicia, donde el PSOE no había sido el partido más votado en unas generales desde la restauración de la democracia. En el caso de Ceuta, había que remontarse a 1989 para encontrar el precedente más cercano de la vez anterior en la que el PSOE se llevó el único escaño en juego.

Una de las claves, si no la principal, de la próxima campaña para las elecciones del 10 de noviembre —y de las seis semanas previas de precampaña— será la motivación del electorado de izquierdas tras el fracaso de las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos para formar Gobierno. “Siento que me han usurpado esa victoria electoral. Siento que mi propio voto, no es que esté humillado, es que nos lo han robado”, expresó José Luis Ábalos. El secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento en funciones culpó así, con una crudeza poco habitual, a Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias de la repetición de elecciones. “Su tacticismo personalista nos ha abocado a nuevas elecciones”, remachó Ábalos, que será el coordinador general de campaña del PSOE. Como en abril, colaborará “de manera recíproca” con Iván Redondo, el jefe de gabinete de Sánchez. En la anterior campaña Ábalos lo citó como coordinador junto a él, aunque Redondo tampoco aparecía en el organigrama.

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La cúpula socialista confía en que el desánimo actual que constatan los cuadros del partido, más intenso a medida que se baja de nivel y el contacto se estrecha con militantes y simpatizantes, será pasajero. Y que su electorado responderá y se activará el 10-N. Pese a los intentos de la dirección del PSOE de transmitir una imagen de seguridad y confianza, la realidad es que el nerviosismo campa en las federaciones socialistas. En el pleno del Congreso del miércoles los diputados del PSOE se hacían la misma pregunta que se vienen haciendo el último mes: si en sus circunscripciones prevén subir en escaños. Y nadie se mostraba optimista. Eso sí, no se cuestionará la estrategia de campaña en el comité federal del 28 de septiembre. El máximo órgano del PSOE entre congresos abordará las listas y presupuestos de campaña. En principio, no están previstos grandes cambios en las candidaturas.

Pese a la inquietud interna, Ábalos insistió en que el PSOE “tiene una estructura muy asentada” y “no preocupa la desmovilización”. Es más, en La Moncloa y Ferraz dan por asegurado el grueso de su electorado. Partiendo de ese escenario, la aspiración de Sánchez es crecer por el centro a costa del escoramiento a la derecha de Rivera. “Ciudadanos empezó siendo socialdemócrata, luego liberal… ¿Qué quedo de esto? ¿Un partido centrista que practica el frentismo? ¿Un partido liberal que busca el acomodo con la ultraderecha?”, cargó Ábalos.

Los socialistas se lanzarán sin disimulo a por ese millón de votantes de Ciudadanos situados en el centroizquierda y molestos con el veto al PSOE en vez de a Vox. “Los estudios demoscópicos ven al PSOE como la izquierda moderada. Este es el partido que más se parece al pueblo español”, sostuvo Ábalos. Sánchez apostará por una campaña “propositiva, de balance de la gestión, y no por una dinámica de confrontación”, según el ministro de Fomento. A diferencia de abril, el intercambio de reproches con Podemos se da por seguro. “No es entendible que Iglesias haya decidido boicotear por cuarta vez en cuatro años un Gobierno progresista y dar una bola extra a la derecha”, remarcó Ábalos.

Frente a la falta de crítica en el PSOE, Felipe González responsabilizó “a todos los actores políticos sobre el tablero” de la repetición electoral. “Aquí todo el que está en la partida tiene responsabilidad. Y aunque no tengas culpa tienes responsabilidad. Lo contrario sería un escape infantil”, ha señalado Ábalos tras conocer que Felipe González había responsabilizado "a todos los actores políticos sobre el tablero" de la repetición electoral. “La gente responsable siempre asume la responsabilidad incluso cuando no le corresponde. El problema es que había fuerzas que no tenían nada que ofrecer y no han dejado gobernar”, ha añadido el secretario de Organización.