La Fiscalía provoca confusión en el juicio del ‘procés’ al exhibir vídeos de los que no concreta fecha ni lugar
Las imagenes de supuesta violencia copan las grabaciones propuestas como prueba por el ministerio público
El juicio del procés ha llegado este martes a una fase sobre la que se habían levantado muchas expectativas: la exhibición de las decenas de vídeos propuestos por las acusaciones y las defensas como pruebas de sus tesis. Las grabaciones que han empezado a reproducirse ponen imágenes y sonido a los relatos que los testigos han expuesto en semanas anteriores, aunque la sesión ha discurrido con algo de confusión porque la Fiscalía no ha podido concretar a qué hechos responden algunas de las imágenes. Esta situación ha provocado las quejas de las defensas y el tribunal les ha emplazado a impugnar las grabaciones que consideren que no deben admitirse como prueba.
Los abogados de los líderes independentistas reclamaron al inicio de la vista oral que los vídeos se reprodujeran durante la comparecencia de algunos testigos de la Fiscalía, sobre todo guardias civiles y policías que actuaron en los centros de votación el 1-O, para poder contrastar sus testimonios con las imágenes. Pero el tribunal rechazó esta opción para evitar “eternizar” los interrogatorios y pospuso todas las grabaciones a la fase documental. Ahora ha llegado ese momento y el tribunal, las acusaciones, las defensas y el público han empezado a ver horas y horas de grabaciones registradas en Cataluña el otoño de 2017.
La exhibición ha empezado con los vídeos propuestos por la Fiscalía, en su mayoría relativos a las concentraciones del 20 de septiembre ante distintas sedes del Govern donde se estaban produciendo registros policiales y a la entrada de los agentes en los centros de votación el 1 de octubre. Entre la treintena de vídeos exhibidos en la mañana de este martes había algunos inéditos, como el que muestra agentes de la Guardia Civil en un colegio de Sant Martí de Sesgaioles en el que los ciudadanos se habían apostado en la calle a las puertas del centro y tras una pequeña barricada formada por mesas y sillas escolares. Los agentes conversan entre ellos para preparar la entrada y se dan indicaciones de hacerlo “poco a poco”. Empiezan a quitar las sillas y las mesas una a una mientras los vecinos siguen quietos obstaculizando la entrada. A unos metros, una pareja de mossos contempla la escena sin intervenir, una imagen con la que el ministerio público pretende demostrar la pasividad de la policía catalana.
Varios de los vídeos se han centrado en la concentración ante la Consejería de Economía el 20-S. Algunos muestran a los líderes de ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, dirigiéndose a la gente. Cuixart hace gestos con la mano llamando a la calma mientras los concentrados exclaman “votaremos”. Los momentos de mayor tensión son imágenes grabadas de noche. Se ve un coche de la Guardia Civil con las lunas rotas y la carrocería plagada de pegatinas, gente que grita “sin violencia” y otros que claman “hijos de puta” mientras agentes de orden público de los Mossos (los llamado brimos) intentan desalojarlos. Se escucha el ruido de cristales rotos y algunos manifestantes se encaran con los agentes.
La concreción horaria de las imágenes es importante en este caso porque Sànchez y Cuixart abandonaron el lugar tras desconvocar la concentración, sobre las doce y media de la noche. De ahí que el abogado de Sànchez haya pedido al fiscal Jaime Moreno que concrete si esas grabaciones, en las que se aprecia más tensión e incidentes que en las registradas de día, son de antes o de después de la desconvocatoria. Moreno ha aclarado que eran de “después”. En otra de las imágenes correspondientes al 20-S, las defensas han pedido al ministerio público que concrete el lugar de la grabación, pero el fiscal ha admitido no estar en disposición de hacerlo. El fiscal Moreno ha restado importancia a la falta de concreción de fecha y hora de los vídeos alegando que lo que quería demostrar con la sucesión de imágenes era un “clima general”.
El presidente del tribunal ha emplazado también a las defensas a impugnar, si lo creen conveniente, un vídeo que recoge una carretera cortada y que los fiscales sitúan en el "paro de país" del 3 de octubre, pero que las defensas advierten que no puede ser ahí porque se escucha a ciudadanos gritando a favor de los "presos políticos", y en esa fecha, aún no había ningún líder independentista en prisión. Según los abogados, las imágenes corresponden realmente al 8 de noviembre, cuando ya estaba activado el artículo 155 y la cúpula del procés estaba fugada o en prisión.
Fuentes del ministerio público aseguraron que, aunque el fiscal Jaime Moreno no acertara ayer a indicar la fecha y el lugar de los vídeos, estas están bien acreditadas en la pieza separada del sumario a la que corresponden y así se le ha trasladado al tribunal. Las quejas de las defensas, por tanto, no están justificadas, según los fiscales.
El ministerio público pretende apuntalar con estas imágenes su tesis de que la Generalitat se valió de la movilización ciudadana para generar un clima de violencia y para obstaculizar la labor de la Policía y la Guardia Civil. Algunas de las imágenes puede parecer que favorecen a la tesis contraria, ya que muestran a los agentes antidisturbios intentando entrar en los centros sin mediar y apartando a los ciudadanos que pretendían evitarlo. El abogado Javier Melero, que defiende al exconsejero Joaquim Forn, lo adeslantó este lunes: “Esta defensa considera que todos los documentos de la Fiscalía son dúplex, les sirven a las acusaciones pero también a las defensas. Creemos que todos apuntalan la tesis de las defensas y no impugnamos ninguno”.
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