El Rey se reúne con Batet y Cruz para poner en marcha la legislatura
Las audiencias con la presidenta del Congreso y el del Senado activan el proceso político
Felipe VI ya tiene interlocución en el Congreso de los Diputados para, siguiendo el artículo 99 de la Constitución, poner en marcha la investidura del próximo presidente del Gobierno. La nueva presidenta de la Cámara baja, Meritxell Batet, ha visitado este miércoles el Palacio de la Zarzuela para comunicar al Rey la constitución de la Cámara baja de la XIII Legislatura y ofrecerle su impresión sobre esta sesión formal celebrada el martes, en la que ya se hicieron incontenibles todos los componentes que van a determinar el relato parlamentario de los próximos años, así como su temperatura.
Más allá de cumplir con el trámite constitucional, sobre la audiencia planea el futuro de una legislatura que puede ser decisiva para los problemas que atenazan al país. La bronca sesión constitutiva que tuvo que afrontar Batet puede ser el prototipo de los trances a los que se va a ver sometida su presidencia en un período que, con el liderazgo de la oposición en pugna y con la extrema derecha y los presos preventivos independentistas catalanes en la Cámara, apunta a ser intenso y sacudido, pero también puede ser una oportunidad para enfrentar con diálogo los desafíos que España tiene planteados.
La tercera autoridad del Estado, que ha llegado minutos después de las 11.00 y ha permanecido unos 45 minutos en el despacho del Rey, ha recorrido un trayecto que será habitual en los próximos días, una vez fije este miércoles la fecha para reunir la Mesa del Congreso y las formaciones decidan los representantes que participarán en la ronda de consultas con el Rey previa a la investidura. La semana próxima Batet regresará a La Zarzuela con la lista y el Rey convocará, en orden inverso al peso parlamentario, las audiencias con los líderes parlamentarios para sondear las posibilidades de conformación de gobierno. Dilucidado el panorama, el jefe del Estado hará un ofrecimiento al candidato con más posibilidades, que según los resultados de las elecciones del pasado 28 de abril será el socialista Pedro Sánchez, y este se someterá al debate de investidura para lograr el apoyo del Congreso.
El Rey también mantiene un encuentro por separado con el nuevo presidente del Senado, el socialista Manuel Cruz, para recibir la comunicación oficial de la constitución de la Cámara alta y conocer de primera mano sus intenciones para una institución que cobró relevancia punitiva en la pasada legislatura con la aplicación del artículo 155 de la Constitución para la intervención administrativa de Cataluña y que puede desempeñar un papel clave en el conflicto. Como punteó en su discurso tras asumir el cargo, Cruz quiere un nuevo rumbo para el Senado para que sea parte de la solución a los desafíos territoriales del país mediante el diálogo, debate y el acuerdo “desde todos los territorios y posiciones”.
Sin haber afrontado una sesión tan áspera como la de Batet en el Congreso, Cruz también tuvo que atajar una sintomática subida de tensión en el momento en el que el senador electo Raül Romeva, preso preventivo por su participación en el ‘procés’ independentista catalán, procedía a formalizar su condición de parlamentario. Romeva, que al igual que otros senadores independentistas usaba una fórmula heterodoxa para prometer el cargo fue interrumpido por el secretario de la Mesa del PP, Rafael Hernando, con la llamada a otro senador. El presidente tuvo que intervenir para que Romeva pudiera terminar su intervención. La ruptura del pacto entre PSOE y PP en la Mesa del Senado y los mismos ingredientes que inflaman el Congreso también le auguran una presidencia ajetreada.
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