Identificada como española una yihadista arrestada en el último reducto sirio del ISIS
El Gobierno estudia la repatriación de la mujer, mientras investiga otros dos casos de detenidos en Baguz que dicen tener la nacionalidad
El Gobierno ha confirmado casi con total certeza que una yihadista arrestada en el último bastión del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en Siria, la ciudad de Baguz, es española, señalan fuentes del Ejecutivo. Agentes españoles trabajan sobre el terreno para aclarar la procedencia de otra mujer y un hombre que también aseguran tener la nacionalidad española. Hasta ahora no había españoles entre los combatientes extranjeros en poder de las milicias kurdas.
La mujer identificada como española es una de las dos que en las últimas semanas fueron interceptadas por las milicias de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, en sus siglas en inglés) cuando evacuaban Baguz y aseguraron tener pasaporte español. La primera afirmó a sus captores kurdos que tenía 24 años y era de origen marroquí. Y que se había quedado viuda de un yihadista muerto hace tiempo combatiendo en las filas del ISIS. Salió acompañada por siete menores, sin que se sepa cuántos eran hijos suyos.
La segunda aparece en una grabación del pasado 1 de marzo junto a cuatro menores y cubierta con el niqab (velo facial integral). A preguntas de un miliciano, la mujer aseguró en inglés: “Soy de España, soy española”. Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas no detallan cuál de las dos es la mujer ahora identificada, pero aclaran que el segundo caso sigue en estudio, al igual que el de un varón. Sobre estos últimos, las mismas fuentes recalcan que aún se están haciendo comprobaciones.
Hasta ahora no se había identificado a ningún español entre los cerca de 800 hombres y 700 mujeres de origen europeo —junto a unos 1.500 niños— que permanecen retenidos y sobre cuya liberación Washington, que ya prepara la retirada de sus tropas de Siria, ha lanzado un ultimátum para que los países europeos se hagan cargo de ellos. El caso de esta mujer se convierte, por tanto, en el primero en el que hay certeza de que es española y plantea al Gobierno la cuestión de su repatriación. Los planes del Ejecutivo son traer de vuelta a todas aquellas mujeres que tengan pasaporte español. La medida incluiría a sus hijos “por motivos humanitarios” e incluso a los niños que la acompañan -son siete en total- y que probablemente sean hijos de otra mujer, señalan fuentes del Gobierno, que no precisan si los hombres serán repatriados para ser juzgados en España.
Otras fuentes del Ejecutivo muestran su convencimiento de que esta mujer no será un caso único. El Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), dependiente del Ministerio del Interior, cifra en 130 los yihadistas españoles o residentes en España que aún permanecen en zonas de conflicto de los 237 que se desplazaron a la zona. A otros 61 se les da por fallecidos, muchos de ellos en ataques suicidas. Del resto, 45 han retornado hace tiempo a España o a otros países, y uno está en paradero desconocido. De los que han regresado, 20 están encarcelados.
Según Europol, al menos 5.000 ciudadanos europeos han viajado desde 2014 a Siria e Irak. Los servicios de inteligencia europeos están convencidos de que muchos de ellos están entre las más de 8.000 personas que se han entregado a las milicias kurdas en las últimas semanas durante los combates de Baguz. “Una vez terminada la ofensiva podremos hacer público el desglose por nacionalidades de miles de cautivas y yihadistas que se han rendido. Es posible que entre ellos aparezcan nacionales españoles o magrebíes con ciudadanía española”, asegura por WhatsApp Mustafá Bali, portavoz de las SDF.
Operación Gallant Phoenix
A pesar de que España forma parte de la Coalición Internacional contra el ISIS liderada por Estados Unidos, no hay uniformados españoles desplegados en Siria. EE UU, Francia y el Reino Unido han establecido varias bases militares con más de 4.000 soldados en total en el norte y noreste del país. Son efectivos de estos tres países los que asisten a los interrogatorios junto con agentes de los servicios de inteligencia occidentales desplazados al terreno en las últimas semanas en busca de sus nacionales en los campos y prisiones de las SDF, según explican combatientes aliados desde el frente.
En este operativo para identificar a ciudadanos de países occidentales —y que se encuadra en la Operación Gallant Phoenix encabezada por EE UU— sí colaboran agentes españoles. El objetivo es acumular indicios, como muestras de ADN, huellas dactilares y fotografías, para identificar a los terroristas del califato, tanto a los que han conseguido volver a Europa y EE UU, como a los que permanecen en Siria e Irak. El ADN es enviado a Alemania, “donde se centralizan estas pruebas”, según fuentes gubernamentales españolas, que reconocen que se enviaron muestras de las dos mujeres interceptadas cuando abandonaban de Baguz.
Discrepancias europeas sobre cómo afrontar el retorno
No hay una opinión unánime sobre qué hacer con los cerca de 800 combatientes del ISIS de origen europeo capturados. Alemania ha decidido retirar el pasaporte a los que tengan doble nacionalidad, mientras el Reino Unido estudia esa misma opción. Bélgica y Suiza proponen crear un tribunal especial que juzgue los delitos de guerra cometidos por el ISIS, pero es difícil recopilar pruebas en zona de guerra. Francia plantea un regreso escalonado y con las mayores garantías para que los juicios resulten un éxito en aras de la seguridad nacional.
En cuanto al caso de las llamadas mujeres del ISIS —unas 700 y que para muchos están tan radicalizadas como ellos e, incluso, han combatido— tampoco hay una posición común. Londres retiró recientemente la nacionalidad a Shamima Begum, que se unió al ISIS con 15 años y fue encontrada en un campo en Siria. EE UU tampoco ha aceptado la vuelta de Hoda Muthana, una estudiante de Alabama que con 20 años se marchó a Siria.
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