Podemos: de socio parlamentario de Gobierno a la oposición
Tras el rechazo a los Presupuestos, el partido se prepara para el adelanto electoral y dejará de negociar con el Gobierno medidas legislativas
Unidos Podemos ha visto la tarde del miércoles cómo su acuerdo de Presupuestos Generales con el Gobierno se ha quedado en el papel. A las 12.45 del mediodía la derecha se unió al independentismo catalán para tumbar el proyecto. En ese momento, la formación que lidera Pablo Iglesias, que votó desde casa por estar de permiso de paternidad, dejó de ser socio parlamentario del Ejecutivo para situarse en la oposición. Hasta que el presidente Pedro Sánchez convoque elecciones generales adelantadas y se disuelva el Parlamento, Unidos Podemos solo apoyará los decretos que respondan a sus exigencias. Se acabó la etapa de la negociación con cesiones para intentar sacar adelante medidas, explican en la dirección del partido.
"Hemos visto una votación de la que salen tumbados los Presupuestos más sociales de la historia. Es una mala noticia para los españoles", ha dicho Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos en el Congreso. Dos de sus diputadas, de En Marea y En Comú Podem, se han saltado la disciplina de partido y han votado en contra. "Hoy ha quedado en evidencia el límite claro que tiene el PSOE para gobernar en solitario. Se lo dijimos desde el principio". Podemos descarta de esta manera que el Gobierno pueda sostenerse legislando por decreto con 84 diputados y sin el apoyo parlamentario necesario. Analizarán con lupa cada iniciativa que presente el Ejecutivo. Usan de ejemplo un posible nuevo decreto de alquileres. No lo rechazarán de manera sistemática, pero ya no van a rebajar sus demandas.
Son conscientes, además, de que el PP y Ciudadanos mantienen el derecho a veto y la posibilidad de seguir demorando la tramitación parlamentaria de cada una de las medidas que el Gobierno lleve al Congreso. Entre otras, el voto rogado o el impuesto a los servicios digitales. Podemos ni siquiera confía en que ERC y PDeCAT dejen a un lado la postura que les llevó a rechazar los Presupuestos y vuelvan a una más dialogante. Sus intentos por mediar hasta el último momento, no han servido de nada. Sobre todo en cuestiones económicas donde se sitúan en "las antípodas" del partido de Carles Puigdemont y Quim Torra.
Disenso con IU
Al contrario que Podemos, aunque pertenezcan al mismo grupo, Alberto Garzón, en su intervención en el pleno, ha pedido a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que "no deje caer las leyes del acuerdo" porque, ha dicho, "merece la pena desarrollarlas". Momentos después, sin dejar de ejercer de portavoz de IU, ha asegurado que "un adelanto electoral sería inconveniente" y lo ha relacionado con el juicio al procés que se desarrolla en el Tribunal Supremo. "Nuestra opción es que no haya elecciones anticipadas", ha asegurado, "hay muchos motivos para continuar, como la ley mordaza, en proceso de tramitación. Ninguna fecha es buena porque hay mucho que hacer". Garzón mantiene su confianza en la mayoría parlamentaria que salió de la moción de censura que aupó a Sánchez a La Moncloa el pasado verano, aunque tras la votación de este viernes haya quedado rota.
"Al Gobierno no le queda otro remedio que convocar elecciones", ha remachado Irene Montero. La dirigente, como el resto de miembros de su partido, no habla de fechas. Su respuesta es la misma desde que el pasado diciembre convocaron un proceso de primarias interno e Iglesias salió elegido candidato a la presidencia con el respaldo de más de 50.000 inscritos. "Nosotras estamos preparadas para que la España feminista, democrática y fraterna gane unas elecciones generales", ha recordado. "Es una decisión del presidente marcar la fecha. Asumimos que las va a convocar cuando más le convenga".
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