Casado, Rivera y Abascal convocan una manifestación este domingo “para echar a Sánchez”

“Mediocre”, “incompetente”, “mentiroso compulsivo”, “okupa en La Moncloa”, “felón”, “el mayor traidor”, “desleal”, “irresponsable”, “ególatra”, “chovinista” y “cómplice del golpe al Estado”. El líder del PP, Pablo Casado, descargó este miércoles toda la artillería sobre Pedro Sánchez, a quien considera un “presidente ilegítimo por pactar con golpistas y dejarse chantajear por quienes quieren romper España”. Albert Rivera, de Ciudadanos, rebajó un peldaño esos ataques, pero solo en las formas. Casado fue un paso más allá y agitó la calle a menos una semana del inicio del juicio al procés, en el que Vox está personado como acusación popular, y para remarcar su posición como “líder de la oposición”, expresión que repitió varias veces.

En esa carrera por quién es más duro contra Sánchez —en una posición de debilidad por gobernar con apenas 84 diputados y de momento, sin Presupuestos— el PP y Ciudadanos se apresuraron a convocar una manifestación en Madrid contra el Gobierno. “En la capital del reino”, incidió Casado. “Tengo una excelente relación con Ciudadanos y nos une la defensa de la Constitución”, añadió. “Hay que echar a Pedro Sánchez”, declaró Rivera, para quien el presidente está “humillando” a España. Santiago Abascal se sumó más tarde: “Vox también convoca a todos sus simpatizantes y a todos los españoles a la gran movilización de este domingo. Hay que echar a este Gobierno traidor que está preso de los golpistas. A los golpistas separatistas solo hay que aplicarles el Código Penal. A Pedro Sánchez parece que también”, dijo. En distintos tonos, los tres líderes se alinearon para pedir la convocatoria de elecciones.

Casado explicó que había esperado a escuchar las explicaciones de la vicepresidenta, Carmen Calvo, por si rectificaba, antes de cancelar su viaje a Atenas hoy para un encuentro del PP europeo y antes de acudir a la delegación del Gobierno en Madrid para solicitar el permiso para convocar la manifestación. La número dos del Ejecutivo trató de restarle importancia a la aceptación de la figura del relator por parte del Ejecutivo. “No es un mediador, no hay un conflicto internacional. Hay una mesa donde se van a sentar los partidos en Cataluña que utilizará a una persona para ayudar a organizar y a negociar”, dijo.

Calvo no convenció a la oposición. Casado calificó sus declaraciones como “un insulto a la inteligencia”. “A la España de los balcones no le queda más remedio que salir a la calle”, aseguró después. Rivera, en su segunda comparecencia de la mañana, se pronunció en la misma línea: “Hemos visto la comparecencia de Calvo y, si teníamos alguna duda, nos ha confirmado que esto es un fraude. Entre los separatistas y Sánchez hay un acuerdo”, dijo.

A primera hora, Casado había dejado caer, en una entrevista en Efe, que no descartaba incluso presentar una moción de censura. Luego admitió que sin apoyos suficientes no la presentará — “no somos Podemos”—. La moción no agrada a Ciudadanos, que prefiere seguir presionando a Sánchez para que convoque elecciones cuanto antes. “Sabemos contar escaños, lo mejor es contar votos”, declaró Rivera. Ambos partidos sí unirán sus diputados para reclamar la comparecencia urgente del presidente en el Congreso con el objetivo de que explique la controvertida figura del relator.

Tanto Casado como Rivera se refirieron, en distintos términos, a unir fuerzas contra Sánchez. El líder de Ciudadanos habló de crear “un frente cívico” contra el presidente. El del PP, llamó a todas las fuerzas constitucionalistas a sumarse a la manifestación y a lo largo del día habló con Rivera, con Abascal y representantes de Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, Foro Asturias y el Partido Aragonés, además de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Según fuentes del PP y de Ciudadanos, ambos partidos pactaron que en la protesta del domingo no haya banderas de los partidos, solo la española.

División en el PSOE

Lejos de rebajar la tensión, la Generalitat reclamó este miércoles que el relator asista a las negociaciones entre los partidos españoles —PSOE incluido—, extremo al que se niega en redondo el Gobierno. Y varios dirigentes del PSOE se unieron a las voces críticas. El PP trata de explotar la división que el relator ha generado en las filas socialistas: Casado pidió directamente a los presidentes de Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page), Aragón (Javier Lambán) y Extremadura (Guillermo Fernández Vara), que mostraron su disgusto por el asunto del relator, que se sumaran a la causa. “Ayuden a echar al okupa de La Moncloa”, espetó Casado. “Sánchez solo mira su ombligo, sus casas, sus palacios, su avión, su perra. Y con la minoría más exigua de la democracia pretende reescribir la historia de España”, zanjó.

El PP y Ciudadanos rechazan cualquier diálogo con los independentistas, piden que se aplique ya el artículo 155 en Cataluña y consideran que al aceptar ese mediador, Sánchez acepta una de las exigencias de la Generalitat, la idea de bilateralidad. Rivera cree que el presidente del Gobierno ha aceptado los “marcos mentales” del independentismo y “todo su argumentario” por negociar en paralelo a las instituciones. Casado llegó a hablar de “alta traición”, de “vender España por un plato de lentejas en La Moncloa”, de “lo más grave desde el 23-F”.