España urge a Bruselas a desbloquear los fondos para Marruecos para frenar las migraciones
Rumí niega un cambio de criterio con el 'Open Arms': “Si usted hoy va con el DNI y mañana no va con el DNI, usted no va a pasar por el aeropuerto”
España quiere ser “la voz de Marruecos en Europa”. Y por ello, este martes urgió de nuevo a la Comisión Europea a desbloquear los fondos comprometidos con el país para contener los flujos migratorios hacia España. A pesar de que el comisario de Política de Vecindad Europea y Ampliación, Johannes Hahn, aseguró por carta que las ayudas –que ascienden a 140 millones de euros— se han puesto en marcha en un “tiempo récord”, la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, afirmó que el país solo ha recibido 30 millones, lo cual atribuyó de nuevo a la “burocracia” de Bruselas.
Además de con Hahn, Rumí se reunió en Bruselas con el comisario de Inmigracion, Dimitris Avramóupulos, y con el presidente de la Comisión de Libertades Civiles de la Eurocámara, Claude Moraes. Tras el cruce de acusaciones entre ambas partes, Rumí sostuvo que el entendimiento entre Madrid y Bruselas es “total”. Sin embargo, para seguir avanzando en una agenda de cooperación con Marruecos, la responsable de Migraciones entiende que la Comisión debe desbloquear todas las partidas que quedan pendientes, la mayor parte de las cuales son para el control de fronteras.
Rumí, que defendió sin fisuras la política de fronteras de Marruecos y negó cualquier vulneración de los derechos humanos en el trato a los migrantes, aseguró que Bruselas comparte que Marruecos debe ser un “socio estratégico” de la UE y que le trasladó el encargo de extender esa sensibilidad al resto de socios. De hecho, Rumí defendió que el país vecino debería recibir más fondos, en especial si se compara con otros estados como Turquía, a la que se destinaron 6.000 millones de euros. “Europa debe ser consciente de que lo que ocurra en el Mediterráneo es cosa de todos, y que las costas españolas son las de la UE”, defendió.
Más allá de los números, Rumí expuso a la Comisión que una política basada solo en los controles de seguridad “no va a dar resultado” y que debe reforzarse con la apertura de “canales seguros para la inmigración regular” y la inversión en integración. Rumí indicó que la política migratoria tradicional, además, peca de una “obsesión” por los “movimientos secundarios” de los inmigrantes, cuando debe preocuparse sobre todo por los primarios. Es decir, por el camino que siguen las migraciones antes de llegar a las puertas de la UE.
España entiende, pues, que los fondos para los equipamientos necesarios para controlar fronteras son solo un primer paso y que se requerirán más ayudas para los planes que se desarrollen para desplegar las políticas por las que aboga el Gobierno. Aunque el plan todavía no está trazado, Rumí puso como ejemplo las contrataciones en origen o el proyecto piloto para la movilidad de universitarios marroquíes. De esas políticas deberá hablar el Ejecutivo de Pedro Sánchez en marzo con el de Marruecos. Y esa es una de las razones por las que España quiere que para entonces ya se hayan puesto en marcha todas las ayudas.
Rumí también negó que haya un cambio de criterio con el caso del barco de Proactiva Open Arms, que, según dijo, se mantiene amarrado en Barcelona por “cuestiones de seguridad y administrativas”. “Si usted hoy va con el DNI y mañana no va con el DNI, usted no va a pasar por el aeropuerto. No es un cambio administrativo, es que usted no lleva lo que debería llevar”, afirmó la secretaria de Estado, quien agregó que “no se puede reprochar” al Gobierno falta de compromiso con la acogida de inmigrantes.
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