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Puigdemont lanza un nuevo partido que amenaza con diluir al PDeCAT

La Crida quiere que Cataluña sea una república tras un referéndum “efectivo y acordado”

Àngels Piñol

El expresident Carles Puigdemont y el president Quim Torra lanzaron este sábado el movimiento Crida Nacional per la República, que aspira a ser un “instrumento de acción política” y participar en las elecciones. La Crida quiere que Cataluña sea una república tras un referéndum “efectivo y acordado”. Pero avisa de que volverá a ejercitar el derecho de autodeterminación si el Gobierno persiste en su negativa. La cúpula del PDeCAT, que teme que el partido sea abducido y diluido en el proyecto, no acudió al cónclave, que reunió a 6.000 personas en el primer aniversario de la fallida declaración de independencia.

Quim Torra, presidente de la Generalitat llega este sábado al acto fundacional de la Crida.
Quim Torra, presidente de la Generalitat llega este sábado al acto fundacional de la Crida.Susanna Sáez (EFE)

A la asamblea fundacional celebrada en Manresa (Barcelona) asistieron, además de Torra, los consejeros Elsa Artadi y Miquel Buch; Albert Batet, líder de Junts per Catalunya en el Parlament; Ferran Mascarell, delegado del Govern en Madrid y buena parte del grupo municipal del PDeCAT en Barcelona. Pero hubo ausencias clamorosas: las de Artur Mas —aunque sí acudió su asesor David Madí— o David Bonvehí, presidente del PDeCAT y vecino de un municipio próximo. La dirección neoconvergente se mantiene “expectante” y recelosa ante la suerte que puede correr su partido. Oficialmente, les representó Miriam Nogueres y Josep Lluís Cleries, del sector de Puigdemont. El acto lo presentó Valentí Junyent, del PDeCAT, alcalde de Manresa, municipio donde se publicaron en 1882 las Bases de Manresa, considerado el fundamento del catalanismo político.

El PDeCAT mantiene una pugna interna entre los partidarios de volver a un soberanismo posibilista más acorde con el perfil de la Convergència tradicional y los que quieren seguir la vía unilateral a la que Puigdemont sigue sin renunciar. Los alcaldes del partido están especialmente inquietos ante la posibilidad de que la formación no clarifique a tiempo su estrategia antes de la campaña de las municipales. Con este acto, Puigdemont toma aire tras unas semanas en las que ha quedado eclipsado por el protagonismo de Oriol Junqueras y por su fracaso al reunir en una cumbre en Bruselas a todo el independentismo.

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Bajo el lema Sumem persones, no sigles (sumamos personas, no siglas), Puigdemont logró desde Bruselas exhibir músculo. Si no fue la presentación de un partido, se le pareció mucho. 700 voluntarios participaron en el evento. Cuenta con 9.500 fundadores —lo son por haber aportado cinco euros— y 51.000 adheridos. La plataforma, que se constituirá el 19 de enero, coincidiendo con el juicio del procés, lleva la autoría del expresident, de Jordi Sànchez —diputado de Junts per Catalunya en prisión provisional— y de Torra. Los tres constan como impulsores.

Acompañado de una de las urnas que se utilizaron el 1-O, Torra dio las gracias a los 70 diputados que votaron a favor de declarar la independencia. “Ya no es referéndum o referéndum. Ya es libertad o libertad. Este país tiene que ser libre”, dijo el president, que criticó a Pedro Sánchez por recurrir ante el Tribunal Constitucional la resolución que el Parlament aprobó contra el Rey. “Su crédito político se ha acabado. Así, no”, dijo ante un atronador grito de “Fora el Borbó” y de independencia. “No nacemos contra nadie. Somos plurales y solo sumando ganaremos”.

La fórmula de la confluencia escogida recuerda a la empleada por Ada Colau para impulsar Catalunya en Comú. Ella tenía el tirón político y lanzó un proyecto desde su pequeño partido para aunar a la izquierda. En este caso, sin embargo, ERC y la CUP ya han rechazado la idea.

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Vía unilateral

El proyecto difundió dos ponencias. La política parte de la base de que Cataluña debe ser un Estado independiente y que, ante el 1-O, se requiere una respuesta “excepcional”. “No se trata de silenciar partidos y sus propuestas en aras de la confluencia, sino de priorizar lo que compartimos. Sus objetivos son lograr la libertad de los políticos en prisión y el regreso de los que huyeron de la justicia española, además de un referéndum efectivo y acordado”. Apuesta por “el diálogo como vía preferente”, pero no renuncia a la vía unilateral.

La ponencia organizativa expresa en su artículo segundo la voluntad de constituir el movimiento en un “instrumento político organizado” y dibuja su organigrama en una asamblea y un consejo de gobierno que confiere al primer órgano la confección de las listas electorales. No se sabe si concurrirá a las municipales o si en alguna población puede conformar una alianza con Junts per Catalunya, la marca con la que el PDeCAT se quiere presentar.

El acto contó con el apoyo de los consejeros del PDeCAT encarcelados Josep Rull, Quim Forn o Jordi Turull cuyos hijos anunciaron su adhesión al proyecto. No solo ellos: hubo cargos de ERC (alcalde de Montblanc); la exdiputada de Junts pel Sí y exsocialista Marina Geli o la alcaldesa de Sant Cugat y el de Valls o el politólogo Ramón Cotarelo. Los liberales europeos, agrupados en el partido ALDE, decidieron este sábado expulsar al PDeCAT de su formación por los problemas de corrupción de su marca antecesora, Convergència Democràtica de Catalunya.

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