Archivada la denuncia de Puigdemont por las amenazas de dos jóvenes desde un tanque

Un juzgado de Zaragoza ha archivado este viernes la denuncia que presentó en diciembre pasado el expresidente catalán Carles Puigdemont contra dos civiles que le amenazaron subidos en un tanque en movimiento, desde el que grabaron un vídeo que se hizo viral en las redes sociales. El juez considera que los hechos denunciados constituyen "una farsa sin ningún valor intimidatorio ni mínima fuerza de convicción" de que pudiesen dirigir un tanque hacia "la ciudad adonde huyó el denunciante".

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El Juzgado de Instrucción número 7 de la capital aragonesa ha sobreseído la denuncia al considerar que no era delictivo el vídeo difundido en diferentes redes sociales. En él, se veía a un joven subido a un carro de combate del Ejército que enfoca la cámara al cañón y dice en tono jocoso: "Bueno, aquí estamos buscando soluciones a los problemas de España y creo que los hemos encontrado, no sé si los podéis oír pero verlos… verlos igual los veis ahora, ¡mira! Vamos a darle una sorpresa a Puigdemont que está muy duro últimamente, ¿eh?". El chico añade poco después "esto son setenta toneladas de puro amor y pura democracia". También se dirige al líder de Podemos, Pablo Iglesias: "Coletas, el siguiente eres tú, cabrón. ¡Arriba España!".

Según el auto, el delito de amenazas tipificado en el artículo 169 del Código Penal precisa que "las expresiones utilizadas" tienen que ser "objetivamente aptas para amedrentar a la víctima" y explica que se trata de "un delito circunstancial", en el que se debe valorar la ocasión en la que se profieren "las palabras amenazadoras, las personas intervinientes, los actos anteriores, simultáneos y posteriores".

En el caso de la denuncia archivada, el auto explica que los demandados son "ciudadanos desconocidos" que acudieron a la jornada de puertas abiertas de las Fuerzas Armadas, mientras que el denunciante es "un político con notable presencia en el panorama político español desde enero de 2016". El juez recuerda también a Puigdemont que su objetivo de independizar Cataluña le había dado "tanto crédito entre sus adeptos como críticas de todo tipo entre sus oponentes".

Además indica, como elementos circunstanciales, que la expresión fue proferida en Zaragoza, mientras que Puigdemont conoció el vídeo varios días después "en Bruselas (Bélgica) o sus proximidades, a unos 1.300 kilómetros de distancia" del lugar donde se había grabado. 

El juez no cree que las amenazas sean "objetivamente aptas" para amedrentar a la víctima y que el supuesto desprecio hacia Puigdemont "por su deslealtad" no es ni amenaza ni injuria. Según el auto, los jóvenes hacen una pantomima "sin ningún valor intimidatorio" y sin que sea real "la posibilidad de que los dos civiles denunciados dirigieran un tanque hasta la ciudad adonde huyó el denunciante", por lo que no se puede concluir que se tratase de una amenaza concreta y punible.

El auto dedica gran parte de su extensión a recordar los acontecimientos que se produjeron entre la aprobación de la ley de referéndum por parte de la Generalitat el 6 de septiembre de 2017 y la huida de Carles Puigdemont a Bélgica tres meses después. El juez considera que el contexto del "otoño caliente" del procés es especialmente relevante porque la fuga del expresident ha "pinchado parcialmente el globo de la hazaña heroica con una conducta desprovista del arrojo, la dignidad y la gallardía que pedía el denunciante a los ciudadanos cuyo apoyo reclamaba" y que, por tanto, el sarcamo utilizado por los dos denunciados "es compartido por un sinfín de personas, anónimas y conocidas".