Un enorme mural en homenaje a Pablo Ráez, el joven que consiguió que aumentaran las donaciones de médula

Es imposible saber cuántos grafitis hay en las paredes de Lagunillas, el barrio de Málaga que limita con el centro de la ciudad y que lucha, sin apoyo institucional, por mantener su esencia y contra la amenaza de la gentrificación y del turismo masivo. El trabajo es de los vecinos, que se han propuesto sacar este trozo de la zona de la Victoria del estado terminal en el que estaba, con un proceso en el que los coloridos murales, a veces efímeros, son un bálsamo contra el abandono y un mensaje en toda regla para los especuladores inmobiliarios. La última incorporación al itinerario artístico es una gran imagen de Pablo Ráez, el joven fallecido por leucemia en febrero de 2017 que logró disparar las donaciones de médula con su campaña en redes sociales.

El grafiti forma parte del documental que realiza la productora Quinta Planta sobre la figura del atleta marbellí, que murió con 20 años y emocionó a todo el país con su batalla contra el cáncer. La cinta, que será emitida por Televisión Española, se estrenará previsiblemente a principios de 2019 y está dirigida por Vladimir Ráez, tío de Pablo. Fue él quien contactó con Lalone, el autor del mural de Lagunillas. “Está menos reconocible que cuando se encontraba más malito […] Es como yo lo veo, para que la gente que lo mire al pasar lo recuerde a él y recuerde su espíritu de superación, su siempre fuerte”, subraya el artista urbano malagueño.

La imagen de Pablo es enorme, de unos 14 metros. Mira sonriente, desde el cielo y rodeado de ángeles, con el brazo izquierdo haciendo su característico gesto de fuerza. Con la mano derecha sujeta un teléfono móvil, la herramienta con la que consiguió llegar a decenas de miles de personas y lanzarles el desafío de alcanzar el millón de donantes de médula (#retounmillon y #siemprefuerte). Su lucha contra la enfermedad se hizo viral en el verano de 2016 y esa movilización provocó que las donaciones se cuadruplicaran ese año en Andalucía. La estela de su legado continuó en 2017, y aunque bajaron respecto al año anterior, fueron el doble que antes de la irrupción de Pablo en redes sociales.

Igual que el documental, el grafiti no pretende transmitir tristeza por la pérdida del joven, sino convertirse en “una historia de esperanza y superación”, para mantener viva su memoria. Lalone tardó tres días y medio en pintarlo, lo acabó hace unos días, en la víspera de la celebración el pasado sábado 15 de septiembre del Día Mundial del Donante de Médula Ósea.

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Inicialmente estaba previsto que el mural se materializara en otro punto del centro de Málaga, pero al final luce en una pared de Lagunillas, haciendo esquina con la calle Alonso Benítez y presidiendo un solar autogestionado por el movimiento vecinal y artístico del barrio que se dedica al “activismo”, precisan algunos vecinos. Justo al lado, se alzaba la casa natal de Victoria Kent, que ya no existe. El barrio pretendía para esta parcela un centro cultural en homenaje a la abogada y política republicana, proyecto que, de momento, ha caído en saco roto. “Victoria de quién”, se lee en una pintada que se mantiene bajo el retrato de Pablo. El joven viste una camiseta con el lema Siempre fuerte, el suyo y el del barrio que ahora lo homenajea.

A muy pocos metros hay un grafiti de Chiquito de la Calzada y un poco más arriba, en uno de los laterales de la Plaza de la Esperanza (otro solar asfaltado y adecentado), está retratado el pintor madrileño Miguel Chamorro, creador de la asociación Fantasía en Lagunillas, que impulsa el desarrollo social y cultural del barrio y ofrece apoyo escolar a los niños. Fallecido en octubre de 2017, fue él quien comenzó a sacar el arte a la calle. Una réplica del Guernica de Picasso, muy cerca de donde nació el genio malagueño, fue una de sus primeras obras en la vía pública, creada junto a los críos. Los murales se dirigen ahora contra los especuladores inmobiliarios y la proliferación de los apartamentos turísticos. Los vecinos están alerta y resumen el espíritu de Lagunillas: “Un barrio en lucha por no dejar de ser un barrio”.