El PDeCAT complica el plan de elevar el IRPF a las rentas muy altas

Los Presupuestos, el principal proyecto del Gobierno socialista, el que define su capacidad de lograr un gran pacto para dar estabilidad a la legislatura, avanzan con Unidos Podemos pero se complican con otros socios. Poner de acuerdo a un grupo de izquierda con otros de centroderecha como el PNV o el PDeCAT en plena crisis catalana es muy difícil, y ayer quedó claro que el Gobierno tendrá que hacer malabares para lograrlo. El PDeCAT, que aún no ha empezado a negociar porque el Gobierno da prioridad al diálogo con Podemos, rechaza la idea de subir el IRPF a las rentas superiores a 150.000 euros que estudia el Ejecutivo.

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El Gobierno tiene varios proyectos legislativos en marcha, pero el más importante de todos ellos es el de los Presupuestos. No solo porque allí se define la posibilidad de hacer unas cuentas expansivas que den margen para hacer política social en cuestiones básicas como sanidad o educación y en reformas impositivas claves. Sobre todo por el mensaje político que lanzaría la capacidad del Gobierno socialista de aprobar unos Presupuestos para 2019 y no tener que prorrogar los del PP, algo que abocaría casi con seguridad a un adelanto electoral.

Por eso el Gobierno se ha volcado en la negociación presupuestaria, en la que se implicó el propio presidente, en una conversación con Pablo Iglesias, y que dirige una mujer con poder e influencia creciente como la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Ella parece convencida de que la negociación con Unidos Podemos avanza a buen ritmo, aunque aún no hay ningún acuerdo cerrado. Este jueves ha señalado ante la prensa que en ningún caso el Gobierno subirá los impuestos “a las clases medias y trabajadores” y que solo están hablando con Unidos Podemos de la posibilidad de subir el tipo del IRPF a partir de 150.000 euros anuales, “y es evidente que eso no es clase media ni trabajadora”.

Unidos Podemos ya no pide subir el IRPF a partir de 60.000, como decía su documento. El principal negociador de este grupo, Pablo Echenique, asegura que ellos quieren subir el IRPF a partir de 120.000. Pero hay muchas otras cosas que se están negociando con Unidos Podemos, en especial reformas de fondo del Impuesto de Sociedades para que las grandes empresas paguen más, y otros que tienen que ver con las grandes fortunas y la banca.

Lucha contra el fraude

Mientras la negociación con el socio principal avanza, se complica la posibilidad de ampliarla a otros aliados clave en la moción de censura, en especial el PDeCAT. El portavoz parlamentario de los independentistas catalanes, Carles Campuzano, aseguró que su grupo “no es partidario” de subir el IRPF en ningún tramo. Campuzano cree que es mucho más importante luchar contra el fraude fiscal y lograr que todo el mundo pague antes que subir tipos a las rentas muy altas.

“Eso es algo casi anecdótico, no resolvemos nada. Hay que buscar una fiscalidad que ayude al crecimiento, a la creación de empleo, no solo poner el énfasis en el aumento de la recaudación, aunque sea necesario”, explica Campuzano a EL PAÍS. El portavoz catalán señala que aún no ha habido contactos con el Gobierno, pero que el Ejecutivo no puede pretender que el PDeCAT se adhiera sin más a lo que se pacte con Podemos. El PNV, que tiene una voluntad clara de pactar los Presupuestos con el PSOE, señaló que la subida del IRPF para rentas muy altas “es una propuesta a estudiar a la que el PNV en principio no se opone si está bien razonada, pero el Gobierno no se ha dignado a dirigirse a nosotros para comentarla”, según fuentes de este grupo. “Nos extraña que se haga tanto hincapié en el IRPF y no se mencione el impuesto de Patrimonio”, remataron.

Mientras, ERC sí está de acuerdo con esa subida. “Vemos favorablemente el incremento de IRPF para rentas altas. Estas rentas, los bancos y las grandes corporaciones tienen que contribuir al Estado del bienestar y a la redistribución de la riqueza. ERC también está dispuesta a hablar de equiparar la tributación de las rentas del trabajo con las del ahorro”, señalan en este grupo. Hay espacio pues para la negociación, y el más duro parece PDeCAT, cuya posición, como la ERC, se verá también marcada por la situación en Cataluña. La negociación de los Presupuestos puede coincidir con el proceso judicial a los políticos presos acusados de rebelión.