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“¡Que saquen a los suyos, no a los nuestros!”

La basílica con los restos de Francisco Franco congrega a unas decenas de simpatizantes y curiosos

Un hombre y una mujer en el Valle de los Caídos este viernes. En vídeo: ¿qué sabes del Valle de los Caídos?Vídeo: Inma Flores | M. JARAMILLO / J. CASAL

Ante la basílica donde está la tumba de Francisco Franco, en el Valle de los Caídos, Óscar Quílez, de 47 años, reclamaba este viernes: "¡Que saquen a los suyos, no a los nuestros!”. A su alrededor, algunas decenas de personas visitaban el mausoleo mientras esperaban que el Consejo de Ministros aprobara el decreto para exhumar los restos del dictador 43 años después de su muerte. Algunos, como Quílez, iban a rendir honores y otros, a curiosear o ser parte de un día histórico. 

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“Alza la mano, bonita", indicaba Jesús Rodríguez a una niña mientras posaban para una foto junto a otras ocho personas con banderas franquistas. “Hemos venido a rendir honores a don Francisco Franco", ha explicado el hombre, que vestía una camiseta negra con la inscripción “Patriota” en amarillo y rojo. Después de la foto, el grupo ha gritado "¡Viva Franco!", pero alrededor nadie se ha hecho eco de la llamada.

En la explanada el viento aliviaba el calor del mediodía de agosto. Los visitantes entraban a la basílica donde se encuentran los restos del dictador. Franco fue enterrado a los pies del altar del Valle de los Caídos el 23 de noviembre de 1975, tres días después de su fallecimiento y  bajo una lápida de 1.500 kilos de piedra blanca. Numerosos historiadores aseguran que la ubicación de la tumba de Franco no fue decisión del propio dictador sino que fue ordenada por el presidente del Gobierno de entonces, Carlos Arias Navarro y refrendada por el rey Juan Carlos. Al final de una bóveda húmeda y en penumbras que Franco mandó a construir en 1940 los visitantes se turnaban para hacerse fotos y selfies ante la tumba del dictador, que estaba cubierta de flores frescas.

“Hay cosas más importantes que pasan en España que no se están mirando”, se ha quejado Francisca Miranda, de 62 años, al salir la basílica acompañada de su marido. Ella no quiere que se exhumen los restos de Franco y ha opinado que “el decreto es una estupidez”. Junto a la puerta por la que ella salía, otros ingresaban, aunque las motivaciones no eran las mismas para todos.

“Estamos absolutamente de acuerdo con la exhumación”, ha explicado Olga Casado, de 47 años, que quería visitar la tumba "antes de que se lo lleven”. Llegó con una amiga catalana que visitaba el mausoleo por primera vez: “Considero que un dictador no tiene que estar aquí”. El número de personas que han visitado el Valle ha aumentado en las últimas semanas, debido al debate sobre la exhumación de Franco. Según datos de Patrimonio Nacional, del que depende el monumento, en julio de 2017 acudieron 25.532 personas contra 38.269 personas el mes pasado.

La tumba de Francisco Franco, cubierta de flores frescas, este viernes.
La tumba de Francisco Franco, cubierta de flores frescas, este viernes.inma flores

José Manuel Mateo tampoco está a favor de que el cuerpo del dictador permanezca allí. Acudió con su mujer y sus dos hijos “para explicarles lo que es el franquismo y que vean el monumento, porque se está debatiendo en el Consejo de Ministros [la exhumación de Franco]". Pero no aprueba que se haga por decreto: “No es una urgencia”.

Cuando sobre las 13.30 se conoció la noticia sobre la aprobación del decreto, que ahora deberá ser convalidado en el Congreso, no se oyeron consignas ni reivindicaciones. En la explanada del Valle de los Caídos solo se escuchaban los gritos de Pilar Gutiérrez, la presidenta del Movimiento por España, que participaba en directo una tertulia de televisión: “Este señor [Pedro Sánchez] se carga la voluntad popular, se carga la Constitución, se carga lo que haya que cargarse". “De partidos que no apoyan a Sánchez, se espera que defiendan el Estado de derecho", ha afirmado. A unos metros, en la sombra, un grupo seguía en el móvil la tertulia. “¡Viva Franco!”, la animaban.

“Todos tenemos familiares de los dos bandos enterrados”, señaló una mujer que prefirió no identificarse. Según el censo del Ministerio de Justicia, allí yacen los restos de 33.833 personas. “Algunos murieron fusilados y otros por enfermedades y cosas así”, ha justificado. “Me parece fatal [que se exhume a Franco]”, ha señalado con la voz quebrada. Ahora teme “lo que pueda pasar” porque, según ha dicho, “la gente está muy revolucionada”.

“Con el decreto-pamplinas quieren abrir heridas. La izquierda usa la Guerra Civil cuando les interesa”, ha asegurado Luis, que prefirió no decir su nombre completo porque cree que “poner apellidos en estas cosas es como poner la Diana”. Su madre, que lo acompañaba vestida de amarillo, ha agregado: “Hemos venido a visitar la tumba de José Antonio y de Franco, pero también la de todos los demás. Hemos rezado por todos. Da igual del bando que sean”.

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