Sánchez e Iglesias desbloquean el techo de gasto para salvar la legislatura

El contacto directo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, dos personas muy distanciadas en los últimos años, es la clave de esta atípica legislatura. De nuevo, cuando Unidos Podemos parecía endurecer su posición sobre la ley de estabilidad y el objetivo de déficit y amenazaba con bloquear la negociación, una llamada entre los dos líderes el miércoles por la mañana supuso un giro radical y abrió paso, ya por la noche, a un acercamiento en la reunión negociadora que permite intentar salvar la legislatura y aprobar unos Presupuestos expansivos.

La conversación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que confirman el Gobierno y Podemos, fue clave. Ambos coincidieron en la necesidad de buscar un mecanismo legal para eliminar el derecho de veto que tiene el PP en el objetivo de déficit gracias a una particularidad de la ley de estabilidad, introducida por los populares, que da al Senado, donde tienen mayoría absoluta, una capacidad de bloqueo que no tiene en otras normas. La fórmula escogida para eliminar el veto del Senado es mediante una proposición de ley que el PSOE tiene previsto registrar este mismo viernes.El Ejecutivo se llegó a plantear previamente hacer posible la reforma mediante un decreto ley, opción que finalmente ha sido descartada.

Unidos Podemos tiene en sus manos hacer caer a Sánchez o, al menos, ponérselo muy difícil. Sin ellos es imposible hacer nada. Desde las negociaciones para RTVE, que acabaron muy mal —renunció el candidato propuesto por Podemos, Andrés Gil, y ni siquiera se aprobó el consejo pactado entre ambos, por lo que se eligió a Rosa María Mateo como administradora única y Podemos perdió cualquier influencia— se había generado una gran desconfianza. La negociación de alto nivel se centró así en la decisión de Podemos de seguir apoyando al Gobierno y negociando para lograr unos Presupuestos expansivos y con medidas progresistas como una profunda reforma del impuesto de sociedades para subir la tributación de las grandes empresas o romper todo con el riesgo de forzar unas elecciones y perder la ola positiva para el centroizquierda que se vive desde el cambio de Gobierno.

Sánchez trata de convencer a Iglesias de que a ambos les conviene sacar adelante unos Presupuestos progresistas y llegar fuertes a las elecciones municipales y autonómicas de 2019, en las que un gran pacto poselectoral entre el PSOE y Unidos Podemos les podría dar muchísimo poder ante la presumible debilidad del centroderecha, enfrascado en la batalla entre PP y Ciudadanos. En este contexto, tras la conversación Iglesias parece haber optado por salvar la legislatura, aunque aún queda mucho camino para saber si se logrará sacar adelante el techo de gasto y después los Presupuestos, porque no basta solo con Podemos. Entretanto, el Gobierno ha decidido posponer la aprobación de la senda de déficit que estaba prevista en el Consejo de Ministros de este viernes.

“Ayudó mucho”

El diálogo entre el presidente y el secretario general ayudó mucho. Fue la garantía de que las negociaciones por la tarde pudieran ser un debate de verdad, como demuestra que durara más de tres horas”, manifiestan desde Podemos.

Esta formación asegura que ha logrado forzar la revisión de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, porque esta idea no figura en la propuesta que el Gobierno remitió a Podemos días atrás para preparar las negociaciones. El encuentro entre los equipos encabezados por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, arrancó con este asunto. Mantener el statu quo vigente conllevaría de nuevo la abstención de Podemos y sus aliados a la propuesta del Gobierno de techo de gasto y déficit.

El acuerdo entre el Gobierno y Podemos es que la senda de déficit se vote solo en el Parlamento. "Si el Congreso de los Diputados o el Senado rechazan los objetivos, el Gobierno, en el plazo máximo de un mes, remitirá un nuevo acuerdo que se someterá al mismo procedimiento", establece el artículo 15 de la ley, que trata del establecimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública para el conjunto de Administraciones Públicas.

Aunque Podemos pedía de entrada la derogación de esta ley, le satisface su reforma para anular al PP en el Senado. No comparte, sin embargo, que se siga priorizando el pago de deuda en perjuicio de la sostenibilidad de los servicios públicos. Desde Podemos insisten en que la Ley de Estabilidad Presupuestaria se fundamenta en el artículo 135 de la Constitución, reformado en 2011 con el apoyo de PSOE y PP.

Podemos también renuncia a la renegociación de la senda de déficit con Bruselas. El Gobierno ya había dejado claro que era un escenario que no contemplaba de ninguna manera una vez que había logrado mejorar del 1,3% al 1,8% del PIB el déficit admitido. La negociación seguirá, presumiblemente la próxima semana, pero ahora ambos grupos ven mucho margen para llegar a un acuerdo que permitiría al PSOE empezar a buscar otros apoyos.

El Ejecutivo de Sánchez mejoró las condiciones este ejercicio, con una revisión al alza de cinco décimas, pasando del 2,2% al 2,7% del PIB. El bloqueo a las intenciones del Gobierno supondría un ajuste de 11.000 millones de euros frente a la meta de 5.000 millones acordados por el actual Gobierno con la UE.

Aunque no hay fecha para la siguiente reunión entre el Gobierno y Podemos, la intención es que sea la próxima semana. Para entonces deberían haberse formado cuatro equipos técnicos que aborden cuatro grandes bloques especializados. Una de las áreas temáticas sería sobre Pensiones, Seguridad Social y Empleo. Otra se centrará en la reversión de los efectos de los reales decretos de 2012 que limitaron el gasto público en educación, sanidad y dependencia. Otra área de trabajo se centrará en la manera de facilitar las inversiones a los Ayuntamientos. La flexibilización de la regla de gasto es una reivindicación tanto del PSOE como de Podemos y sus confluencias, que tienen en los denominados Ayuntamientos del Cambio su principal referente de gestión, que el año que viene afronta su primer examen electoral. La cuarta mesa de trabajo tratará el aumento de los ingresos al Estado mediante impuestos, tasas, la subida de la recaudación de la Seguridad Social o la eliminación de ciertas desgravaciones.