Crisis en el Gobierno balear tras unas vacaciones pagadas del vicepresidente en Punta Cana
El líder de Més pasó cinco días en un viaje organizado por una televisión local y financiado por Juan José Hidalgo
Nueva crisis entre los socios del pacto de gobierno de Baleares formado por PSOE y Més per Mallorca con el apoyo externo de Podemos. El vicepresidente y también consejero de Turismo de Més per Mallorca, Biel Barceló, camina por la cuerda floja después de que trascendiera que el martes 5 de diciembre viajó a gastos pagados a la República Dominicana en una expedición organizada por el programa de deportes de una televisión local en la que colabora como tertuliano desde hace varios años. El viaje fue financiado por el empresario turístico Juan José Hidalgo, cuyo grupo empresarial Globalia es el principal patrocinador del programa deportivo.
Según ha desvelado Diario de Mallorca, el vicepresidente del Gobierno pasó cinco días en Punta Cana invitado por el programa de deportivo de la televisión local Canal 4 en el que interviene como comentarista desde hace algunos años. Barceló ha seguido participando de forma ocasional en el programa, a título personal desde que es consejero de Turismo y vicepresidente. Tanto el desplazamiento a la República Dominicana como la estancia en la isla caribeña fue pagada por el grupo Globalia. La expedición estaba formada por varios periodistas deportivos y el equipo del espacio, que estuvieron cinco días en el Caribe en un hotel del empresario turístico y dieron cuenta de la presencia de Barceló a través de las redes sociales.
El propio vicepresidente ha reconocido este miércoles que no juzgó de forma adecuada la situación a la hora de aceptar un viaje patrocinado por uno de los principales empresarios hoteleros del país mientras él es el responsable autonómico en materia de turismo. "Estamos en una fase de análisis para reconducir la situación", ha dicho el vicepresidente, que se ha mostrado dispuesto a dar "todas las explicaciones necesarias" y se ha justificado en que el programa televisivo invitó a todos los tertulianos y colaboradores al viaje, al que sostiene, no acudió en calidad de vicepresidente "sino como contertulio". Ha incidido en que la invitación para acudir a Punta Cana "partió del presentador del programa" y no de la empresa que patrocina el espacio "con la que no hay relación directa ni indirecta".
El viaje de Barceló ha sido censurado no sólo por sus socios de Gobierno, sino también por sus propios compañeros de partido. Fina Santiago, consejera de Asuntos Sociales, ha asegurado en la Ser que no estaba enterada del viaje de su compañero de filas y ha criticado su proceder al considerar que un vicepresidente tiene el cargo "las 24 horas del día" y no puede aceptar "este tipo de regalos". La formación política a la que pertenece ha convocado la reunión de su ejecutiva en la tarde de este miércoles para analizar la situación y decidir el futuro de Barceló al frente de sus cargos.
Peticiones de dimisión
Los socios de Podemos han exigido a la presidenta Francina Armengol que destituya a Barceló como número dos por su "falta de responsabilidad" y tras haber "manchado" la imagen del Ejecutivo. Los socios critican que con su actitud el vicepresidente se ha saltado el código ético suscrito por todos los miembros del Gobierno autonómico y que les impide aceptar regalos que superen los 50 euros de valor. A la petición de destitución de Barceló también se han sumado los grupos de la oposición PP y Ciudadanos, que opinan que su única salida es la dimisión.
El líder de los econacionalistas ha sido foco de la polémica y núcleo de las crisis de Gobierno en los últimos meses. El pasado marzo el escándalo saltaba al desvelarse que varias Consejerías en manos de Més habían otorgado contratos públicos a la empresa del que fuera jefe de la campaña electoral del partido, Jaume Garau. El caso está siendo investigado en los tribunales tras una denuncia de la fiscalía anticorrupción y se saldó con la destitución de la entonces consejera de Cultura y Transparencia Ruth Mateu y la dimisión del presidente de la Agencia Balear de Turismo, Pere Muñoz.
Hace apenas un mes el consejero apagaba el último fuego, prendido tras desvelarse en un sumario judicial varios pinchazos telefónicos entre la directora general de Turismo Pilar Carbonell y el número dos del empresario del ocio nocturno Bartolomé Cursach en los que la fiscalía aprecia una relación de complicidad entre ambos. El vicepresidente se vio obligado a aceptar la dimisión de Carbonell que tuvo renunciar a su cargo después de ser imputada en la trama que investiga la connivencia entre agentes de las policías locales de Calviá y Palma con varios empresarios del ocio nocturno balear.
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