El Gobierno de Matas buscó por Internet al arquitecto de la pista del Palma Arena
Una funcionaria ha declararado durante el juicio al expresidente que no había expedientes de contratación de las obras del velódromo
El arquitecto que terminó diseñando y ejecutando las obras de la pista ciclista del velódromo Palma Arena fue encontrado a través de internet por el gerente del consorcio que centralizaba la construcción de la obra. Tras el cese por retrasos continuados del arquitecto principal al que se había encargado el diseño de la infraestructura completa se dejó en manos de un despacho de arquitectura mallorquín la ejecución de lo que quedaba de obra. Sin embargo, la pista era una pieza fundamental del velódromo que tenía que ser homologada por la Unión Ciclista Internacional y que precisaba de una persona especializada.
“Como no hay noticias de decirnos el nombre de otro arquitecto y la situación era como era pensé a ver si por internet aparece alguien. Y efectivamente, encontré al arquitecto holandés Sander Douma” ha explicado el exgerente del consorcio, Jorge Moisés, ante el tribunal que sienta en el banquillo al expresidente balear Jaume Matas por las presuntas irregularidades en la contratación de los arquitectos del velódromo. La pista recibió una certificación provisional poco antes del mundial pero después tuvo que ser remodelada varias veces y casi levantada por completo para eliminar numerosos defectos que retrasaron su homologación final.
Moisés ha relatado que el arquitecto principal de la obra fue apartado por los reiterados retrasos en la entrega del proyecto. Por eso, se propuso a la junta gestora la posibilidad de dejar lo que quedaba del proyecto en manos del despacho de los arquitectos García Ruiz, que habían colaborado desde el inicio de las obras. “La decisión que contratarles la tomó la junta gestora si oposición” ha señalado, recalcando que no se encargó de negociar el contrato ni de redactarlo.
Otro de los testigos que ha comparecido este jueves es la que fuera secretaría técnica de la Consejería de Presidencia y Deportes que ha contado que cuando tomó posesión de su cargo pidió los expedientes que servían de base para justificar que los trabajos en el velódromo habían sido realizados. “No se encontraron y en ese momento informé al consejero de que no pensaba firmar la conformidad de las facturas, algunas de 30 millones, porque no tenía a nadie que me informara jurídicamente de que esas obras y trabajos estaban hechos” ha subrayado.
El expresidente de Baleares se enfrenta a una petición de cuatro años de cárcel por fraude y prevaricación en concurso con falsedad y a una responsabilidad civil de más de 800.000 euros por las irregularidades en las contrataciones de los arquitectos. Junto a él está acusado el que fuera director general de Deportes, José Luis Ballester, que afronta a diferencia de Matas una multa porque colaboró con los investigadores desde que estallara el caso hace diez años.
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