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El Ejecutivo no cerrará las centrales de carbón y deja su final en manos del “mercado”

El ministro Nadal augura que el mercado hará caer el uso en España de la fuente de energía más contaminante

Manuel Planelles

El Gobierno de Mariano Rajoy no se plantea un cierre por decreto de las centrales térmicas españolas que usan carbón para generar electricidad. El aumento del uso de este combustible fue el responsable de la subida de las emisiones de gases de efecto invernadero en España en 2015. El ministro de Energía, Álvaro Nadal —que ha participado este jueves en la Cumbre del Clima de Marrakech—, confía, sin embargo, en que "el mercado" acabará haciendo que disminuya el uso del carbón, el combustible más contaminante.

Un activista protesta en la Cumbre del Clima de Marrakech.
Un activista protesta en la Cumbre del Clima de Marrakech.M. Elshamy (AP)

España aumentó el pasado año en un 3,2% los gases de efecto invernadero que expulsa a la atmósfera. Mientras, en el resto del mundo las emisiones de CO2 relacionadas con la generación de energía y la industria se estancaron. Ese estancamiento internacional se debe a que China y Estados Unidos redujeron el uso del carbón. Y en España el carbón también fue la causa de que aumentara los gases de efecto invernadero: las eléctricas usaron un 23% más de este combustible que en 2014 para producir energía

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El ministro de Energía ha rechazado que el Gobierno vaya a decretar un cierre de las centrales de este tipo, como le ha pedido desde Marrakech Greenpeace. Esta organización propone un "cierre progresivo" de estas térmicas en España que terminaría en 2025.

"No vamos a hacer un cierre del carbón", ha advirtido Nadal. El ministro ha dejado el declive de esta fuente de energía en manos del "mercado". Nadal ha vaticinado que los precios del carbón, el aumento de las energías renovables en el sistema español y el mercado de compra de derechos de emisiones —que obliga a las centrales a pagar un canon por cada tonelada de CO2 que emiten a la atmósfera— harán que haya "una menor utilización" de este combustible.

Minas no rentables

Lo que sí hará España es cumplir en 2018 con el cierre de las minas nacionales que no sean rentables. Eso podría llevar al fin de algunas de las centrales que dependen directamente del carbón nacional, unas diez de las 25 térmicas de España, según cálculos de la especialista de Greenpeace Tatiana Nuño. La duda está en qué se hará con el resto de centrales, que usan carbón de importación; este, debido al descenso de su uso en China y EE UU, está muy barato.

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Sobre el papel, el planteamiento de Nadal —esto es, que será el propio mercado el que desincentive el uso del carbón— podría funcionar. Pero fuentes del sector energético explican que el problema está al bajar a la realidad: el canon que pagan las centrales como penalización por las emisiones está por los suelos. La tasa "está ahora en unos seis euros por tonelada de CO2", advierten. Con ese coste tan bajo, a las eléctricas les compensa pagar por usar carbón.

Este mercado de derechos de emisiones es europeo. Algunos miembros de la UE han decidido imponer cánones adicionales para desincentivar el uso de los combustibles más sucios.

Isabel García Tejerina, ministra de Medio Ambiente, defiende que España sí ha reducido las emisiones de gases en los sectores que no están dentro del mercado de carbono, los llamados difusos, que incluyen el transporte, la agricultura o las edificaciones. Tejerina y Nadal serán los encargados esta legislatura de aprobar una ley de cambio climático, que deberán consensuar con otros partidos en el Congreso. Esa ley recogerá los esfuerzos que tendrá que hacer España en los próximos 15 años. El Gobierno debe trasladar a la norma nacional los objetivos que la UE ha fijado para todos sus miembros y que están incluidos en el Acuerdo de París contra el cambio climático.

"Impuesto al sol"

Durante los cuatro años de la anterior legislatura, desde las ONG, partidos y empresas de renovables se ha acusado al Gobierno del PP de dinamitar el sector de las energías limpias. Nadal, al igual que su antecesor José Manuel Soria, ha defendido que el parón impuesto a las renovables en España tuvo que acometerse para acabar con el déficit de tarifa.

Una de las normas más polémicas aprobadas por Soria en la legislatura anterior fue el denominado "impuesto al sol", que pone trabas al desarrollo del autoconsumo energético y a la instalación de paneles solares en domicilios y empresas, según denuncian las asociaciones del sector. Nadal se ha comprometido a revisar esta norma para "eliminar los obstáculos" al autoconsumo. Pero el ministro ha reiterado que el autoconsumo nunca podrá penalizar a los clientes que no tengan paneles instalados en sus domicilios o empresas, el argumento que empleaba Soria para defender el llamado "impuesto al sol".

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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