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Iglesias ningunea al PSOE y busca ahondar la brecha con todo el Congreso

El líder de Podemos: "Hay más delincuentes potenciales en esta Cámara que afuera"

Francesco Manetto

Pablo Iglesias acudió este martes al debate de investidura de Mariano Rajoy con un objetivo: intentar demostrar que la abstención del PSOE en la votación de mañana ya ha convertido a Podemos en el principal partido de la oposición. El líder de la formación ninguneó al portavoz socialista, Antonio Hernando, y buscó ahondar la brecha con el resto del Parlamento, situándose enfrente del PP y manifestando dudas sobre la integridad del Congreso en comparación con la sociedad.

Íñigo Errejón y Pablo Iglesias, este jueves.
Íñigo Errejón y Pablo Iglesias, este jueves.Emilio Naranjo (EFE)
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Rajoy está a punto de ser reelegido presidente del Gobierno y Pablo Iglesias desenfunda de nuevo su discurso más beligerante contra la casta. El líder de Podemos usó su intervención no solo para subrayar su oposición a lo que llama “triple alianza”, en referencia al PP, al PSOE y a Ciudadanos, sino para dejar claro que su relación con el resto de las Cortes será, en esta legislatura, radicalmente antagónica. “Hay más delincuentes potenciales en esta Cámara que allá afuera”, proclamó el secretario general del partido entre las protestas de las demás bancadas, sobre todo la popular. La frase le costó un reproche de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, pero Iglesias se reafirmó: “Me debo al honor de mi patria y a los ciudadanos de mi país, no de esta Cámara”.

El líder de la formación inició su discurso con una referencia a las Brigadas Internacionales y lo concluyó parafraseando unas palabras del fundador del Partido Socialista, Pablo Iglesias Posse: “Merecer el odio de las oligarquías será la mayor de nuestras honras”. Este mensaje, además de una declaración de intenciones, ayuda a entender la fase que atraviesa Podemos en estos momentos. Iglesias incidió en la contraposición entre las instituciones y la protesta social, que vinculó a la defensa de la democracia. “Somos una fuerza política de orden”, enfatizó. “La gente en las movilizaciones ha defendido el orden”. Así, acusó a sus adversarios de no haber entendido ni el 15-M y sus consecuencias ni la “plurinacionalidad” y las reivindicaciones de las fuerzas que defienden la celebración del referéndum en Cataluña.

Iglesias hiló un discurso impugnatorio de las llamadas élites, a las que imputa miedo al cambio político y el intento de conservación del “régimen del 78”. El líder de Podemos proclamó hace dos años, el día de su elección como secretario general, que su objetivo político era el de “abrir el candado del 78”. Según su análisis, eso no ha ocurrido por el temor de los votantes sino de la clase dirigente. “Los únicos que tienen miedo en España son las élites y sus papagayos”, afirmó.

El líder de Podemos ha lamentado que al histórico secretario general del PCE Santiago Carrillo se le perdonara todo, incluso que se reuniera con Stalin, y que, en cambio, eso no ocurre con Podemos. “Los editoriales no asustan, hacen el ridículo”, ha opinado. “Los diputados que dicen Cuba y Venezuela no dan miedo, hacen el ridículo. “Nosotros no somos una izquierda de su orden”, advirtió.

Las referencias al PSOE fueron escasas, e Iglesias, que compartió su tiempo con Xavier Domènech, Alberto Garzón y Alexandra Fernández, no disimuló su desdén por el cambio de posición. La fotografía de la tensa relación con la Cámara llegó poco antes de la votación, cuando Ana Pastor, presidenta del Congreso, negó la palabra a Iglesias después de que el portavoz del PP le acusara de “usar el nombre de España para ponerse al servicio de dictadores”. El grupo parlamentario abandonó el hemiciclo en señal de protesta y regresó para rechazar la investidura. Al término de la sesión, registró un escrito de protesta.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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