Un millón de niñas han sido ya vacunadas contra el papiloma
La cobertura de la inmunización llega al 79%, desde el 59% de Asturias al 93% de Ceuta
Este año es el décimo desde que en España se introdujo —rodeada de polémicas— la vacuna contra el papiloma humano. En verdad son dos medicamentos que tienen en común que actúan contra dos tipos del virus alfa, el 16 y el 18, responsables de más del 70% de los casos de cáncer uterino, según expuso el viernes Aureli Torné, jefe de la Unidad de Ginecología Oncológia del Hosital Clínic de Barcelona en una sesión promovida por Sanofi. En total, ya se han vacunado un millón de niñas en España (100 millones en el mundo), lo que representan casi un 80% de cobertura, dijo Xavier Bosh, del Instituto Catalán de Oncología.
Cada año se diagnostican en España 2.500 cánceres de cérvix y mueren alrededor del 900 mujeres por esta causa. En el mundo son más de medio millón los diagnósticos –aunque seguramente los casos sean más pero queden sin identificar– y las muertes superan el cuarto de millón de mujeres al año.
Bosch explicó que desde que salieron las vacunas hasta ahora se había revisado la relación de estos medicamentos con múltiples posibles efectos adversos, que van desde el fracaso ovárico, vasculitis, síndrome de Guillain-Barré a la inmundeficiencia, embarazos no deseados y la esclerosis múltiple, y que, tras analizar más de 30.000 casos, solo se había encontrado una relación con los síncopes (desmayos que ocurren en el momento de ponerse la vacuna), aunque se trata de un efecto “poco importante que se pasa con 20 minutos de reposo”. Este fenómeno se da de manera espontánea en muchas personas cuando las van a pinchar, explicó Bosch. Federico Martinón, jefe de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, indicó que para evitarlo se recomendaba no esperar de pie a la vacuna, y reposar después de recibirla. Estos estudios sobre los efectos adversos los han realizado el Comité Global sobre la Seguridad en la Vacunación en relación con la vacuna del VPH (Gacvs) y el Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico (SAGE), ambos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En España, cuando empezó a usarse, hubo dos casos muy conocidos de niñas en Valencia que tuvieron convulsiones y otros problemas después de recibir la inyección. Pero la Agencia Española del Medicamento descartó que hubiera “relación biológica” entre el fármaco y el proceso que sufrieron. De hecho, Bosch resalta que estos hechos aislados no han tenido una gran repercusión, y que las diferencias entre las tasas de vacunación por comunidades (del 59,2% en Asturias al 93% en Ceuta) se deben más a los programas autonómicos que a recelos de las familias.
Ese no ha sido el único caso de complicaciones. En Carmen de Bolívar (Colombia) se han registrado más de 200 complicaciones (convulsiones, desmayos), que los investigadores atribuyen a una especie de fenómeno mimético entre las adolescentes, que las autoridades colombianas han definido claramente como una "histeria colectiva". Por eso se recomienda que no esperen todas juntas y que se vacunen en privado. “Todas copiaban la forma de convulsionar de la primera que lo hacía”, afirma Martinón.
Torné señaló otro aspecto que se había cuestionado cuando llegaron las vacunas: en Australia y otros países donde se está estudiando, no se ha observado que haya un cambio en los tipos de virus circulantes, aunque de momento solo hayan pasado 10 años. Esto es importante, porque si de repente empezaran a ser predominantes otros virus la vacuna podría perder su eficacia.
También ha sido favorable la evolución del precio. Si en un principio cada una de las tres dosis costaba alrededor de 150 euros, actualmente el tope que fija el Ministerio de Sanidad para su uso en el sistema público está en 28 euros.
Por todos estos factores, los expertos no dudan en que se ampliará su uso, y afirman que ya se está estudiando su administrarla a niños ya que el papiloma también es causa de verrugas genitales y cánceres de boca y pene.
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