El PP ultima una oferta nueva de pactos para PSOE y Ciudadanos
Rajoy está dispuesto a cambiar el método de negociación y entregará un documento más concreto
Mariano Rajoy ultima una nueva oferta de pactos para poner sobre la mesa la semana que viene a los líderes del PSOE, Pedro Sánchez, y de Ciudadanos, Albert Rivera, para atraerles hacia la votación de su investidura. El documento que les entregará será en esta ocasión mucho más concreto, breve y específico que el resumen de 54 páginas y 250 medidas que les dio en la primera ronda de contactos y que ambos rechazaron siquiera discutir. En el entorno del presidente se asegura que Rajoy planteará a Sánchez y Rivera incluso un cambio en el sistema de negociación.
Cuando Rajoy vio hace dos semanas a Sánchez y Rivera les entregó la síntesis de su programa como “un guión para negociar”. Ahora quiere ser un poco menos genérico sin cerrarse a nada. El objetivo ideal sería consensuar una serie de “prioridades comunes” sobre las que trabajar. En La Moncloa, el PP y varios ministerios están sugiriendo ideas para esos encuentros encaminadas, fundamentalmente, a cumplir con los calendarios oficiales para poder cerrar y aprobar los presupuestos de 2017 antes del 1 de octubre, como marca la ley.
Lo normal, para llegar a esa meta, sería que a finales de agosto el Consejo de Ministros aprobase el techo de gasto de las Administraciones públicas y que luego, ya en septiembre, esas cuentas fuesen refrendadas por el Congreso y el Senado. Si las Cámaras no las aceptasen o pusiesen objeciones tendrían que volver al Consejo de Ministros y todo se retrasaría y no se podría enviar a la Comisión Europea antes del 15 de octubre el borrador presupuestario con la senda de déficit pactada con Bruselas. El ministro de Economía, Luis de Guindos, que este viernes presentó el escenario macroeconómico hasta 2017, alertó de que entonces España podría sufrir nuevas sanciones europeas, además de que se congelaran fondos estructurales.
En su equipo sostienen que Rajoy quiere esta vez negociar en serio y ha comunicado al PP que deben estar listos y preparados por si las reuniones en el Congreso del martes con Sánchez y el miércoles con Rivera salen bien para formar cuanto antes una comisión negociadora.
Lo que Rajoy quiere evitar es enfangarse ahora en una discusión jurídica sobre si el encargo del Rey supone obligatoriamente la celebración de un debate de investidura como reclama el PSOE. La vicepresidenta eludió ese aspecto y se volcó en el mensaje político: “Estamos ante un problema político y ya hemos celebrado dos elecciones generales y necesitamos un Gobierno. Algunos solo quieren debate y los debates tienen un objetivo. Llevamos dos campañas debatiendo con todo tipo de debates. No es el momento de pedir más debates. Reclaman un debate de investidura los que hacen gala de que no lo van a votar. Antes de la coherencia jurídica está la coherencia política y personal”.
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