Málaga replantea el parque canino para evitar la fosa de la Guerra Civil
La asociación memorialista y el Gobierno local zanjan la polémica, que achacan a un error cartográfico
El Ayuntamiento de Málaga ha cerrado cautelarmente este martes la zona del parque canino que ocupa el sector ocho del antiguo cementerio de San Rafael, donde hay 21 fosas comunes de las que se recuperaron los cuerpos de 1.000 víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista. La decisión se ha adoptado tras la polémica por la existencia de esta zona de expansión para perros sobre un espacio de memoria histórica, que desde el área de Urbanismo achacan a un error “de cartografía”. La superficie afectada es de 500 metros cuadrados y ahora se acotará de nuevo el área para excluir los terrenos bajo los que está la fosa. La parte del parque canino destinada a los animales más pequeños (que es la que se ha clausurado) reabrirá en un par de días.
La solución se ha alcanzado tras una reunión entre representantes de Urbanismo, de la Asociación contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga y el arqueólogo que dirigió los trabajos de exhumación de los cuerpos, Andrés Fernández. La del antiguo cementerio de San Rafael es la fosa más grande excavada en España. Existe constancia documental de que junto a sus tapias fueron asesinadas 4.410 personas y se han recuperado los restos de 2.880. Un mausoleo en el camposanto honra la memoria de todas ellas.
El PSOE fue quien alertó este lunes de la invasión de terrenos donde yacieron las víctimas del franquismo. El convenio que existe entre el colectivo de memoria histórica y el Ayuntamiento, gobernado por el PP, incluye marcar y dignificar los puntos donde estuvieron las fosas, repartidas por nueve sectores distintos del cementerio. “Ha sido un error técnico. […] Un desencuentro cartográfico”, ha admitido el edil de Urbanismo, Francisco Pomares, y se ha escudado en que la información que la asociación envió a su departamento, que se encarga del proyecto, solo marcaba con un punto el sector ocho.
Desde el colectivo por la Recuperación de la Memoria Histórica sospechaban que el parque canino invadía las fosas desde el pasado octubre, pero el asunto no se ha aclarado hasta ahora. Urbanismo manejaba datos provisionales en los que no estaban precisadas las coordenadas de las fosas de este sector, pero al Ayuntamiento sí se remitió en febrero una memoria completa con todos los planos y la señalización exacta. Ha existido falta de comunicación. El presidente de la asociación, José Sánchez, ha intentado finalmente minimizar el asunto y no buscar culpables. “La relación con el Ayuntamiento es muy buena. Hemos creado una línea de colaboración que no existe en España”, ha dicho.
La zona del parque canino destinada a los perros más pequeños (menos de cinco kilos) se ha cerrado cautelarmente hasta que se cambie el vallado para excluir los terrenos de las 21 fosas comunes. Este sector se añadirá al diseño del futuro parque previsto en San Rafael, cuyas obras están previstas para después del verano. Están presupuestadas en 725.000 euros y completarán el entorno de la pirámide que actualmente honra la memoria de los represaliados.
La polémica ha servido también para ajustar otros errores de localización en otros puntos. Tanto el PSOE como IU-Málaga para la Gente pidieron la dimisión del concejal de Urbanismo. El parque canino ocupa una superficie aproximada de 3.000 metros cuadrados y algo más de la mitad están destinados a los animales de mayor tamaño, que pueden ir sin correa y hacer sus necesidades en esta zona acotada.
Según el Ayuntamiento, se eligió esta ubicación para su construcción porque así queda fuera del perímetro del futuro parque de San Rafael, en el que las fosas quedarán marcas y dignificadas con una placa. “Esta tierra tiene mucha sangre. Respetar esas fosas y el muro donde se fusiló es obligación de todos los malagueños”, ha concluido Sánchez.
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