Rajoy presiona con el techo de gasto para lograr la abstención del PSOE

El plan de Rajoy pasa por aceptar esta vez a partir del 19 de julio el encargo del Rey de abrir una ronda oficial de contactos para someterse a una sesión de investidura, posiblemente en dos votaciones, en la última semana de este mes. Y, sobre todo, por presionar hasta entonces al PSOE con lo irrevocable de su abstención, mejor antes del verano que después, para aprobar cuanto antes el techo de gasto a fijar en los presupuestos de 2017 a consensuar este mes de agosto. 

El Consejo de Ministros de Mariano Rajoy aprobó el 10 de julio del año pasado el techo de gasto de las administraciones públicas del Estado en una cifra de 123.394 millones de euros, es decir, un 4,4% menos que en 2015 (que fue de 129.060 millones). A partir de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presentó y selló esa cuantía se utilizó el mes de agosto para cuadrar con los distintos Ministerios los presupuestos de 2016, que han permitido contar este ejercicio con cuentas públicas pese a tanta convocatoria electoral. Ese es el calendario habitual y tradicional y el que Rajoy se ha autoimpuesto para poder dibujar en tiempo y forma los presupuestos de 2017 e incluir en los mismos los ajustes, recortes y ahorros que permitirán cumplir los objetivos de déficit que nos tiene marcados la Unión Europea (3% para ese curso). Este 2016 tenía que haberse bajado al 4,2% y se quedó en el 5,1% y ahora habrá que negociar duramente con la UE la cuantía y el plazo de la multa por ese incumplimiento.

El lunes, tras el Comité de Dirección del PP, varios de sus miembros salieron del cónclave con Rajoy sin saber cuál es su agenda o criterio para reunirse con los demás líderes para tener un Gobierno para España cuanto antes, pero todos repetían al unísono que su mayor inquietud era pactar un “acuerdo de mínimos para los presupuestos y el techo de gasto”. Es el mismo mensaje con que se quedaron ayer el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, y el secretario general de Coalición Canaria, José Miguel Barragán, tras la primera cita de la ronda de contactos que se inició en La Moncloa con los nacionalistas canarios. Según contó luego Barragán, Rajoy les pareció “optimista y realista” y con el ánimo de prestarse en esta ocasión al envite “de asumir el riesgo” que le puede plantear el rey Felipe VI para ir a una votación de investidura. Pero también les pareció sobre todo ocupado en dialogar, hablar y negociar urgentemente con el PSOE un gobierno en minoría que pueda atender las necesidades del calendario presupuestario y europeo.

La Moncloa no ofreció ninguna versión de la cita con CC, a la que acudió ayer también la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, que se limitó más tarde a emitir a través de un comunicado que había sido una charla “cordial y productiva”. Más preciso resultó, sin haber estado, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maillo, que recordó que “durante el mes de agosto se tiene que aprobar por el Congreso el techo de gasto y se tiene que establecer el límite en términos de deuda, y del déficit público y septiembre es un mes en el que, tradicionalmente se tienen que aprobar los presupuestos y es una cuestión, no sólo de tradición, sino que afecta al crecimiento económico y un instrumento esencial para el fortalecimiento de nuestro país”.

Fernando Martínez Maillo aprovechó para ratificar la idea que existe en el PP de que al PSOE es mejor ahora no presionarle con exceso y dejar que delibere el sábado el Comité Federal: “El diálogo con el PSOE es nuestra prioridad, creemos que es lo mejor para España, que las dos grandes fuerzas políticas lleguen a un acuerdo, sino es de gran coalición, al menos un acuerdo de mínimos que sirva para que haya una investidura, para que haya un presidente y que dé una mínima estabilidad para los próximos cuatro años”.

En Coalición Canaria saben y son conscientes de que no son imprescindibles en esta negociación (porque tuvieron un diputado y el 0,33% de los votos el 26-J) pero comprendieron ayer las urgencias que les transmitió Rajoy y las respaldaron. Los dirigentes canarios también sostienen que hace falta un Gobierno estable y que este pasa inevitablemente porque todos los interlocutores implicados cedan algo. CC apuesta, tras oír a Rajoy, porque el presidente popular cuenta con que el PSOE le permitirá seguir en el poder en minoría tras varias votaciones (no descartan ir a una tercera investidura tras el verano) y con una abstención final.